Capitulo 31

30 3 0
                                        

_¡Ven aquí, ¿a dónde crees que vas!?_ dijo Armando mientras seguía a Any y la tomaba del brazo.

Su esposa se soltó y continuó caminando, ignorando sus palabras.

_¡Any, te he preguntado a dónde piensas ir!._

Any se giró justo antes de abrir la puerta de salida.

_Te escuché bien, no entiendo por qué gritas. Voy a recibir a Andrés, quien acaba de llegar._

_¿Y qué hace ese hombre aquí?._ preguntó Armando, tratando de disimular su ira.

_Yo le he pedido que venga por mi, disculpa si no te avisé, pero no nos hemos visto últimamente y tampoco creí que fuera necesario. ¿Tienes algún problema con eso?_ dijo Any con determinación.

Armando se quedó sin reacción ante la actitud de su esposa. En ese instante, se dio cuenta de que esa mujer no era la misma que había tenido entre sus brazos una semana atrás.

Y era verdad.

Any estaba decidida. No volvería a doblegarse ni a intentar comprender los cambios abruptos de ese hombre que era su esposo. Desde ese momento, no daría explicaciones ni solicitaría permiso a nadie para nada,Armando ni nadie más no era su dueño. Ya no toleraría malos tratos ni humillaciones. La Any que él conocía no era la misma que lo enfrentaba ahora con la mirada firme y la determinación en los ojos.

_No me has respondido, ¿tienes algún problema con la presencia de Andrés aquí?_repitió amenazante

Armando intentó contestar, pero Any lo interrumpió.

_Espero que no, y te pido una sola cosa._

_¿Qué es?_ dijo Armando recuperando la compostura.

_Hasta que nos vayamos  , que dígase de paso será mañana mismo , actúa con respeto y deja de lado esa faceta salvaje ._
Con estas palabras, Any abrió la puerta y salió al encuentro con Andrés.

Armando se quedó sin palabras y regresó a su habitación. Por primera vez, se dio cuenta del alcance de sus acciones y las consecuencias de su enojo. Nunca pensó que Any decidiría marcharse tan rápido. Aunque le había dicho que era lo mejor, nunca imaginó lo que sería verla partir, y mucho menos con Andrés.

La idea de una vida sin Any en la casa lo atormentaba. ¿Por qué sentía ahora una profunda desazón si prácticamente la había expulsado de la casa?

Desde la ventana, observó cómo Any corría hacia Andrés y se fundía en un abrazo con él, escondiendo el rostro en su pecho.

Armando se pasó las manos por el rostro repetidamente y se miró en el espejo, golpeándolo con un puño tan fuerte que sus nudillos sangraron.

No quería que Any se fuera, no quería que otro hombre la tocara. Any era suya, sin importar las circunstancias.Había sido un error actuar impulsivamente, ella no podía irse, al menos no aún.

———————
_¡Andrés! ¡Qué alegría verte!_ Any lo abrazó y él la atrajo más hacia su pecho.

Any..._ Andrés cerró los ojos y aspiró su perfume, luego de unos instantes la apartó para mirarla fijamente. _Estás hermosa, te he echado de menos. ¿Cómo has estado?_

Any miró a Andrés y luego bajó la mirada.

_¿Estás bien?_ preguntó Andrés, notando su evasión.

_Sí, todo está bien, ha sido difícil pero estoy bien._ Any respondió, tratando de ocultar sus verdaderos sentimientos.

_¿Estás segura?_ insistió Andrés, leyendo entre líneas.

La mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora