Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.

[ 33 ] - Es mejor fijarse por dónde se camina.

Oscar se sentía atrapado. No por su relación con Lando, que para él era lo más importante, sino por el peso de mantenerla oculta. Ese era el verdadero problema, la constante necesidad de esconder lo que sentía y de vivir con un ojo sobre su hombro, temiendo que en cualquier momento alguien descubriera la verdad. Y fue así que, en un momento de desesperación, recurrió a Lily Zneimer, su exnovia.

Sabía que ella estaba viéndose con Paul Aron, el joven piloto de Fórmula 2 que también tenía su propia promesa de futuro en el deporte. Pero Oscar confiaba en ella, a pesar de todo lo que había sucedido entre ambos. Habían sido pareja durante mucho tiempo, y aunque ahora ya no estaban juntos, seguían respetándose mutuamente. Había algo entre ellos que no se había roto del todo, un cariño residual, una complicidad que ni el tiempo ni la distancia podían borrar.

Oscar le pidió a Lily que lo ayudara a cubrirse, que fingieran que algo quedaba entre ellos. No le contó con quién estaba realmente, ni entró en detalles sobre su relación con Lando, pero dejó entrever que estaba en una situación complicada. Le rogó que, por un tiempo, lo apoyara en mantener a los medios distraídos, en crear una cortina de humo que lo protegiera a él y, por extensión, a Lando.

— Lily, no puedo explicártelo todo ahora — le dijo cuando se encontraron en privado en una sala del paddock. — Solo te pido que me cubras, que por favor, por un tiempo, hagamos como si estamos juntos otra vez. Es importante para mí.

Lily lo miró, sus ojos celestes mostrando una mezcla de sorpresa y resignación. Sabía que Oscar no le pediría algo así si no fuera absolutamente necesario. Ella también había vivido bajo la lupa de los medios cuando estaban juntos, y sabía lo crueles que podían ser. A pesar de que había pasado página, aún le guardaba afecto. Y si bien estaba empezando algo con Paul, ella también quería proteger a Oscar, a quien había amado profundamente.

— Está bien, Oscar — dijo con un suspiro. — Lo haré por ti. Pero espero que me cuentes la verdad algún día.

Oscar asintió, sintiendo una mezcla de alivio y culpa. No le gustaba tener que pedirle esto a Lily, pero no veía otra salida. Necesitaba ganar tiempo, necesitaba alejar la atención de los rumores que empezaban a girar en torno a él y Lando. Los medios ya estaban especulando, y aunque nada concreto había salido a la luz, él sabía que era cuestión de tiempo antes de que algo se filtrara.

Lily había accedido, y esa era la razón por la que estaba en el paddock de Mónaco, con su sonrisa despreocupada y su presencia tranquila, disipando cualquier tipo de sospecha. La mayoría de los periodistas asumieron que algo estaba renaciendo entre ella y Oscar, y eso fue suficiente para calmar las aguas, al menos por un tiempo. Pero, aunque Oscar agradecía tener a Lily cerca para distraer a los medios, no podía evitar sentirse desconectado de ella. Ya no eran pareja, y aunque aún la respetaba y le guardaba cariño, sus sentimientos estaban en otro lugar. Con Lando.

A pesar de la tranquilidad aparente que el plan había traído, Oscar seguía sintiendo una tensión constante. Sabía que no podían esconderse para siempre, y se preguntaba hasta cuándo Lando aguantaría mantener todo en secreto. Lando siempre había sido más impulsivo, más emocional. El simple hecho de pensar en él lo hacía sentir que todo esto era insostenible a largo plazo. Pero estaba haciendo lo mejor que podía para proteger lo que tenían, para mantener el equilibrio entre el amor que compartían y el mundo despiadado que los rodeaba.

Al mismo tiempo, había algo dolorosamente irónico en todo esto. A pesar de que Piastri ya no estaba con Lily, no podía evitar sentir un nudo en el estómago al verla con Paul. Había sido su compañera durante mucho tiempo, y aunque los sentimientos románticos habían desaparecido, verla con otra persona removía emociones que él pensaba haber dejado atrás. Pero lo aceptaba, porque lo importante para él ahora era Lando, y todo lo demás era secundario.