2.04

10.7K 1.5K 404
                                    

────❛por Castiel❜

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

────❛por Castiel❜

                         LAS PERSONAS de capas rojas ya no desesperaban a Casandra como en instantes anteriores, de hecho, estaba tentada a comprarse una también, queriendo ser Caperucita Roja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                         LAS PERSONAS de capas rojas ya no desesperaban a Casandra como en instantes anteriores, de hecho, estaba tentada a comprarse una también, queriendo ser Caperucita Roja. Caminaba a un lado de Bella y Alice, la vampiro viendo fascinada al híbrido.

—Lamento que deban enterarse así —Habló Casandra, pagando un brazalete con un dije de chocolate en un puesto y poniéndolo en la bolsa que sostenía Bella. Castiel llenaba de baba su collar, la cadena de Klaus.

—Esta bien —negó apenada —yo... Lamento haberme ido sin despedirme.

—pasado pisado, Alice —Casandra hizo un ademán.

—así que... Ese hombre, Klaus, ¿en verdad es de los originales? —preguntó ciertamente recelosa.

—si, y ¿Qué fue eso del beso? —Bella miró divertida a su hermana —¡No me contaste eso!

—¡fue por anoche! No creí que a Klaus le vaya a importar, pero pareció marcar un antes y después —Le contó emocionada, volviendo sobre sus pasos con dos híbridos detrás —No sé cómo vayan a reaccionar en casa.

—uhm... No muy bien, tenlo por seguro —Comentó dutativa —pero me alegro, Klaus te tiene en un pedestal.

—lo sé... Por eso quiero devolverle el favor, entregarle su familia —pensó en Stefan y los ataúdes.

Alice se sentía fuera de la conversación, echa a un lado. Y se mantuvo callada, examinando a las hermanas. Estaban muy diferentes.

Bella solía ser tímida y dependiente, insegura. Sin embargo, había mejorado levemente en su forma de vestir y parecía no tan introvertida, más juguetona. Más feliz.

Casandra ya no parecía tan necesitada de aprobación social, con necesidad de popularidad y preocupación en su imagen, seguía con su usual buen humor, pero tenía un aire maternal, uno más amable. Seguía igual de compasiva.

Cuando volvieron a la entrada del castillo, vieron a Klaus acercándose a ellas.

—Todo listo, amor —Extendió sus brazos muchísimo mejor que cuando a penas había llegado. Algunas cabezas habían rodado, unas amenazas habían surgido y problema resuelto.

𝐏𝐈𝐍𝐊 𝐌𝐎𝐎𝐍; Klaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora