[ 36 ] - Solos.

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Al día siguiente, mientras la ciudad vibraba con la emoción previa al Gran Premio de Canadá, algo completamente ajeno a los motores había tomado por asalto las noticias. En redes sociales, foros, medios de comunicación y hasta en las conversaciones casuales en el paddock, el tema era uno solo: la foto.

La imagen había explotado en cuestión de minutos. Fans de todo el mundo la compartían con emociones que iban desde la euforia hasta la sorpresa. Los titulares de los medios no tardaron en aparecer, y las redes sociales parecían haberse encendido como nunca antes. Comentarios, hashtags, y publicaciones replicaban la misma pregunta, el mismo asombro, la misma expectativa.

En el paddock, cada corredor, cada miembro del equipo, e incluso los directivos, parecían tener una opinión. Algunos mostraban una sonrisa discreta, otros murmuraban entre ellos, y unos cuantos simplemente observaban con seriedad. Era un tema que nadie esperaba y, aún así, parecía casi inevitable que surgiera.

Sentado en una sala de reuniones en las oficinas de McLaren, el joven británico observaba la mirada seria de Zak Brown y el grupo de directivos que lo rodeaba. El aire estaba cargado de tensión, y aunque él había pasado noches sin dormir por muchas razones, esta era una situación completamente nueva. El eco de las conversaciones llenaba el espacio, cada voz más crítica que la anterior. Frente a él, su jefe, acompañado de algunos altos directivos y su community manager, intercambiaban miradas incómodas.

-Lando, -comenzó Zak, con un tono que no había escuchado antes- ¿entiendes la magnitud de lo que has hecho?

Lando levantó la vista, tratando de disimular el nerviosismo en su interior. Sabía que había cruzado una línea, pero en ese momento, nada parecía importar más que la promesa que le había hecho a Oscar.

-Sí, Zak... sé lo que implica, -respondió, su voz apenas un murmullo en comparación con la presión que sentía sobre él-. Pero no iba a seguir escondiéndolo. No más.

El community manager, quien había estado en silencio hasta ahora, carraspeó antes de hablar.

-Entendemos que es tu vida personal, Lando. Pero tienes que considerar la repercusión mediática y el impacto en el equipo. Esto no es solo algo que afecte a tus seguidores... estamos hablando de los patrocinadores, de nuestra imagen como equipo. Podríamos perder apoyo financiero.

Lando apretó la mandíbula, tratando de mantener la compostura mientras los ojos de todos estaban clavados en él. Desde pequeño, había soñado con ser piloto, pero nunca imaginó que su vida personal podría llegar a ser una barrera para su carrera. Sabía que la decisión que había tomado podía costarle caro, pero la idea de retractarse era incluso más dolorosa.

Zak se inclinó hacia adelante, con la mirada fija en él.

-No estamos aquí para hacerte cambiar de opinión sobre tu vida, pero esto debió haberse manejado de otra manera, Norris. Has puesto a todo el equipo en una posición vulnerable. Los patrocinadores están llamando, los medios quieren respuestas, y las opiniones están divididas. Esta no es la clase de controversia que McLaren necesita.

Lando mantuvo la vista baja. Su mente volvía, una y otra vez, a la noche en la que había tomado esa foto. Las palabras de Oscar resonaban en su cabeza, y el peso de esa promesa lo mantenía firme. Finalmente, levantó la vista y miró a Zak directamente a los ojos.

-Yo... lo sé, Zak. Pero no puedo arrepentirme de algo que siento tan real. -Pausó, tratando de encontrar las palabras que realmente explicaran lo que sentía-. Es algo que tenía que hacer, por él y por mí. Si eso significa arriesgarlo todo, entonces estoy dispuesto. Entiendo las consecuencias.

Hubo un largo silencio. Zak suspiró y miró a los demás, como buscando apoyo, antes de volverse de nuevo hacia él.

-Mira, Lando, no estamos pidiendo que cambies lo que eres ni lo que sientes, -dijo Zak con una voz más calma, casi paternal-. Pero necesitamos manejar esto de manera inteligente. No podemos permitir que esta situación se salga de control. Por ahora, intenta mantener un perfil bajo. Vamos a manejar el asunto con los medios, pero necesitamos que colabores.

Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora