Capitulo 19

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La cabeza le daba vueltas mientras subía tambaleándose por las escaleras del hotel hacia la habitación que compartiría con Any esa noche.
El aroma a whisky impregnaba su aliento, y cada paso le recordaba la confusión que lo atormentaba. ¿Qué estaba haciendo?

Al introducir la llave en la cerradura, un torbellino de emociones lo invadió.
Entro en la habitación y se sentó a la orilla de la cama sigilosamente. Desde ahí contemplo a Any como quien contempla a una pantera.
Con miedo, rechazo y fascinación por la belleza de una criatura asombrosa.

Any yacía profundamente dormida, vestida con un sensual conjunto de ropa interior de encaje y gasa color rosa ,perdida entre las sábanas blancas .

Armando no podía apartar la mirada de ella. Su rostro tranquilo y sereno lo desconcertaba. ¿Cómo podía sentir esa atracción por una mujer a la que consideraba responsable de tanto dolor?

El alcohol nublaba sus pensamientos,  la presencia de Any despertaba sentimientos contradictorios en lo más profundo de su ser. La habitación parecía más pequeña, más opresiva, a medida que su atracción hacia ella crecía más y más.

"No puedo ..., no puedo hermano,dime que hago ... ",
pensó .No  podía hacerle el amor  a esa mujer que aunque ahora fuera su esposa ,había sido primero la mujer de su hermano y luego la que lo llevó a la muerte . No tenía el valor, sería tan sucio y asqueroso como ella .

¿Pero como podía seguir con sus planes si no la convencía de que la amaba?
La miró unos minutos más y su cuerpo reacciono como el hombre que era y su instinto  salvaje hizo crecer su virilidad.

Acorralado por sus propias reacciones físicas,decidió darse una ducha para bajar aquella fiebre que lo atormentaba.
Tomó fuerzas y se dirigió al baño , se  quitó la ropa y abrió el grifo .
Sintió correr por su cuerpo el agua fría y refrescante,la cual poco a poco iba quitándole su estado de embriaguez.

Apoyó las manos en la pared  de la ducha y relajó su cuerpo escondiendo la cabeza entre sus codos , la abundante lluvia  le caía por su cabello y su rostro miraba fijamente el suelo.
Por su mente pasaban todo tipo de pensamientos.
Realmente enloquecería.
Estaba exhausto de fingir, de reprimir ira, frustración, dolor, y... ¿deseo? .
No podía ,simplemente no podía   Decidido a que no lo haría , se irguió y se pasó las manos por el rostro mientras la lluvia caía cobre él.
Además su mente se negaba a aceptar que podía sentir deseo por una mujer sin sentimientos, sin remordimientos, una mujer que fingía ser lo que no era.

Detrás de esa sonrisa, de su dulce voz, de hermosas y falsas palabras, se escondía una verdadera víbora con veneno letal. Pero él le quitaría esa máscara de mujer buena y dulce.
Sumido en esa revuelta de sentimientos se encontraba , cuando de pronto , sintió un calor en su espalda , el cuerpo de Any se pegó a su piel y sus manos comenzaron a acariciar su pecho mientras sus labios recorrían la piel de su espalda, que se volvió sensible a los suaves besos y a aquella lengua tibia ,que dibujaba pequeños círculos descendiendo por su columna.

Armando quería liberarse, quería darse la vuelta y detenerla, pero quedó paralizado, atrapado por cadenas invisibles que no le permitían actuar, cadenas doradas que desprendían destellos de luz, cegándolo y haciéndolo perderse bajo la lluvia artificial.

Su sangre poco a poco se convirtió en lava ardiente que recorría sus venas, una pasión desenfrenada y desconocida se apoderó de él emergiendo con desesperación desde lo más profundo de su ser.

Una tormenta  de emociones   lo envolvió, nublando así todo pensamiento racional.
Se giró y se aferró con fuerza al cuerpo de su mujer.

Porque eso era ahora, era suya, era su mujer ,fuera por el motivo que fuera .
¿Acaso no se había casado para hacer con ella lo que quisiera, no era esto lo que buscaba,seducirla y engañarla para luego hacer lo mismo que ella hizo con su hermano?.

La envolvió con sus brazos musculosos y la atrajo hacia su cuerpo ardiente apretándola con fuerza.

_ Armando me lastimas, ¿que haces ?_, Any lo miró desconcertada.
_Perdóname..., es que yo , yo ..._

Volvió a besarla con desmesurada pasión ,para luego soltarla inmediatamente asustado de sí mismo.
Pero el deseo era más fuerte que él ,así que la tomó por los hombros y sujetándola de las muñecas subió sus brazos y se los pegó a la pared.
Teniéndola presa de aquella manera tan pasional y salvaje
se detuvo a contemplarla con ojos cargados de rencor y deseo culposo .
Cuando ya no pudo controlar más su excitación  comenzó   a desvestirla lentamente, como si cada prenda fuera un recordatorio de sus propias faltas,pero aún así continuó y llamó su propia atención ,la ternura con que lo hacía .Fue entonces cuando se perdió  en aquella imagen fascinante .
Any se encontraba desnuda frente a él ,con el agua resbalando por sus senos y descendiendo como una cascada por su vientre, hasta llegar a su sexo palpitante.
Armando ya totalmente perdido en un paraíso de deseo ,tomó su nuca y acercó su rostro al suyo, mientras mordía suavemente sus labios carnosos y exploraba con su lengua cada rincón de su boca, buscando aplacar las voces en su cabeza que le susurraban todo tipo de palabras contradictorias , a las cuales en un grito silencioso de piedad  les ordenó  callar ,para luego caer bajo la pasión abrumadora sin pensar en nada más .

Extasiado por aquella maravillosa sensación comenzó a bajar por su cuello y recorrió con su lengua cada centímetro de su cuerpo.
Los gemidos que Any dejaba  escapar lo hacían sentirse poderoso y exitado  aún más de lo que ya estaba.
Le gustaba la sensación de verla  rendida ante sus besos y entregada al placer de sus caricias.

Estaba disfrutando de aquel  momento como no recordaba haberlo hecho nunca antes.
Nunca creyó que pudiera existir un placer tan intenso y enloquecedor como el que sentía en ese momento.

Como un loco ,entrelazó el cabello de Any entre sus dedos mientras el agua tibia desprendía de ellos  un aroma afrodisíaco mezcla de flores silvestres y lavanda .
Armando aspiraba aquel perfume como si fuera el mismo oxígeno que da la vida.

Any se colgó de su cuello y Armando la levantó en sus brazos, mientras sin dejar de besarla la llevo hacia la enorme cama.
La colocó suavemente en el centro y comenzó a tomarla despacio , con delicadeza y sentimiento ,olvidando en ese momento el plan tan perfectamente trazado .Ese plan ,que según él ,no podía fallar.

La mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora