CAPÍTULO 78 ME ODIAS

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La navidad es la época favorita del par de hermanas, más para Lisa por todo lo especial que conlleva: las películas de las que ya se ha hecho fan gracias a su hermanita, la decoración, el ambiente, la comida, la música, todo; eso hasta que Jennie se puso tan rara, que la época perdió todo sentido de la felicidad para la pelinegra.

Jennie se encuentra en un estado de... rareza, que ni su mejor amiga Rosé entiende. Se la pasa más ocupada de lo normal y apenas y se ve con Lisa en el día. Se la pasa llorando todo el tiempo o enfadada, hasta va de visita frecuentemente a casa de sus padres y se le ha visto charlando con Kai por los pasillos, motivo por el cual también se ha peleado con Rosé.

Jennie trama algo y ese algo está dañando todo el ambiente y las personas a su alrededor, más a Lisa. La nadadora se sume en una tristeza y algo a lo que Rosé más tarde llamó como: "Pre-duelo", que el día en que su novia no puede soportar más su silencio, sus desplantes, su mal humor, su repentina tristeza contenida en lágrimas interminables y el semblante decaído que ya todo el mundo nota, es el mismo día en que ella explota de la peor manera y la cruda verdad sale la luz.

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Lisa aguarda a que pasen las festividades para no arruinar la navidad para Somi, quien no tiene la culpa de nada y como siempre se mantiene ajena a todo lo malo que pueda ocurrir a su alrededor.

Rosé organiza una pequeña cena en navidad que sorprendentemente Jennie no arruina con su mal humor, y por el contrario disfruta abrazada a Lisa todo el tiempo que puede. Esa noche incluso hacen el amor y duermen juntas luego de compartir regalos y deseos a la luz de la luna en el balcón. Lisa tiene que morderse la lengua para no preguntarle a su novia qué le pasa y de pronto arruinar el momento, por lo que mejor disfruta de tenerla así.

Los días siguientes la chica de ojos gatunos no se le despega para nada y ella lo disfruta, aunque siga el desconcierto en su interior por saber a qué se debe su cambio tan repentino de actitud. Rosé se pone de la misma manera en cuanto ella le pregunta qué le ocurre a Jennie, pues evade el tema poniéndose muy nerviosa diciéndole que debe darle tiempo para hablar, que tal vez todavía no se siente lista. Jennie es paciente con ella, así que ella lo será también, esperará.

Al primer mes del siguiente año y a días de su decisión importante, Lisa debe incumplir su promesa de paciencia y vencer todos sus miedos para enfrentarse a su novia. El tiempo corre en su contra y la ansiedad la comienza a sofocar.

Una tarde se encuentra en casa de Jennie esperando paciente en la sala a que su novia reciba el mensaje tan extenso que dejó en su teléfono en la mañana, según Rosé le enseñó, cuando las dos flechas se ponen azules es que ya ha sido leído el mensaje, así que todo lo que tiene que aguardar es a que se aparezca en su casa a la hora que acordó, y lo hace...

—Buenas tardes —saluda al verla en el sofá de la sala mirando muy concentrada el programa que están pasando en la TV.

—Buenas tardes —se pone de pie yendo a su encuentro en un abrazo que le es negado con un paso atrás.

Lisa hace su usual gesto de confusión.

—Yo también tengo que hablar contigo.

—Entonces hablemos...

Ambas chicas se sientan una al lado de la otra en el sofá más grande esperando que una de las dos inicie la conversación.

—¿Te puse triste otra vez? —rompe Lisa el silencio.

Jennie voltea a verla simplemente.

—¿Ya no me quieres?

Jennie suspira profundamente cubriéndose el rostro con ambas manos y permaneciendo así un buen rato. Lisa nota el esfuerzo que hace por no llorar.

UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora