Capitulo 40

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El Sr. Rachetti era un hombre sumamente sencillo y amable. Él y su esposa llevaban casados 35 años y tenían dos hijas. Su historia de amor era un ejemplo de vida y parecía sacada de una telenovela,pues Sandra, la esposa de Rachetti, conoció a este cuando el apenas tenía 22 años y ella 20. Rachetti había enfermado de un extraño virus en la médula que a esa edad lo dejó inválido, por lo que sus padres contrataron a Sandra una vez se graduó de enfermera
,para cuidarlo en su hogar.

Durante dos años, Sandra se dedicó a tiempo completo a su atención, y en ese lapso surgió entre ellos una atracción profunda que se transformó en un amor aún más intenso. Se casaron cuando Rachetti aún no podía caminar, y después de tres largos años, gracias a la incansable ayuda de Sandra, Rachetti logró recuperarse hasta volver a caminar normalmente. La invalidez de él nunca fue un obstáculo para su amor; incluso después de tantos años, seguían mostrando un afecto palpable. Any se emocionó hasta las lágrimas al escuchar esta historia y anhelaba que alguien la amara de la misma manera, mientras Armando por su parte, sintió lo mismo y tuvo que hacer un esfuerzo para contener su emoción.

_La cena estuvo exquisita, Sra Rachetti ; cocina usted realmente bien._

_Querida, llámame Sandra y no emplees el usted;_ no creo ser tan mayor como para no permitirte tutearme._Sandra hizo un gesto teatral de enojo y luego sonrió .

_Disculpa, Sandra, dijo Any ruborizada,no quise hacer que te sintieras vieja; ustedes tienen una vitalidad envidiable son realmente admirables y el amor que se tienen es maravilloso._ Rachetti miró a su esposa con ojos llenos de amor y ella le respondió con una dulce sonrisa.

_Creo que no tienes nada que envidiarme, querida. Se nota que tu marido está locamente enamorado de ti por la forma en que te mira. ¿No lo crees, Adolfo?_ Any volvió a ruborizarse y bajó la mirada tímidamente.

_Así es, querida. Se nota que son una matrimonio que se ama y me alegra mucho por ustedes , el amor y la familia son lo más importante en esta vida ,dijo Adolfo mirando con una sonrisa a Any y Armando que permanecían en silencio mientras la culpa por el engaño los consumía _Algún día sus hijos serán afortunados de tener unos padres tan enamorados ,y estoy seguro que crecerán en una familia hermosa_.

Armando tomó la iniciativa y contestó: _Gracias, Adolfo. Realmente deseamos que así sea. Pensamos en tener varios hijos, ¿verdad, mi amor?_ Dijo mientras tomaba la mano de Any sobre la mesa , Any se estremeció al sentir el contacto de su mano en la suya y asintió con una sonrisa.

_Adolfo sin dejar de mirarlos agrego :_ Así será. Si se aman, así será,_repitió. Luego, miró a su esposa. _Mi amor, debemos dejarles descansar. Nosotros también iremos a dormir, mañana seguiremos hablando y les mostraré el establecimiento. Nos retiramos. Espero que estén cómodos en la habitación,si necesitan algo, solo díganlo muchachos._ dijo Alfonso levantándose de la mesa .

_Gracias por toda su hospitalidad_dijo Any .

_Una velada maravillosa,agrego Armando , realmente apreciamos su amabilidad y la calidez de su hogar._ Any miró a Armando con fingida complicidad antes de dirigirse a los anfitriones. _Que descansen y nos vemos mañana. Buenas noches._

_ Es un placer tenerlos aquí, dijo Alfonso ,que descansen ._

Cuando el matrimonio desapareció por la puerta del amplio comedor , Any se cruzó de brazos y sacudió la cabeza .

_¡No puedo creer que les estemos engañando! Son personas excelentes y no merecen lo que les estamos haciendo. Realmente me siento muy mal, no sé cuánto más podré soportar esto_.

Armando guardó silencio; no se sentía tan culpable ya que todo lo que había dicho era verdad. Amaba a Any y anhelaba construir un hogar auténtico con ella, tener hijos y formar una familia .

La mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora