Después de toda una tarde de llorar desconsolada en los brazos de su mejor amiga y los de Lisa y Somi, Rosé se queda dormida sobre la enorme cama de la Bióloga ya cansada y estresada de toda su situación.
Jennie y las dos hermanas la dejan descansar. La chica de cabello castaño entrega el mando del televisor a Somi para que ponga una película y se distraiga con Lisa en lo que ella regresa de su entrenamiento, ahora que es la capitana en reemplazo de Jisoo, sus responsabilidades con el equipo han aumentado.
—Volveré hasta la noche, ¿okey? —dice a Lisa.
—Okey.
—Van a venir de la veterinaria a llevarse a Dominó para ponerle sus vacunas, ¿puedes estar pendiente?
Lisa asiente con una sonrisa.
—Cuídate.
—Y tú...
Jennie va a despedirse de Somi dejando un besito en su mejilla que provoca los celos de la pelinegra; por eso, corre a alcanzarla a la puerta mirándola nerviosa. Jennie levanta una ceja hacia ella esperando una explicación.
—¿Qué pasa?
—Es que... a mí no —se aclara la garganta—. ¿Me das uno?
—¿Uno qué?
Lisa se toca su mejilla algo tímida y Jennie entiende. Ríe de lo tierna que es y no se niega como pretende por mero gusto. No es bueno para su cordura darle muestras de cariño, ¿pero es que quién se resiste a ella?
La chica pincha su único hoyuelo con su dedo como suele hacer y se pone de puntitas apoyada en sus hombros para darle lo que pide.
—Uno porque me lo pides —besa su mejilla—, uno para que no me extrañes —besa su otra mejilla— y otro porque te quiero mucho.
Lisa siente el sonrojo calentarle ambas mejillas con cada beso de Jennie y espera paciente por el tercer beso que le dará. La nadadora se dirige con toda gracia hacia la punta de su nariz, no obstante, Lisa aprovecha para agacharse un poco y que los labios de la peli castaña aterricen en los suyos en un pico.
Toda respuesta que Jennie recibe ante ese gesto es una mirada de suficiencia muy seria que nunca le ha visto a la chica más alta. Lisa lleva días mostrando una nueva actitud que ninguna de las chicas y ni siquiera su hermanita han presenciado jamás, de repente, se esfuerza en hablar más, en aprender a usar el TV o el móvil de Jennie o ser más autoritaria con Somi; también se le escapan miradas de coqueteo o uno que otro gesto romántico hacia la nadadora, como abrirle la puerta, regalarle alguna flor que se haya encontrado en la calle, limpiar su boca cuando se ensucia al comer, abrirle la puerta del carro, todos esos gestos que ha visto en las películas románticas que ve con Rosé hasta altas horas de la noche.
Desde que las cosas están como están entre las dos, se decidió a ser más "normal" (eso se dice), para gustarle; no sabe que sin necesidad de todo eso ya lo ha logrado.
—Qué tramposa me saliste —se cruza de brazos levantando una ceja.
—Te quiero mucho —sonríe logrando desarmar su postura seria—. No disaques a los sapitos.
—Está bien, te prometo que no disecaré a los sapitos del estanque —rueda los ojos divertida.
—Y ten mucho cuidado.
—Lo tendré —suspira—. También te quiero mucho.
Durante todo el camino hacia la universidad Jennie no para de darle vueltas a su asunto inconcluso con Lisa, ya ha hecho la mayor parte que es aceptar su gusto por ella, ¿pero y la otra parte?; ¿la más difícil?; ¿el hecho de que todo su futuro se pondrá en riesgo?
ESTÁS LEYENDO
UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)
RomanceUna parte de mi alma" debe su nombre a lo que es literalmente: Una parte de MI alma. Lisa es esa parte de mí que es vulnerable y con un montón de trastornos; mi parte neurodivergente (esa palabra la aprendí un día y me suena de lo más genial). Es es...