Capitulo 41

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Armando entró en la habitación sin encender la luz, se sentía sumido en una profunda decepción por cómo había transcurrido la noche. Había imaginado que todo sería diferente , tal vez no perfecto, pero al menos no tan desolador. Any le había revelado sin rodeos  que ya no lo amaba y que su resentimiento hacia él sería eterno.

No le echaba la culpa. Sin embargo, le habría gustado preguntarle qué hubiera hecho ella en su lugar, cómo se hubiera enfrentado al golpe de perder a la única familia que le quedaba, de ver su futuro desaparecer en un instante y quedar sumido en la oscuridad .

Pero no lo hizo, mantuvo silencio. Ya no veía sentido en hablar. Había visto a Any tan decidida a divorciarse que no quería engañarse pensando que tal vez ella quería arreglar las cosas.
Cansado se quitó la camisa y se recostó en la cama ,le pesaba el cuerpo , pero más el alma . Ya no sabía qué más hacer para que Any sintiera aunque más no fuera un poco de afecto ,y así tener la esperanza  de que con el tiempo ese afecto pudiera convertirse en amor .Durante la cena se había olvidado que todo era una farsa y había disfrutado la conversación sobre el futuro, la familia y los hijos , pero Any al salir al jardín lo había traído a la realidad.

¿Qué más podía hacer ? , ¿cuanto más rogaría amor? . Debía aceptar que su destino no era estar junto a la mujer que amaba , que no formaría con ella una familia y que se quedaría solo anhelando lo que había tenido y perdió por trazar una venganza tan macabra.

Cuánto daría por tener a Any junto a él en ese momento  , recostada a su lado entregada a sus caricias .
De solo imaginarlo su deseo creció firme y ardiente ,la sangre en sus venas recorrió velozmente su cuerpo y sintió el latir de su corazón en las sienes.

Pero una vez más el recuerdo de su hermano vino a su memoria.Hubo un tiempo en que además de estar enojado con la mujer que lo había llevado al suicido también se había enojado con Carlos por tanta debilidad.

Pero ahora  podía entenderlo, no es que él pensara en quitarse la vida, pero esta por el momento ya  había perdido el sentido ,  esa noche también perdió hasta la ilusión de levantar su negocio , no tenía las fuerzas  suficientes . Hacía poco más de un año desde aquella llamada a su hermano e inmediatamente después  su muerte  , estaba exhausto , su corazón había pasado por todo los sentimientos que una persona podía sentir ,dolor,rabia,odio, pero el que más lo había destruido había sido el amor .

Se rendía , bajaba los brazos, le daría el divorcio a Any y se alejaría de ella para siempre , ya no quería hacerle más daño y tenía claro que con está farsa la seguía   haciendo sufrir .

Esta noche  pondría fin a todo  , ni siquiera la haría pasar por malos momentos , no le diría la verdad de sus sentimientos , igual ,de que serviría malgastar su tiempo en explicar algo que ella nunca creería . Luego volvería a su casa donde sus tristes recuerdos lo esperaban para atraparlo para siempre.

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Any entro en la habitación  que los Rachetti habían preparado para su estadía .Emanaba de ella un aura de romance y encanto desde el primer momento en que se traspasaba su puerta.

Los muebles de madera oscura, parecían abrazar la delicada y amplia cama adornada con sábanas de encaje y almohadas suaves como nubes.

La luz de la luna ,que entraba por las ventanas ,se colaba a través de las cortinas de tul blanco mecidas por la suave brisa  ,y danzaba en las paredes creando sombras que parecían murmurar secretos de amor ,mientras las flores nocturnas perfumaban el aire con su dulce fragancia.

Era como si la habitación misma respirara romance en tan intrincado juego de amor y mentira convirtiéndose en un refugio envuelto en un halo de pasión y misterio donde el tiempo parecía detenerse concediendo un espacio para explorar la verdadera profundidad de los sentimientos disfrazados bajo la fachada de un matrimonio perfecto.

Any al ver a Armando dormido entre las blancas sábanas con el torso completamente desnudo y tan solo con su pantalón vaquero  , sintió un fuego recorrer su cuerpo,  y es que en estos seis meses lejos de su marido el deseo había visitado muchas  veces sus noches solitarias llenas de recuerdos .Camino silenciosa y se detuvo a los pies de la cama mientras lo miraba.Siempre  le había gustado su marido ,desde el primer día que  que lo vio, aún recordaba aquella vez ,nunca se había sentido tan atraída por un hombre hasta aquel momento.Esbozó una lastimera sonrisa y contemplo a aquel hombre que la hizo sentirse viva y a la vez le quitó la vida con su mentira .

Sacudió la cabeza y luego bajó la mirada.
No podía perdonarlo , lo intentaba pero no podía.

Se quedó así por unos segundos y luego se dio la vuelta para marcharse , no iba va a quedarse en la misma habitación que él .
¡Al diablo con las apariencias!, el juego terminaba aquí,  ya no estaba dispuesta a seguir fingiendo .

_No te vayas_, escuchó la voz de Armando detrás de ella y sorprendida se detuvo.

_No puedo quedarme_, dijo mientras se daba la vuelta y lo miraba.

_Quédate. Si lo que evitas es estar conmigo, yo me iré. Descansa y mañana terminaremos con esto_, dijo Armando mirándola fijamente.

Anny se sintió desconcertada, pero aún así le sostuvo la mirada. Fue entonces cuando se perdió en sus ojos verdes; ya no tuvo más noción del tiempo y espacio, y a decir verdad , en ese momento tampoco le interesaba tenerla.

Él caminó hacia ella sin dejar de mirarla, y ella se quedó allí, parada, hipnotizada por aquella mirada que la hacía olvidarlo todo.

Como ambos habían reconocido, la atracción que sentían uno por el otro era innegable.

Armando se paró frente a ella y la tomó por la nuca, enredando su cabello entre sus dedos, mientras con la otra mano acariciaba su ardiente mejilla. Luego se acercó despacio a su boca y le rozó los labios. Ella dejó escapar un gemido de placer y esto disparó aún más su virilidad . Armando quitó entonces la mano de su mejilla y la deslizó hacia su espalda, atrayendo su cuerpo hacia el suyo.

Anny sintió el calor de su pecho desnudo y el roce de sus bellos en su piel.

Y la locura comenzó.

Armando le levantó la fina blusa y recorrió con su mano tibia la espalda húmeda de Anny que se pegó aún más a él ,mientras sin pensar en nada, comenzó a recorrerle el pecho con sus besos.

Su boca buscaba con desesperación los puntos sensibles de su marido mientras sus manos recorrían su piel buscando más , por su parte Armando comenzó a desvestirla. Prenda por prenda fueron cayendo y la desnudez de ambos fue total. Con habilidad, la levantó en brazos y la depositó en la cama. Sin palabras, la inmovilizó y estiró sus brazos hacia los barrotes del respaldo. Anny se agarró de ellos mientras respiraba agitada y se dejaba llevar. Todo era perfecto; ambos parecían estar en sincronía total mientras se daban placer mutuamente. La luz de la luna iluminaba sus cuerpos y la brisa acompañaba refrescando sus cuerpos ardientes por el deseo.

Después de aquel juego sensual y perfecto, el deseo los envolvió por completo. La prisa por alcanzar el éxtasis los llevó a fundirse en un solo ser y, entre gemidos y susurros arrolladores, llegaron a la inigualable sensación de plenitud donde la vida palpita en su estado más puro.

La mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora