Al llegar a la hacienda, Sonia salió a recibirlos. Era una mujer de mediana estatura con el cabello blanco y una cálida sonrisa que intentaba ocultar algo más profundo. Cuando Any se acercó, la mujer inclinó la cabeza ceremoniosamente.― Bienvenida, señora Navarro. Soy Sonia y estoy aquí para servirla. ―dijo con una voz suave y respetuosa.
― Encantada, Sonia . Pero no me llames señora, simplemente llámame Any ―respondió Any con determinación, mientras le daba un beso en la mejilla.― Estoy encantada de conocerte, sé que has cuidado mucho a mi marido._
La mujer sonrió con complicidad.
― Es cierto, he intentado hacerlo lo mejor posible. Armando siempre fue un chico muy bueno, y ha sido fácil quererlo y cuidarlo como a un hijo._Any asintió, manteniendo una sonrisa educada en su rostro, aunque en su interior algo le decía que las cosas no eran tan sencillas como parecían.
"No dudo que de pequeño haya sido un buen chico, aunque en estos momentos no parece ser el hombre más amable", pensó Any, observando a la mujer con detenimiento mientras seguían conversando.
Sonia le dijo a Any con una amplia sonrisa :
― Pase usted, Any, le mostraré su futuro hogar. Espero que aquí sean muy felices juntos._
Armando escuchaba la conversación en silencio, con una expresión sombría en el rostro. Sin embargo, las últimas palabras de Sonia lo hicieron estallar de furia.
― ¡Ya es suficiente! ―exclamó de repente, tomando a todos por sorpresa,Sonia ,entremos a la casa. Basta de tanta ceremonia, esto no es una fiesta para nadie._
Los ojos de la mujer se abrieron enormes por el asombro al ver la reacción de Armando. ¿Qué estaba pasando? Conocía a Armando mejor que nadie y sabía que algo no estaba bien.
Ella percibió la tensión palpable entre la pareja y supo que algo más profundo estaba ocurriendo. Había una barrera invisible entre ellos, una barrera que amenazaba con separarlos aunque ellos y aún más Any se esforzaba por disimularlo .
_ La casa es muy hermosa _ dijo Any mirando a la mujer.
_Gracias Seño...perdón Any . El señor Armando me encomendó que todo estuviera perfecto para su llegada y me alegra que sea de su gusto ._
_¡Pues claro que es de mi gusto! Tienes un sentido de la decoración que es perfecto , te lo agradezco mucho debe de haber sido muy difícil para ti haber hecho tantas cosas._
Sonia se sorprendió cuando Any la abrazó con notoria sinceridad._Armando me había comentado que era una vieja hacienda y esperaba encontrarme con una casa hecha ruinas, dejó escapar una risa , estoy maravillada. _
Armando observaba desde lejos a las dos mujeres que conversaban animadamente y no podía creer lo que veía y escuchaba. Any parecía haber conquistado a Sonia desde el primer momento, al igual que lo que parecía haber sucedido con Pablo.
― Any, pase por aquí. Le mostraré la habitación matrimonial mientras mi esposo trae el equipaje ―dijo Sonia , indicando el camino.
Armando caminó con prisa y el ceño fruncido por la galería ,y en un segundo se encontró frente a ellas.
― Gracias, Sonia ―dijo Armando pero yo le mostraré la habitación a mi esposa . Tú no te preocupes, si quieres ya puedes servir el almuerzo. Nosotros iremos en unos minutos, ¿te parece bien, mi amor? ―agregó dirigiéndose a Any.
― Claro, señor Armando ,respondió Sonia sonrojándose.― Disculpe usted, me entusiasmé mucho con la conversación y olvidé que aún están de luna de miel_.

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La mentira
RomanceArmando, tras obtener su título de ingeniero en Europa, regresa a su país con la ilusión de visitar la nueva hacienda de su hermano. Al llegar, descubre que Carlos se había quitado la vida a causa de una mujer, quien le había exigido dinero y comodi...