[ 9 ] - Revelaciones y... ¿Cena?

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La luz del amanecer iluminaba la cocina mientras Oscar compartía el desayuno con su madre, Nicole. A medida que saboreaba cada bocado, los recuerdos de la noche compartida con Lando se filtraban en su mente, dejando un regusto dulce de complicidad y conexión.
Oscar disfrutaba de esos momentos de tranquilidad, permitiéndose revivir mentalmente cada detalle de la velada con Lando. La risa compartida, los gestos tiernos, y la chispa especial que había vuelto a encenderse en su interior gracias a la presencia reconfortante del británico.

Mientras saboreaba la comida casera preparada por su madre, Oscar reflexionaba sobre el impacto positivo que Lando había tenido en su vida en tan poco tiempo. La promesa de una temporada de carreras emocionante y llena de desafíos se cernía en el horizonte, pero, por ahora, se permitía sumergirse en la paz del presente.
Por otro lado, Lando se encontraba en Inglaterra, sumido en sus responsabilidades profesionales al participar en una conferencia en las instalaciones de McLaren. Aunque la distancia física los separaba temporalmente, el eco de la conexión compartida aún resonaba en la memoria de Oscar.

La perspectiva de los próximos entrenamientos y la próxima temporada del 2024 se perfilaba en el horizonte, trayendo consigo la emoción y la anticipación característica del mundo de las carreras. Ambos pilotos estaban listos para enfrentar los desafíos que les depararía el futuro, sabiendo que tenían un apoyo mutuo que trascendía las pistas.
Mientras Oscar terminaba su desayuno, una sensación de gratitud y renovación lo envolvía. La chispa que Lando había avivado en su vida estaba destinada a iluminar más allá de la noche compartida, marcando el comienzo de una nueva etapa llena de emociones y, sobre todo, de la posibilidad de encontrar la felicidad en lugares inesperados.

Oscar, aún recuperándose del sorbo de jugo de naranja, contempló la revelación que su madre había hecho con asombro. La charla sobre su orientación sexual, un terreno inexplorado entre ambos, se desplegó en la mesa del desayuno.

- No sabía que eras gay. - Nicole rompió el silencio con una afirmación directa, dejando a Oscar en un estado de sorpresa.

El piloto de F1 trató de recuperarse, asumiendo la información inesperada y decidido a aclarar las cosas. - No soy gay.

Nicole, con la serenidad de quien ha observado con atención, tomó un sorbo de café antes de continuar. - ¿Solo pasó porque Lando te acorraló o porque tú también querías?

La pregunta resonó en el aire, y Oscar, aunque se había visto sorprendido por el giro de la conversación, no pudo evitar reflexionar sobre sus propios sentimientos. - Yo, ehh... también quería, pero soy hetero.

La respuesta dejó una ligera duda en el ambiente, y la mirada de su madre indicaba que percibía la incertidumbre en las palabras de Oscar. - No suenas muy seguro que digamos... ¿Qué piensas de Lando? Él es la causa por la que ahora estás pensando en algo en lo que no estás acostumbrado.

Las palabras de Nicole hicieron que Oscar se sumergiera más profundamente en sus pensamientos. Mientras trataba de articular sus sentimientos, la complejidad de lo que estaba experimentando se revelaba ante él. La conexión con Lando había dejado una huella imborrable, desafiando las etiquetas y categorías convencionales.

- No lo sé, mamá. Solo sé que lo que viví con Lando fue especial, diferente a todo lo que había experimentado antes. No sé cómo etiquetarlo, pero no quiero dejar que eso me defina. - Oscar compartió con su madre sus pensamientos en un intento de expresar la complejidad de sus sentimientos, sabiendo que, a pesar de la falta de certezas, estaba dispuesto a explorar este nuevo territorio emocional.

Oscar, sintiendo un nudo en la garganta, se enfrentó a una realidad que desafiaba sus propias percepciones sobre su orientación sexual. La noche con Lando, llena de emociones intensas y descubrimientos inesperados, dejó un rastro de pensamientos confusos.

Tragó saliva, tratando de comprender estos nuevos matices en su vida emocional. Durante mucho tiempo, se había identificado como heterosexual, y siempre había asumido que Lando compartía esa misma orientación. Sin embargo, las imágenes de la sonrisa y la mirada de su compañero empezaron a reproducirse en su mente como un eco persistente.
Aunque la charla sobre sentimientos no había tenido lugar después de aquella noche, la cercanía entre ellos se intensificó de una manera que iba más allá de la amistad convencional. Oscar reflexionó sobre cada gesto compartido, cada mirada que parecía revelar más de lo que las palabras podían expresar.

La complejidad de sus emociones resonaba en sus pensamientos, y la línea que solía trazar con claridad entre la amistad y la atracción se volvía cada vez más difusa. La pregunta que se planteaba ahora iba más allá de las etiquetas convencionales, desafiándolo a explorar el terreno inexplorado de sus sentimientos.

La incertidumbre flotaba en el aire mientras Oscar navegaba por un mar de pensamientos, consciente de que algo había cambiado en su vida y que enfrentaba una nueva comprensión de sí mismo y de sus relaciones. La noche con Lando había abierto una puerta a emociones y descubrimientos que desafiaban las expectativas que había tenido sobre su propia identidad y deseos.

- Está bien, Oscar. - Nicole lo miró sonriente, con la cara inclinada - Está todo bien, cualquier cosa que decidas estará genial si te sientes feliz, yo lo voy a ser...

Oscar se sintió seguro, era lo que buscaba al viajar hasta la casa de su madre y visitarla durante un tiempo. Aunque ya estaban cerca de que empiece la temporada otra vez, era reconfortante un tiempo sin redes sociales, solo su madre y Lando estarían genial en su vida, además de sus hermanas (las cuales estaban en viaje, para cuando el estaría en la casa)

La madre de Oscar, visiblemente preocupada, buscaba una manera de abordar el tema delicado que se había presentado con la presencia de Lily y las disculpas parecían ser su primer paso.

- Quiero disculparme por lo de Lily, yo no la llamé, ella vino hasta aquí pidiendo que yo te diga que no había pasado nada y que el vídeo era editado... obviamente le dije que no. - Dijo, con una expresión de comprensión en su rostro.

- Está bien, no me molestó realmente. - Respondió Oscar con una sonrisa amable, intentando ocultar la tormenta de emociones que bullía en su interior.

Sin embargo, su afirmación era una mentira piadosa. La verdad estaba atrapada en un rincón de su mente, luchando por salir. No quería ver a Lily en ese momento, ni a ninguna otra persona. Estaba enojado, confundido y herido por todo lo que había sucedido en ese fatídico día. Lily, alguien que había sido significativa en su vida durante años, ahora estaba a punto de convertirse en un recuerdo borroso.

La traición y la vulnerabilidad se mezclaban en el corazón de Oscar, y aunque sonriera en el exterior, su interior era un torbellino de emociones. ¿Cómo podía tirar años de relación por la borda por un encuentro casual en una fiesta donde él estaba presente? La irracionalidad de la situación lo abrumaba, y Lily había tomado una decisión que no solo afectaba su relación sino también su confianza en ella.

La tranquilidad del desayuno matutino fue interrumpida por el sonido del celular de Oscar. Nicole, tomando su café con calma, le indicó con un gesto que atendiera la llamada. La pantalla mostraba el nombre "Lando", y Oscar respondió con entusiasmo.

- ¡Oscaaar! - La voz animada de Lando resonó a través del teléfono.
- Hola Lando, estás muy animado... ¿Pasó algo?
- Además de ti... en unos tres días va a haber una cena con todos los pilotos titulares, solo de Fórmula uno.
- Eso es increíble, ¿Podríamos ir juntos?
- ¡Justo esa era mi idea! Ahora te pasaré toda la información y te espero en el hotel en donde me quedaré para la cena, ¿Cómo estás allá?
- Está todo bien... pero me alegra poder compartir con todos en una cena.
- ¡Eso es, Oscar! Espíritu y alegría para la cena, voy a tomar hasta que me olvide de mi nombre.
- Entonces está vez los roles cambiarán, yo tendré que acostarte en mi cama y cambiarte la ropa.

Nicole, ajena a la conversación de Lando, se sorprendió al escuchar el comentario de su hijo, dándose cuenta de cuánto se había perdido de la evolución de la relación entre ambos.

- Tranquilo, que igualmente vamos a dormir como antes, porque en el hotel hay una sola cama para ambos.
- Me gusta la idea, nos estaremos viendo entonces...
- ¡Exacto! Y me encantaría quedarme por horas en llamada, pero tengo que atender unas cosas aquí... ¡Te llamaré luego!
- Te esperaré, Lando, adiós.
- ¡Adiós, oscaaar!

Cortaron la llamada.
Dejando a Oscar con una mezcla de emociones y Nicole sorprendida de la relación entre su hijo y Lando.

Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora