🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒇𝒊𝒗𝒆𝒕𝒚 𝒐𝒏𝒆🛍

390 47 10
                                    

— Tus chistes son malos, rubio.

— Mis chistes no son malos, eres tú el problema, señor amargado.

YoonGi negó en cuanto dejó el café servido sobre la mesa. Agust, por otro lado, seguía riéndose de su chiste que, en realidad, sí fue bueno, solo que él era tan amargo que no le encontraba sentido ni a la vida.

— Ya la edad te está golpeando,  ya vas a llegar a los treinta.

— Vamos a llegar a los treinta, te recuerdo que somos gemelos, rubio oxigenado — Aclaró — Eso significa que tenemos la misma edad, por si no lo sabías.

— Puede que físicamente tengamos la misma edad, pero no mentalmente.

— En eso estoy de acuerdo, tú tienes cinco años.

— Sí... Espera, ¿qué?

Él encogió los hombros con una sonrisa burlona por las quejas de Agust, pero luego esa sonrisa y esas quejas quedaron por allá en cuanto Zael entró a la cocina de una manera extraña.

Mientras ambos tomaban café, observaron su rara forma de caminar, era como cuando ellos le daban una buena cogida a sus novios y terminaban cojeando por el dolor en las caderas.

Tratando por todos los medios de no lanzarse a reír, se voltearon a ver entre sí y después volvieron a ver a Zael, quien tímido se sentó en la silla luego de gemir de dolor por la fricción.

— No sé tú, rubio, pero para mí que YajaTzael le dio como cajón que no cierra.

Zael, bastante avergonzado y tímido por sus burlas, bajó la mirada hacia sus dedos y empezó a jugar con ellos mientras tenía las mejillas tan rosas como el cabello de JiMin.

— Si desde aquí puedo ver las marcas de dientes en tu cuello, tío.

— Deja eso, mira los rasguños en sus brazos — Se burló YoonGi — Si así está tu cuerpo, no me imagino cómo debe estar tu trasero.

Tanto él como Agust empezaron a reírse de Zael, pero entonces entró YajaTzael con una cara tan seria y enojada que ellos dejaron de reír al instante y solo apartaron la mirada hacia las interesantes flores artificiales que estaban a un lado.

— Como te decía, YoonGi, esas flores no las encuentras ni en los panteones.

— Me encantan los colores, te dan esa sensación de vida y eso.

Ellos trataron de disimular lo mejor que pudieron y lo lograron de cierta forma, así que de manera disimulada llegaron a ver a YajaTzael, es que éste se veía tan enojado y tan serio, como si hubiera despertado con el pie izquierdo.

— Buenos días...

— Cállate antes de que te golpee.

Entre gruñidos, YajaTzael se sentó a la par de Zael, quien se hizo pequeño en su sitio en cuanto giró la cabeza para verlo con esa misma seriedad.

Resulta que Zael había terminado con él solo porque la noche anterior lo había puesto en su sitio. Le hizo trizas cada maldito juguete sexual que tenía, también lo hizo trizas a él, nunca se había portado tan animal y tan bestia como la noche anterior en la que lo tuvo que amarrar a la cama para que no saliera huyendo, pues supuestamente estaba siendo brusco.

¿A caso no había querido sexo?

Eso fue lo que él le dio a Zael, la mejor follada de su vida, pero éste más bien lo terminó por su bestia forma de portarse, como si no supiera que los Park eran bestias.

— Bueno... Vámonos, rubio, no debemos juntarnos con tanto malhumor.

Bien.

Está bien.

🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora