🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)

🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒆𝒍𝒆𝒗𝒆𝒏🛍

JiMmy apretó los ojos y empuñó las manos contra la pared cuando uno de los tantos hijos de puta que abusaban de él, llegó a eyacular su asqueroso semen dentro de él.

— Eres tan estrecho.

" No llores, no lo hagas frente a él "

— ¿Te gustó, perrita?

Con asco se estremeció cuando ese idiota aspiró su cuello mientras salía de él como si no hubiera cometido una violación.

" Resiste  y déjalos. Luego les demostrarás con quién se metieron "

— Ese tatuaje que tienes ahí es muy sexy.

Se mordió la lengua justo cuando la mano del tipo se estrelló contra uno de sus glúteos, justo en donde estaba el pequeño tatuaje que Agust le había hecho en su segundo aniversario de novios.

" Tú puedes. Park JiMmy siempre puede y no les darás el gusto de verte llorando, ni mucho menos rogando "

— Tienes una increíble fuerza de voluntad, niño.

Maldición.

No hizo absolutamente nada tras sentir cómo su oscuro cabello era empuñado hacia atrás para sufrir de múltiples mordiscos en el cuello.

— Tu hermano me dio un trabajo — Susurró el mayor — Hacerte llorar.

Carajo.

Apretó nuevamente los ojos y por todos los medios se tragó el gemido de dolor que quiso soltar su garganta cuando su frente fue estrellada contra la pared hasta provocarle una rajadura que de inmediato empezó a sangrar.

— ¡Debes llorar! ¡Llora!

Una vez más, fue estampado contra la pared, pero esta vez sus sienes sufrieron daños, pero  no dejó salir sus lágrimas.

No iba a llorar, por eso se aguantó las lágrimas.

No iba a gritar, por eso se mordió la lengua.

No iba a rogar, por eso pensó en su hermano, en su papá, en su novio, en su familia.

Tampoco se dejaría pisotear, por eso pensó en todo lo que ha pasado desde niño, porque si había soportado que su propio tío lo violara, podía con eso y más.

Bien.

Admiraban su fuerza de voluntad, demostraría su fuerza de voluntad una y otra vez.

No se iba a rendir, eso no estaba en su vocabulario y no estaría.

— Mayth, JimSi no tarda en venir, déjalo ya.

Cuando uno de los hombres entró al sótano, el tal Mayth se alejó de él y aunque quería dejarse caer al piso por lo agotado que se sentía, decidió seguir en pie porque no le daría el gusto a ninguno de esos imbéciles de verlo débil, así solo cuatro personas podían verlo.

— Nos vemos más tarde, todavía no termino contigo, niño.

— " JiMmy-Ah, en serio te admiro "

— " Que tu hermano menor diga eso, es simplemente hermoso "

Con un dolor en la cabeza, con heridas grandes en su rostro, con hematomas en su abdomen a causa de los pellizcos, con sangre saliendo de su esfínter por la brutalidad con la que fue abusado y con su orgullo más que herido, incluso con todo eso, sonrió al imaginar a su familia.

Con fuerza se apoyó en la pared e ignorando el dolor en su cuerpo, se subió los gastados pantalones y ya luego se dejó caer al piso.

— Este no es el estilo de Park JiMmy.