Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.

[ 17 ] - Tu lengua en mi piel.

Logan, con una expresión perpleja, observó la escena entre Lando y Oscar. La tensión en el aire era palpable, y el repentino encuentro entre estos marcó un giro inesperado en la situación. El silencio se rompió con el susurro de las hojas y el crujir de los arbustos mientras Logan intentaba procesar lo que veía.

Oscar, sintiendo el peso del pánico, pensaba desesperadamente una salida a esta comprometedora situación. La relación entre él y Logan había experimentado un distanciamiento, pero en ese momento, parecía que las aguas turbulentas del pasado se agitaban una vez más y parecía no reconocerlo por completo. Lando, por su parte, mostró destreza actoral al decidir adoptar la apariencia de alguien ebrio, creando una cortina de humo que desviara la atención de la verdad.

Lando, tambaleándose y cayendo al suelo, intentó sostenerse en Oscar, quien a su vez se esforzaba por mantener la compostura. Logan, observando la situación con preocupación, se acercó rápidamente para ayudar a Lando, sin sospechar la complejidad detrás de este elaborado acto.

La mente maestra detrás de esta artimaña, Lando, aprovechó la oportunidad para intentar besar a Logan, un movimiento astuto destinado a sellar la mentira. Los labios de Lando se acercaron, pero el gesto fue interrumpido por la supuesta embriaguez del piloto, añadiendo un toque de comedia a la situación tensa. Todo fingido por el británico para dar a entender que por esa razón había besado a su compañero, no quería besar al estadounidense.

Las miradas se entrelazaron mientras Lando y Logan se encontraban a centímetros de distancia. Lando, aún manteniendo la farsa, soltó un suspiro dramático, intentando que el aire cargado de tensión se disipara.

Logan, confundido pero compasivo, preguntó — ¿Estás bien, Lando? Pareces haber tenido una noche bastante complicada.

Oscar, en el fondo, observaba nervioso, tratando de ocultar la ansiedad que lo invadía.

Lando, con una sonrisa forzada, respondió entre balbuceos — Oh, Logan, todo está bien. Solo... tuve un poco más de diversión de la cuenta, ¿Sabés?

Logan, aún preocupado, miró a Oscar buscando una explicación.

Oscar, improvisando, dijo — Sí, estábamos... divirtiéndonos, pero Lando se pasó un poco con las copas. Deberíamos llevarlo a casa.
Logan, comprensivo, asintió y ofreció su ayuda — Claro, no hay problema. Yo puedo acompañarlos.

La tensión se disipó momentáneamente, pero la intriga persistía en sus ojos mientras ayudaban a un tambaleante Lando a levantarse.
Mientras se dirigían hacia la salida del lugar, la mente de Oscar trabajaba a toda marcha, intentando mantener la coherencia de la historia ficticia que estaban tejiendo.

Lando, aún en su papel, soltó una risa fingida y dijo — Vaya noche, chicos. Ni siquiera recuerdo cómo terminé así.
Logan, con una mezcla de curiosidad y compasión, continuó la conversación — ¿Qué estaban haciendo en medio de los arbustos? Parecía un lugar un poco inusual para divertirse.
El australiano, intentando ocultar su nerviosismo, respondió rápidamente — Oh, solo estábamos buscando algo que perdimos. Cosas de la noche, ¿Sabés?

Oscar no tiene idea de como mentir.
La respuesta dejó a Logan con una expresión perpleja, pero por el momento, la explicación parecía suficiente para disipar cualquier sospecha inmediata.

Oscar aceptó la oferta de Logan de acompañarlos hacia el hotel.
En el trayecto, Lando, aún en su acto de embriaguez, se dejó llevar con una expresión despreocupada, mientras Oscar manejaba con manos firmes, intentando mantener la fachada de normalidad.

Logan, sentado en el asiento del copiloto, no pudo evitar hacer una pregunta más — ¿Qué perdieron exactamente entre los arbustos? Parecía un poco más que un simple objeto extraviado.
Oscar, esquivando la mirada de Logan, respondió con una risa nerviosa — Oh, solo una tontería, nada importante.
Lando, acostado en la parte trasera del vehículo, murmuró con un tono fingido de borrachera — Sí, una tontería. Pero Oscar estaba tan desesperado por encontrarla que terminamos en esta situación.
Logan, sin percatarse completamente de la complicidad en el engaño, sonrió y comentó — A veces, las noches locas nos llevan a situaciones inesperadas.