🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒔𝒊𝒙𝒕𝒚 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒆🛍

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— Aww, gracias, papi.

Como agradecimiento por el delicioso desayuno que YajaTzael le dejó en la mesa, JiMin le regaló un besito en los labios mientras JiMmy se sentaba para tragarse todo si nadie reclamaba su plato.

— Antes que nada, buenos días a ti también, JiMmy.

— Lo único bueno que está aquí es la comida... bueno, y tú también, YajaTzael.

El mayor, ya acostumbrado a su lado pervertido con él, se sentó en medio de los dos para empezar a desayunar, pero primero quiso dejarle un beso en la frente como buenos días, mas solo se llevó un manotazo en la mejilla porque ya sabía que no le gustaban los besos y esas cursilerías, a menos que él los pidiera.

— ¿Y tú no tienes planes de salir hoy? Lo digo porque no te veo bañado, tienes el cabello más alborotado que mis hormonas, la cara adormecida — Se burló — También llevas puesta la camisa de YajaTzael. Tus piernas se ven divinas y me dan ganas de manosearlas, pero ese no es el caso.

— ¿Por qué eres tan pervertido? Logras asustarme.

— No lo sé, pregúntale al depravado que tienes como padre.

JiMin frunció el entrecejo, se acercó a YajaTzael para abrazarlo por los hombros y dejarle unos cuantos besos en la mejilla mientras él le quitaba la comida tras parecer más entretenido en todo menos en el desayuno.

— Yo saldré con Agust y después iré a ver al llavero andante que a veces habla más que la gran puta — Comentó — Yo me pregunto de dónde saco la paciencia para lidiar con él y contigo.

— ¿Ah? Yo soy el que tiene paciencia contigo y...

— ¡Park JiMin!

— Ya se me jodió el desayuno, a la gran puta.

YajaTzael lanzó el planto al piso cuando YoonGi entró a la cocina con un gesto decidido a no irse de ahí hasta que JiMin volviera a ser su novio, pero éste solo se cruzó de brazos y apartó la mirada con el ceño nuevamente fruncido, eso mientras que JiMmy comía como si la presencia de YoonGi no fuera realmente importante para él.

Para ser sinceros, no lo era.

— ¿Y usted qué hace aquí, Judas?

— Vengo a hablar contigo, a solas, sin esquizofrénicos a la vista.

YajaTzael lo imitó entre muecas, después le enseñó un cuchillo como advertencia de que lo iba a degollar dentro de dos segundos, así que YoonGi no quiso acercarse porque sabía que lo haría, pero el traidor de JiMmy lo agarró de la muñeca y lo obligó a sentarse a su lado solo porque quería ver sangre tan de mañana.

— Usted y yo ya no tenemos nada que hablar, señor Min. Usted me dejó claro que ya lo tenía cansado, que yo era una fresita engreída — Recordó JiMin — Y esas estupideces. Mi amor hacia usted ya se evaporó como el buen humor de mi papi, fíjese.

— El primera, YajaTzael nunca está de buen humor y en segunda, tú también habías dicho que ya estabas cansado de mí.

— Bueno, ¿quién no? Digo, eres estúpido, retrasado, torpe, tonto y estúpido — JiMmy comentó — Lo único interesante que tienes es la cara y eso a veces ni te ayuda, así que... ya sabes.

— No, hombre. Gracias, cuñado, por tus palabras.

— Para eso estamos, cuñado.

De mala gana, YoonGi le jaló un mechón de su sensible cabello, por lo que se ganó un golpe en la espalda de su parte por atrevido. JiMin, por otro lado, solo se estaba revisando las uñas porque ellas sí merecían su atención.

🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora