En la calma de la madrugada, Any despertó sobresaltada . Al recordar la última noche que pasaron juntos , su corazón latió con fuerza y sus ojos se inundaron de lágrimas .
Comenzó a revivir en su mente una y otra vez el instante único que compartió con Armando. Aquel momento especial resonaba en sus pensamientos, se había dado entre ellos una conexión inexplicable como nunca antes, y el recuerdo de ella , la hacía estremecer.
La suavidad con la que se entregaron el uno al otro en ese acto de amor, los gemidos de placer y los susurros cargados de erotismo y pasión inundaban su mente. En ese instante, su esposo la transportó a un paraíso sublime, explorando cada rincón de su ser con una delicadeza y entrega total, dedicándose por completo a ella y olvidándose de sí mismo.
Any pudo ver claramente el enorme placer que él también experimentaba ,era un placer tan intenso como el suyo.
Cuando Armando supo que era el momento adecuado, la tomó despacio ,y suavemente comenzó a adentrarse en ella deleitándose con los gemidos eróticos que salían de su boca y resonaban sin inhibición alguna. Fue entonces que Any alcanzó un clímax profundo e inagotable que sacudió todo su cuerpo.Después de verla colmada de placer, él empezó a buscar el suyo propio del cual Any fue testigo después de unos minutos.
Ella lo pudo sentir claramente en la entrega vital que derramó en su cuerpo con cada movimiento profundo y exquisitamente perfecto.Pero había algo que revivía en su memoria con más intensidad , era la mirada de Armando tras el arrebato de pasión que los unió.
El en un silencio sereno, se recostó a su lado mientras su respiración, poco a poco, se aquietaba. Pasados unos minutos, alzó la cabeza y apoyó el codo en la almohada, arrimándose de costado para contemplarla en una quietud sin palabras.
Le alzó el mentón con suavidad obligando a sus ojos a encontrarse con los suyos.
Any se buscó a sí misma en el reflejo de sus pupilas, intentando descifrar la profunda y misteriosa emoción que aquellos ojos expresaban. Era una mirada inédita en él, distinta a todas las demás que le había brindado hasta entonces. En esos ojos danzaban emociones turbulentas que la dejaron aturdida y sin rumbo.Any intentó sostener la mirada, pero la intensidad la abrumó hasta sumirla en la incomodidad. Inclinó la mirada hacia abajo, dispuesta a levantarse. Fue en ese instante cuando Armando, firme, la sujetó del brazo impidiéndole escapar.
_No te vayas...tenemos que hablar_susurró con un tono fatigado. La perplejidad de Any se reflejó en su semblante, sin encontrar palabras que mitigaran su asombro.
_Escucha... he pensado mucho en lo nuestro , hizo una pausa mientras Any lo miraba ansiosa ,creo que lo mejor es que... tragó saliva y continuó ,lo mejor es que te vayas, lo nuestro no tiene futuro_,pronunció Armando bajando al fin su mirada con una solemnidad que la dejó estupefacta. Las palabras resonaron en el silencio, dejando a Any en un estado de desconcierto absoluto; nunca imaginó que aquella frase brotaría de los labios de Armando, sacudiendo con ella los cimientos de su vida.
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Armando, desde la cama de su habitación, se sumergía en la contemplación del impasible techo blanco, reviviendo una y otra vez la apasionada noche compartida con Any. Sin lugar a dudas y sin temor a equivocarse , tenía que aceptar que había sido la más sentida de sus experiencias sexuales.
Los susurros suaves de Any resonaban en sus oídos, envueltos en el recuerdo de sus caricias. Aquella noche marcó un quiebre en su existencia, un torbellino que lo arrastraba en una nueva dirección. Nada volvía a ser igual; ya su vida , sus proyectos, e incluso su anhelo de venganza se desvanecían en la neblina de lo ocurrido.
Se dio cuenta de que no podía continuar con su plan, era incapaz de cumplir la promesa hecha a su hermano. Pero...¿Acaso se había enamorado?
Sintió una presión en su pecho ante esa incógnita interna.
No, claro que no, se apresuró a justificarse; era obvio que estaba cegado por el torrente de placer desencadenado por su unión con Any. Era comprensible, se dijo a sí mismo, que cualquier hombre en sus circunstancias se sintiera confundido. Había explorado el cuerpo de su esposa con una intensidad que lo abrumaba y nublaba su juicio.Con el paso del tiempo, una vez ella estuviera lejos, las aguas volverían a su cauce y solo quedaría como un recuerdo desdibujado. Su sed de venganza, aunque truncada, había causado un sufrimiento considerable a Any, cosa que él muy a su pesar también lo había hecho sufrir.
Con esto consideraba cerrado un capítulo de su historia.
La decisión que había tomado era sin lugar a dudas la correcta , ella debía marcharse para que él pudiera comenzar a vivir su vida nuevamente ._____________
A lo largo de la semana, ambos procuraron evitar encontrarse, movidos por motivos similares pero razones diferentes. Any evitaba su presencia para no enfrentar su propio fracaso , mientras que Armando rechazaba cualquier posibilidad de que su determinación flaqueara. La innegable atracción que Any ejercía sobre él lo llevaba a resistir la tentación de poner a prueba sus convicciones.
Sin embargo , el sábado por la mañana , Armando no puedo evitar ver desde la ventana de su habitación un automóvil estacionándose en la entrada de la casa.¿Quién podía ser? No esperaba a nadie , menos a esa hora del día.
Contuvo la respiración ,esperando a que la figura en el vehículo descendiera.cuando lo vio la incredulidad invadió sus ojos .
Andrés , el hombre que menos esperaba ,había llegado a la hacienda . Su semblante palideció antes de transformarse en puro asombro.¿Cómo podía ser ?Que atrevimiento era ese?¿Quien se creía este individuo para presentarse en su casa sin previo aviso?
Con un torrente de furia creciendo en su interior salió de la habitación y se plantó frente a la puerta , justo cuando Any corría hacia la entrada.

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La mentira
RomanceArmando, tras obtener su título de ingeniero en Europa, regresa a su país con la ilusión de visitar la nueva hacienda de su hermano. Al llegar, descubre que Carlos se había quitado la vida a causa de una mujer, quien le había exigido dinero y comodi...