[ 4 ] ‐ Fuego y una manguera.

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Sabemos qué pasó con Lily al otro día, pero ¿Qué ocurrió antes?
Somos conscientes de que Lando y Oscar dan vueltas alrededor del otro cada vez que pueden, pero nunca estuvieron cerca de algo romántico. Su relación era exclusivamente de amigos, compartiendo risas, bromas y momentos de camaradería en el mundo vertiginoso de la Fórmula 1.
Además, la dinámica entre ambos estaba clara: Oscar estaba enamorado de su novia, Lily, y Lando, por su parte, estaba soltero y no buscaba nada especial en el ámbito romántico. A pesar de la intensidad de la competición y la presión en el mundo de las carreras, su conexión se basaba en la amistad genuina y el respeto mutuo.

La complicidad entre Lando y Oscar se manifestaba en las conversaciones relajadas, las risas compartidas y la confianza que se habían ganado el uno al otro en el transcurso de su tiempo como compañeros en McLaren. El lazo que los unía era tan fuerte como el sonido de los motores rugiendo en la pista, pero nunca se aventuraron más allá de la amistad que tan sólidamente habían construido.

Estaban con sus compañeros de Ferrari aquella noche, compartiendo risas y disfrutando de la celebración. Ambos, Charles y Carlos, tenían novias, pero el ambiente festivo les hacía olvidar cualquier preocupación. La música vibraba en el aire y las luces destellaban en la pista de baile.
Oscar, a pesar de estar inmerso en la diversión, no podía evitar sentir una ligera preocupación por Lily. Se preguntaba si estaría cómoda con sus amigas en la fiesta, alejada de él mientras él compartía el escenario con Lando. La complicidad entre los dos pilotos de McLaren se extendía más allá de la pista, y Norris estaba decidido a hacer que Oscar se sintiera acompañado.

Norris, que sería el DJ principal de la fiesta, tenía un acompañante, un amigo suyo al que no le gustaban las multitudes (Oscar). Para asegurarse de que se sintiera cómodo, Lando planeaba quedarse con él casi toda la noche. La amistad entre ambos era evidente, y Lando estaba dispuesto a sacrificar su papel como DJ principal para cuidar de su compañero.
Con dos DJ en la fiesta, Lando como el principal y otro de repuesto por si Norris necesitaba retirarse en algún momento de la noche, la música fluía y la diversión estaba garantizada. La noche prometía ser inolvidable, llena de risas, bailes y la calidez de la amistad que unía a estos compañeros de equipo dentro y fuera de la pista.

Estaban allí, inmersos en la atmósfera vibrante de la fiesta. Carlos y Charles lucían atuendos elegantes, con camisas bien cortadas y trajes a medida, destacándose entre la multitud animada.
Oscar, por su parte, vestía una camisa negra y pantalones oscuros, su elegancia sencilla complementaba su aura tranquila. A pesar de la celebración que se extendía a su alrededor, ni él ni Lando habían tomado una gota de alcohol. Optaron por disfrutar de la fiesta con la claridad de mente que les proporcionaba la sobriedad.

La música retumbaba en el escenario, y las luces parpadeaban en una danza interminable. Oscar y Lando se encontraban solos en ese rincón tranquilo arriba, compartiendo risas y charlas en medio de la bulliciosa celebración. La complicidad entre ellos se intensificaba, sin necesidad de palabras para entenderse.
Oscar le agradecería a Lando de por vida por haberlo sacado de la multitud, permitiéndole disfrutar de la fiesta sin sentirse abrumado. La conexión entre los dos pilotos era más fuerte que nunca, y la noche prometía ser un capítulo más en la historia de su amistad en la Fórmula 1.

- ¿¡La estás pasando bien, Oscar!? - Gritaba Norris a su compañero que se lo notaba aturdido.
- ¡La estoy pasando genial! - Este respondió con una sonrisa mientras movía la cabeza al sonido de la música.

Lando se movía con gracia mientras hacía las combinaciones en el teclado, cada gesto suyo parecía una coreografía fluida y cautivadora. El tiempo se volvía movedizo y pasaba lentamente para el australiano, cuyos ojos seguían cada movimiento de su compañero.
Oscar, absorto en el momento, solo podía observar a Lando con una sonrisa, pero en ese instante, Norris parecía ser la persona más hermosa del mundo a los ojos de Piastri. La música ambiental se fusionaba con la atmósfera envolvente, creando un escenario perfecto para este breve pero intenso momento.

Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora