[ 23 ] - Insistentes.

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Piastri y Norris se encontraban en el lujoso lounge del hotel, relajándose después de un agotador día en el circuito. Disfrutaban de unas copas de vino mientras compartían anécdotas de carreras pasadas y se sumergían en una conversación animada.

Mientras tanto, en un rincón estratégico del lounge, amabas chicas estaban poniendo en marcha su plan. Habían coordinado sus movimientos con precisión, asegurándose de que cada detalle estuviera perfectamente ejecutado.

Sophie tomó un sorbo de su cóctel, observando a los chicos de Mclaren con una sonrisa traviesa.
— Es hora de entrar en acción. — susurró a Daniela, su voz cargada de emoción.
Daniela asintió, su mirada fija en su objetivo. — De acuerdo, sigamos el plan. — respondió en voz baja, con determinación en su tono.

Con pasos elegantes y sonrisas radiantes, Sophie y Daniela se acercaron al área donde estaban Lando y Oscar. Sus corazones latían con anticipación mientras se preparaban para poner en marcha su plan para capturar la atención de los pilotos de F1.

— ¡Hola chicos! ¿Nos importaría unirnos a ustedes? — preguntó Sophie con una sonrisa encantadora, mientras se acercaba al lado de Lando.
Lando y Oscar se giraron para encontrarse con las dos mujeres, sorprendidos por su repentina aparición. — Adelante... — respondió el australiano con amabilidad, mientras les ofrecía un gesto invitador.

Las chicas se sentaron con gracia, intercambiando miradas cómplices mientras se acomodaban. — ¿Cómo va la noche, chicos? —  preguntó la morena, con voz dulce y melodiosa.
Oscar sonrió, disfrutando de la compañía inesperada. — Va muy bien, gracias. ¿Y ustedes? — respondió cortésmente, con curiosidad en su tono.
La rubia rió, su risa resonando en el aire — Estamos teniendo una noche maravillosa, especialmente ahora que estamos aquí con ustedes — respondió con una sonrisa coqueta.

Ambos intercambiaron miradas, sorprendidos por el repentino interés de las dos mujeres. Sin embargo, estaban dispuestos a ser amables.
Pero de a poco, el británico sentía una creciente incomodidad mientras Daniela se inclinaba cada vez más cerca de él.
La invasión de su espacio personal y su persistente interés lo ponían nervioso. Decidió intentar un enfoque pasivo-agresivo para alejarla un poco.

— ¿Sabes, 'como quiera que te llames'? – miró a la morena – Si estuvieras un poco más cerca, podría cobrarte alquiler por el espacio.
Ella rió, pero no retrocedió. — Oh, soy Dani... ¡Eres tan gracioso! — respondió, sin captar la indirecta.

Oscar, notando la incomodidad de Lando, intervino. — Entonces, ¿cuánto tiempo estarán en la ciudad? Hay muchos lugares interesantes que podríamos recomendarles para visitar, pueden ir ahora... — dijo, intentando desviar la conversación.

La rubia aprovechó la oportunidad para acercarse más a Piastri — ¡Nos encantaría eso! Tal vez podríamos hacer un tour juntos. — sugirió, sus ojos brillando con una mezcla de interés y calculo.

Norris no podía ignorar más la situación. Se levantó de su asiento, estirando los brazos en un gesto exagerado. — Bueno, ha sido un día largo para nosotros. Creo que necesito un poco de aire fresco. — dijo, buscando una excusa para alejarse.

El rubio se levantó también, siguiendo el ejemplo de su compañero — Sí, creo que es una buena idea. Nos vendrá bien un poco de aire... — dijo, su tono intentando ser conciliador.

Daniela no se dio por vencida tan fácilmente. — ¡Oh, Lando! no te vayas todavía. Justo empezábamos a divertirnos... — dijo, su voz cargada de insinuación mientras intentaba retenerlo.

Lando se giró para mirarla, su paciencia agotándose. — Mira, Daniela, creo que necesitas entender algo. No estoy interesado. Me haces sentir incómodo y no quiero ser grosero, pero necesito que respetes eso. — dijo con firmeza.

Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora