CAPÍTULO 2

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Londres, Inglaterra
Hotel Ritz
En la mañana

Ya estaba ahí. En Londres, esperando que comenzará su nueva vida en un lugar que sí apreciará su talento.

Su madre había contratado a dos asistentes personales gemelas llamadas Hattie y Marnie para que las ayudarán con sus actividades diarias qué consistían en habituarse a la vida londinense antes de que tuviera que ingresar a un internado.

Su horario estaba siendo organizado por su madre al igual que su guardarropa. Está vez se había quedado sin tres tarjetas de crédito ilimitado teniendo solamente una así que se limitaba a ir de compras solamente cuando su madre le ordenaba qué fueran.

Ahora en esos mismos momentos se encontraban desayunando al estilo inglés mientras su madre estaba en otra habitación discutiendo con sus asistentes sobre la escuela internado a la que debía acudir. Más tarde le dirían la decisión que habían tomado.

Chloe observaba su desayuno con resignación pues debía acostumbrarse a eso. Su madre la regañaría y sobre todo ofendería a unas de las mejores chef inglesas particulares qué se podían conseguir.

Mientras comía se puso a pensar que sentía cómo si estuviera en una nueva realidad... Antes tenía la sensación de que tanto Adrien cómo Kagami y Félix también estarían en Londres con ella, si bien no eran amigos hubiera sido interesante descubrir si podían volverse aliados o tener alguna dinámica diferente. Y ahora resultaba qué todos estaban en París hasta Jagged Stone con su asistente (y seguramente amante) y su hijo bastardo menos ella.

Pasaron unos minutos más hasta que finalmente Marnie apareció frente a ella con su tablet algo que le recordaba a la antigua asistente del difunto señor Agreste llamada Nathalie y actual guardiana del modelo.

Al parecer el señor Gabriel Agreste había ayudado a Ladybug a vencer a Monarca perdiendo la vida haciendo que se volviera un héroe para Francia y que construyeran una estatua en su honor. Se había vuelto un héroe para todo el mundo mientras que su lugar en el mundo de la Moda cómo mejor diseñador del mundo quedaba vacío esperando una nueva leyenda. Audrey Bourgeois le había dicho en su cara qué seguramente sería Marinette Dupain-Cheng la qué ocupará el puesto del fallecido y que si no estuviera en Londres perdiendo el tiempo educandola le hubiera gustado educarla a ella para que fuera una excelente diseñadora en el futuro... Mucho más grande que Gabriel Agreste.

Chloe no lo había soportado y se había levantado sin permiso para ir a su habitación. La consecuencia fue que su madre la había ido a buscar a su habitación y le había dado una bofetada antes de decirle que las personas educadas no se levantan de la mesa antes de que la otra persona termine de hablar. No lloró, pero si quedó impresionada por la actitud de su madre.

En ese momento Marnie la sacó de sus pensamientos.

- Miss Bourgeois su madre la está esperando en su habitación para poder hablarle de algunos asuntos importantes relacionados con su educación. - Le terminó de decir en un perfecto inglés con acento britanico.

La rubia asintió y sin perder más el tiempo se dirigió a la habitación de su madre para poder tratar esos asuntos tan importantes. Al entrar notó qué Audrey Bourgeois estaba hablando por teléfono con un hombre de una manera muy cariñosa... ¿Sería el padre de Zoe? No sabía ni le importaba.

Espero hasta que colgará y fue cuando su madre la vio y frunció el seño en señal de desaprobación. ¿Qué cosa había hecho mal ahora?.

- Cleo... ¿Es que acaso tú padre no te enseñó modales? Tú que vives en el hotel todo el tiempo deberías saberlo muy bien.. Cuando entras a una habitación se toca antes de entrar porque estoy segura de qué tus sirvientes también esperan tu señal para entrar a tú habitación, pero por ésta vez te la dejo pasar... Ya vi que eres un completo desastre y que no tienes talento, pero no te preocupes que aquí te van a corregir y vas a ser una mujer decente. - Le dijo su madre.

Era curioso cómo su madre dominaba tanto el inglés americano cómo el inglés britanico a la perfección y el francés. Ella en cambio solamente hablaba el francés, el inglés britanico y aleman, pero entendía algunas palabras en italiano, portugues y español después de todo cómo su madre dijo había muchas personas en el hotel que hablaban distintos idiomas y ella decidió aprender esos con el objetivo de saber lo que decían la mayoría de los huéspedes además cualquier chica de clase acomodada de su nivel hablaba más de dos idiomas.

- Cómo bien sabrás he estado ocupada con las asistentes buscando un internado apropiado para ti y después de mucho pensarlo he decidido qué vas a entrar en la escuela internacional Mount Mill Hill después de todo es una de las mejores del país no solamente en las materias sino en sus actividades recreativas y ya que es un internado te quedarás ahí mientras yo vuelvo a Nueva York para  ver algunos asuntos de la revista y apostar con otros críticos de moda quién será nuestro próximo diseñador estrella... Estoy segura de que será Mariet ya que es muy talentosa... Nada que ver contigo. Bien, ahora ya puedes irte de mi habitación y recuerda que está vez debes dejar el nombre de los Bourgeois en alto y no en vergüenza cómo en Francia. - Le recordó.

Se levantó y fue a la puerta en dirección a la libertad de tener que seguir escuchando a esa mujer. Ya estando fuera de su vista dio un suspiro de alivio.

- Miss Bourgeois... Éste es el horario que va a tener estos dos meses antes de ingresar al internado pues su madre desea que se integre de manera exitosa al internado. - Le dijo la mujer.

Chloe asintió y vio el mensaje que su asistente le enviaba para ver que tenía que hacer.

- Practicar el inglés britanico.
- Estudiar la historia del país.
- Tomar hora del té con su madre para repasar etiqueta, modales y conocer un poco más sobre los hijos de las personas con las que podría encontrarse en el internado.
- Ir con su madre a visitar a las familias nobles y poderosas qué les inviten para practicar estar en la sociedad británica.
- Tocar el piano.
- Practicar dibujo.
- Leer las materias básicas de conocimiento.
- Practicar los deportes como críquet, bádminton, tenis, ajedrez, damas chinas, juegos de mesa, entre otros.

Estaba claro que su madre deseaba lucirse y que ella también se luciera ante ellos. Causar una buena impresión ¿Acaso esperaba conseguirle un buen partidos inglés? No tenía idea, pero sabía que con su madre cualquier cosa era posible si se trataba de mostrar superioridad ante los demás. Era interesante cómo a pesar de su alteneria Audrey Bourgeois se sentía inferior a los nobles de cualquier país a pesar de tener un poco de sangre noble británica a través de su madre siendo esa la razón por la que hablaba en su idioma y deseaba encajar en su mundo.

Chloe se percató qué su madre no incluyó clases de ballet en su horario algo que no le sorprendía ya que su madre nunca vio el ballet o la gimnasia cómo algo digno de una hija suya. A pesar de saberlo le disgusto mucho porque no había pasado casi ocho horas diarias practicando ballet con una de las mejores del mundo para que perdiera práctica de la noche a la mañana. Ya vería cuando practicar a escondidas al saber que no ganaría nada al discutir con su madre más que otra bofetada.

Lo mejor que se le ocurrió fue ir a su habitación a empezar a leer unos libros en inglés (después de todo debía acostumbrarse al idioma) hasta que la llamaran a comer o para realizar alguna otra cosa.

El esplendor de Chloe Bourgeois Donde viven las historias. Descúbrelo ahora