UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)

CAPÍTULO 12 CICATRICES

Los sábados en la mañana, Lisa va a la CSU por puro gusto, ya que no muchos estudiantes tienen clase ese día, pero aun así algo de café se vende.

Somi se levanta con más entusiasmo ese día, siendo ahora ella quien apura a su hermana mayor de despertarse para no llegar tarde. Le emociona la idea de ver a Rosé, quien, entre otras tantas cosas de su conversación pasada, le prometió que todos los días pasaría a comprarle un café a su hermana antes de ir a clases.

Esa mañana las tres amigas se bajan de la bonita camioneta blanca de Jennie, la psicóloga siendo la única en variar su outfit ese día de las otras dos, pues usa sus habituales jeans ajustados de bota ancha con un suéter blanco aterciopelado; el otro par viste pantalones de chándal y camisetas holgadas con tenis deportivos.

Tras el trío, vienen caminando los cinco escoltas de Jennie vestidos de civil. Las dos hermanas prefieren no preguntar, en cambio, Lisa va a ofrecerles café con una sonrisa amable.

—¡Buenos días! —saludan todas, menos Jisoo—. No me imaginé que también estarían aquí los sábados —habla Jennie.

—Viene menos gente, pero aun así es trabajo —contesta Somi orgullosa—. ¿Ustedes estudian hoy?

—Solo yo tengo una clase —cuenta Rosé—. Jennie y Jisoo tienen práctica de natación.

—¡¿Natación?! —A Somi le brillan los ojos de la emoción—. ¿Podemos ir?

—¡Sí!

—¡Sí!

—¡No!

La única en negar en el coro, es Jisoo.

—¡Vamos, Chichu, eres la capitana! —ruega Jennie—, déjalas entrar a ver.

—Sí Jisoo, mira que todavía me debes una por lo del otro día —pide Rosé con seriedad.

—Son un par de aprovechadas las dos —rueda los ojos—. Vale, pero si el entrenador dice algo no podré hacer nada.

—¡Hecho!

—Las dejo con el par de Losers, voy a pasar por el taller a recoger unas cosas.

La chica de cabello naranja se adentra por los pasillos sin levantar la vista de su teléfono. Rosé niega con una sonrisa viéndola marcharse, es un caso perdido.

—Ahí donde la ven toda gruñona es ingeniera mecánica —ríe—. Especializada en automotores, esa coraza de diva intocable es solo eso, pero la ven llena de grasa en el taller embobada en un auto y la desconocen.

—Jisoo es... más rara que todas nosotras juntas, no le hagas mucho caso cuando te llame Loser —se dirige Jennie a Lisa.

La chica más alta no desaprovecha la fascinante oportunidad de observar de nuevo los ojos "desnudos" de la castaña que tanto le gustan. Se fija en cada gesto cuando da un sorbo a su bebida, en como la brillante luz del sol le ilumina las pupilas, cómo de bonita le queda su ropa.

Fijarse en el atuendo de las chicas la hace sentir apenada del suyo, a pesar de no llevar nada muy elegante ni sofisticado (a diferencia de Rosé), su hoodie enorme, sus pantalones vaqueros más arriba de sus tobillos y sus converse viejas y sucias son una ofensa a la vista humana.

—¿Entonces vendrán? —pregunta Jennie entusiasmada—, la práctica comienza a las diez.

—¡Hermana, di que sí! —ruega Somi—. Quiero ver una de esas piscinas enormes como en la televisión.