[ 10 ] - ¡Nos van a ver!

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La tan esperada cena había llegado, y el anochecer pintaba el cielo mientras Oscar y Lando se dirigían al restaurante. Se habían preparado juntos en el hotel, reviviendo la costumbre de compartir momentos previos a eventos importantes, como solían hacer antes.
La atmósfera entre ellos era ligera y cómoda, como simples amigos que comparten risas y estupideces. En medio de la preparación, había bromas y chistes que rozaban lo romántico, pero ambos sabían que esos comentarios no eran algo que pudieran expresar frente a los demás. A pesar de la confianza que habían construido, ciertos límites aún persistían, aunque siempre encontraban la manera de hacer esos "chistes" románticos de manera sutil, generando risas cómplices entre ellos.

El hotel se llenó de risas y complicidad mientras compartían historias y se arreglaban, creando un ambiente distendido que reflejaba la complicidad que habían forjado. La tensión de la situación de días atrás quedó atrás, y ahora solo quedaba la anticipación por una velada llena de compañerismo y camaradería con los demás pilotos de Fórmula 1.

Ambos vestidos con camisas, compartían comentarios sobre lo impresionante que se veía el lugar desde lejos. Las luces destellaban, iluminando toda la calle y dándole un aire sofisticado, pero al mismo tiempo casual, algo que resultaba totalmente acorde a su estilo.

A medida que se dirigían hacia la entrada, pronunciaron sus nombres en la lista y se encaminaron hacia la mesa donde se encontraban los demás pilotos de Fórmula 1. El lugar estaba lleno de rostros familiares y otros no tan familiares, pero la atmósfera era de camaradería y expectación por la cena que estaba por comenzar. Se saludaron con algunos colegas mientras se dirigían a su mesa, encontrando un ambiente amigable que dejaba entrever la conexión especial entre Oscar y Lando, aunque siempre cuidando de mantener ciertos límites frente a los demás.

La mesa estaba llena de risas y charlas animadas entre los pilotos más cercanos. Lewis Hamilton, con su experiencia, lideraba la conversación.

— ¿Cómo están todos? — preguntó Lewis, levantando su copa. — ¡A disfrutar de esta cena!

Todos respondieron con entusiasmo y chocaron sus copas en un brindis amistoso.

— Oscar, Lando, cuéntenme, ¿Cómo han estado estos días? — preguntó Carlos, sonriendo.

Oscar y Lando compartieron una mirada cómplice antes de responder.

— Ha sido un tiempo increíble, estamos disfrutando de las vacaciones — respondió Lando, riendo.
— Y escuché que están organizando una especie de show en Twitch, ¿Es cierto? — preguntó Max, con una sonrisa.

Oscar rió, mirando a Lando antes de responder.

— Sí, tuvimos una pequeña sesión de cocina en casa, ¡fue muy divertido! — comentó.
— ¡Deberían invitarnos a todos la próxima vez! — sugirió Pierre, provocando risas en la mesa.

Carlos, siempre con su buen sentido del humor, se unió a la conversación.

— Y, ¿Lando, tienes algún truco nuevo como DJ para mostrarnos? — bromeó.
— Oh, ya sabes, siempre hay algo nuevo por ahí. Quizás deberíamos organizar una fiesta y descubrirlo — respondió Lando con una sonrisa traviesa.

La noche continuó con risas, anécdotas compartidas y una agradable sensación de camaradería entre los pilotos. Era evidente que, a pesar de la intensa competencia en la pista, estos momentos de relajación fortalecían los lazos entre ellos.

La camarera se acercó para tomar las órdenes de los pilotos mientras continuaban con la animada conversación.

— Así que, ¿Qué van a pedir? — preguntó George, revisando el menú.

Inefable. - Lando Norris & Oscar Piastri.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora