🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)

🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒇𝒐𝒖𝒓🛍

— Koa... ¡Baelly!

Koa entró a la sala ante el llamado de JiMin, quien rápidamente se levantó del sillón al verlo.

— Necesito que me hagas un favor.

— ¿Qué necesitas?

— Que investigues a Shin JiMin y qué relación tiene con Min YoonGi — Respondió — No lo sé, puedes preguntarle a tu hermano.

— Así como yo no puedo decir absolutamente nada de lo que pasa fuera y dentro de esta casa, SaiDy tampoco puede — Informó — Es un trato entre clanes.

JiMin bufó de brazos cruzados.

— Investiga a parte, entonces — Ordenó — No sé cómo le harás, pero yo necesito que me des toda la información de esa tipa.

— Está bien — Koa asintió — ¿Hay fecha límite?

— Para mañana.

Tras responder, JiMin volvió a sentarse en el sofá.

— Lo único que sé es que ella frecuenta seguido una cafetería que queda en el centro.

— ¿Y se le ha visto con el Señor Min?

Rápidamente y con demasiado interés se puso nuevamente de pie para acercarse al mayor.

— Solo un par de veces — Contestó — Lo que sí se le ha visto mucho es el interés que muestra para con YoonGi.

JiMin tensó la mandíbula y se mordió, literalmente, la lengua ante el ataque de celos que estaba teniendo.

— ¿Quieres que la mate?

— No, Baelly, yo me haré cargo de ella — Respondió — Tú solo encárgate de traerme toda la información.

— Lo haré.

— Está bien, puedes retirarte.

Koa asintió y luego buscó salir de la sala, fue ahí en donde él tomó el adorno de cristal que estaba en la mesa y lo estrelló contra la pared.

— Así que esa maldita puso sus asquerosos ojos en mi hombre.

Maldición.

Estaba tan enojado, tan malditamente cabreado.

¿Cómo esa tipa de atrevió a poner su interés en YoonGi?

— Juro que la voy a matar — Masculló — El Señor Min es mío.

— YoonGi dejó de ser tuyo el día en que tú decidiste no escucharlo.

Suspirando se giró para ver a YajaTzael, quien se sentó en el sillón con una copa de vino en la mano y un cigarrillo en la otra.

— Ya, papá, déjame solo.

— Esta es mi casa, yo puedo estar en donde se me pegue la gana.

Él, con un suspiro se dirigió hacia su papá para sentarse en sus piernas y dejarle un beso en los labios.

— Lo siento, sé que no te gusta cuando me porto así contigo — Murmuró — Es solo que es difícil, ¿sabes? He pasado estos dos años intentando acercarme, pero ahora es el señor Min quien no me quiere escuchar.

YajaTzael podía ser toda la porquería que todos quisieran, pero si hay algo que nunca dejaba pasar por alto es el abrazar a uno de sus hijos cuando más lo necesitaban.

Sonrió porque recordó que JiMmy muy pocas veces se dejaba abrazar por él, solo se dejaba cuando estaba triste o cuando estaba muy feliz. JiMin, en cambio, era más mimoso y empalagoso, por lo que siempre estaban abrazados y a pesar de que él creció, esa maña nunca se le quitó.