[ 22 ] - S y D.

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Sophie y Daniela se sentaron juntas en una acogedora cafetería, rodeadas por el suave murmullo de la conversación y el aroma tentador del café recién hecho. Daniela, con un gesto de frustración en el rostro, tomó un sorbo de su bebida antes de empezar a hablar.
Sophie era una amiga de Daniela, ambas modelos.
Con la diferencia que Sophie era rubia, alta y pálida, un encanto danés. Mientras tanto, Daniela era morena, alta, broceada y brasilera.

— ¿Sabes qué, Sophie? Estoy harta de todo este juego de citas en la Fórmula Uno — Comenzó Daniela, su voz teñida de decepción. — Pensé que Lando sería diferente, pero resulta que está en una supuesta relación.

Sophie frunció el ceño con curiosidad. — ¿De quién estás hablando? ¿Lando Norris? — Preguntó, inclinando la cabeza con interés.

— Exactamente. — Respondió Daniela, asintiendo con pesar. — Me encontré con él en una fiesta anoche, y pensé que podría ser mi oportunidad de salir con un piloto de F1, ya sabes, para aumentar mi perfil como modelo. Pero cuando intenté acercarme, me dejó claro que ya está comprometido.

Sophie frunció los labios en una mueca comprensiva. — Lo siento, Dani. Pero, ¿Cómo sabes que tiene pareja?

La brasilera suspiró, jugueteando con el borde de su taza. — Bueno, había oído rumores de que estaba saliendo con alguien, así que decidí investigar un poco. Y cuando le mostré interés en la fiesta, sacó su mano del bolsillo y tenía un anillo. — Explicó, recordando el momento con una expresión de resignación en el rostro.

Sophie asintió, procesando la información. — Entiendo. Parece que Lando es un chico fiel a su pareja... — Comentó con una sonrisa tranquilizadora.

— Lo sé, pero eso no cambia el hecho de que estoy frustrada. — Admitió la morena, dejando escapar un suspiro de exasperación. — Solo quiero encontrar a alguien que me haga sentir especial, ¿Sabés?

Sophie asintió con simpatía. — Lo entiendo completamente, Dani. Pero no te preocupes, estoy segura de que encontrarás a alguien que valore todo lo que tienes para ofrecer. — Dijo con un tono reconfortante.

Daniela sonrió débilmente, agradecida por las palabras de ánimo de su amiga. — Gracias, Sophie. Espero que tengas razón... — Dijo, decidida a no dejarse desanimar por un pequeño contratiempo en su búsqueda del amor.

Sophie escuchó atentamente la historia de Daniela, reflexionando sobre sus propias experiencias mientras tomaba otro sorbo de su café. Después de un momento de silencio, levantó la mirada hacia su amiga con una sonrisa traviesa.

— Sabes, Dani, me parece que tú y Lando podrían hacer una bonita pareja. — Sugirió Sophie con un brillo juguetón en los ojos.

La brasilera levantó las cejas con sorpresa. — ¿En serio crees eso? ¿A pesar de que ya tiene pareja? — Preguntó, con una nota de incredulidad en su voz.

Sophie asintió con entusiasmo. — Claro que sí. Después de todo, no ha hecho pública su relación, ¿Verdad? No podrías saber si realmente tiene novia o no. — Sugirió, con una expresión de complicidad en el rostro.

Daniela consideró la idea por un momento antes de sonreír con malicia. — Tienes razón. Tal vez debería acercarme a él y ver qué pasa. Después de todo, ¿Qué tengo que perder? — Dijo con determinación.

La danesa asintió, apoyando la idea. — Exactamente. ¡Ve a por él, chica! — Exclamó, animándola con entusiasmo.
Mientras tanto, Sophie dejó escapar un suspiro soñador. — Y hablando de pilotos de F1, ¿sabes a quién me encantaría conocer? A Oscar Piastri. Es tan encantador y talentoso... — Confesó, con una chispa de admiración en los ojos.

Daniela levantó las cejas con interés. — ¿Oscar Piastri? ¡Qué coincidencia! Nuestros futuros novios son compañeros de equipo. — Exclamó, riendo entre dientes ante la coincidencia.

Sophie sonrió, imaginando la posibilidad de que ambas salieran con pilotos de F1. — ¿Te imaginas? Sería genial. Podríamos ir juntas al paddock y apoyarnos mutuamente en nuestras relaciones con los pilotos. — Sugirió con una sonrisa.

Daniela asintió con entusiasmo. — ¡Definitivamente! Sería como un sueño hecho realidad. — Dijo, con la emoción brillando en sus ojos mientras imaginaba todas las emocionantes aventuras que les esperaban como las novias de los pilotos.

Ambas se miraron con complicidad, sus mentes maquinando un plan audaz para conquistar a los pilotos de F1 de sus sueños. Después de un momento de silencio, Daniela rompió el hielo con una sonrisa traviesa.

— Creo que es hora de poner en marcha nuestra estrategia para conquistar a Lando y Oscar — Sugirió la brasilera, su voz cargada de emoción.

La rubia asintió, emocionada por la perspectiva de llevar a cabo un plan maestro. — Estoy completamente de acuerdo. Pero primero, necesitamos un plan sólido. — Respondió con determinación.

La morena se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con anticipación. — ¿Qué tal si organizamos una serie de eventos coincidentes para 'casualmente' encontrarnos con ellos en el paddock? — Sugirió, su mente maquinando cada detalle del plan.

Sophie asintió, impresionada por la astucia de su amiga. — ¡Eso suena genial! Podríamos 'tropezar' con ellos en el área de boxes o 'casualmente' coincidir en una firma de autógrafos. — Sugirió, agregando sus propias ideas al plan.

Daniela sonrió, emocionada por la perspectiva de llevar a cabo su plan. — ¡Exactamente! Y una vez que estemos frente a frente con ellos, solo tenemos que desplegar nuestro encanto y dejar que la magia haga el resto. — Dijo, su voz llena de confianza.

Sophie asintió, imaginando el éxito de su plan. — ¡Es brillante! ¡Estoy lista para empezar! — Exclamó, emocionada por el desafío que les esperaba.

Con sus mentes unidas en un objetivo común, las dos modelos se prepararon para poner en marcha su plan maestro para conquistar a los pilotos de F1 de sus sueños. Con determinación en sus corazones y una sonrisa en sus rostros, estaban listas para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino hacia el amor y la aventura. Sin saber que les esperaba, sin conocer toda la historia detrás de estos dos pilotos de McLaren.

Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora