🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕𝒆𝒆𝒏🛍

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— Aquí te manda JimSi.

Dael hizo una mueca de asco al ver el almuerzo que uno de los hombres de su hijo dejó sobre la cómoda.

No es que se viera mal, simplemente le causaba náuseas debido al desorden alimenticio que tenía gracias a las drogas que había estado recibiendo desde hace mucho tiempo.

Jamás creyó admitirlo, pero tanta cocaína ya lo había empachado hasta que llegó a un punto en el que ni siquiera podía verla.

— ¿Dónde está JimSi?

— Está ocupado justo ahora.

Asintiendo bajó la cabeza y empuñó la colcha sutilmente al ver la puerta abierta. Desde que estaba en esa casa, no había salido de esa habitación y eso provocaba un aburrimiento en él.

— ¿Sí? ¿Qué?

Bien callado y con las mejillas rojas por haber morboceado las piernas del chico, levantó levemente la cabeza para intentar escuchar de lo que estaba hablando por celular.

— Voy para allá, no lo sueltes.

Cuando el chico se dio la vuelta para salir de la habitación rápidamente, él pudo haberse fijado en el buen trasero que tenía, pero prefirió fijarse en que, por salir tan rápido, no se dio cuenta de que no le puso el seguro a la puerta, y las órdenes habían sido de que debían mantenerlo encerrado para que no escapara.

— ¿Sales y te arriesgas a que te maten o te quedas y almuerzas? — Murmuró — Tengo razón, salgo.

Sonriendo se levantó de la cama y corrió hacia la puerta par sacar la cabeza y cerciorarse de que no hubieran moros en la  costa, o sea que no hubieran hombres en los pasillos.

Al ver que no había nadie, salió de la habitación y como ya conocía esa casa debido a que había sido de su hermano mayor, caminó hasta el final del pasillo contrario a la salida de las escaleras, pues ahí estaba un pasillo secreto que daba entrada a la otra parte de la casa que no se veía a simple vista.

— Me siento como un gatito curioso — Rió — O un ratón que puede ser atrapado por un gato.

Tras bajar por las largas escaleras del pasillo, abrió la puerta que estaba en frente con suma lentitud para que no lo atraparan si es que a caso habían hombres detrás de ella.

— Aquí está más desolado que el corazón de YajaTzael.

Seguramente, no habían personas custodiando esa zona porque era un lugar prohibido que estaba hasta lo más profundo de la mansión, por lo que no debía ser necesario, así que decidió dirigirse hacia uno de los pasillos para curiosear y distraerse un poco.

— Ahora que lo pienso, aquí me podría esconder y...

— Ah~ Mierda, YajaTzael...

¿Cómo?

Jodidamente confundido por lo que había escuchado, caminó con lentitud hacia donde había una cantidad de ruidos obscenos.

Bien.

— Me encanta la forma en la que me estás pagando.

Esa, en definitiva, era la voz de JimSi, pero no entendía por qué había dicho el nombre de su hermano.

— YajaTzael~

No podía ser cierto, su hermano no podía estar teniendo algo con su hijo.

— No seas malpensado — Susurró — Primero averiguas y luego reaccionas, ¿bien? Bien.

Cogiendo múltiples bocanadas de aire y haciéndose un sin fin de ideas de lo que podría encontrar cuando abriera la puerta, se dirigió hacia una de las últimas habitaciones, que es en donde provenían los ruidos y con el valor que no tenía, tomó el pomo y lo giró hasta notar que no estaba el seguro.

🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora