🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒇𝒊𝒗𝒆𝒕𝒚 𝒔𝒊𝒙🛍

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Por dos millones setecientas cincuenta y nueve mil doscientas cuarenta y seis vez, Dereck hizo una reverencia en cuanto entregó un rollo de wones al hombre que estaba frente a él.

— Gracias por haber soportado tanto.

Bien.

Lo que estaba sucediendo en sí era un poco de justicia. Dereck había mandado a sacar todo el dinero, toda la fortuna que SooLiman tenía en todas sus malditas cuentas, eso era para recompensar a cada hombre que tuvo que trabajar para él de manera obligada.

Se encontraba dando un millón de wones a cada uno de esos hombres, más una disculpa por tardar tanto en hacer justicia.

SooLiman estaba encerrado en una de las habitaciones, siendo custodiado por uno de los caníbales que habían encontrado para hacer la parte sucia mientras Alexander estaba viendo todo a un lado de Dereck, pero más entretenido en comerse las verduras cocidas que le habían preparado.

— Muchas gracias por soportar tanto.

Lo que tenía planeado era esperar a que Dael y JimSi llegaran a su total recuperación para que todos los Park, sin omitir ninguno, fuera testigo de cómo Dereck SooLiman tenía una de las muertes más horribles de todas, solo era cuestión de esperar y listo.

— Gracias a todos por ayudarme a derrotar a SooLiman, sin ustedes no habría sido posible — Sinceró — Espero que sean felices y puedan vivir en paz de ahora en adelante.

— Las gracias son para ti, Dereck, fuiste tú quien nos dio la oportunidad de vivir en paz.

Cuando todos los hombres le hicieron una reverencia como agradecimiento y luego de que empezaran a salir por la puerta para disfrutar de la libertad que por años no tenían, él se dirigió a Alexander y sonriendo lo abrazó.

— Muy pronto nos iremos de aquí tú y yo, Alex — Prometió — Muy lejos porque... porque ahora solo somos tú y yo.

Alexander movió la cabeza en forma de afirmación, pero sin dejar de comer esas deliciosas verduras. Él, más bien, sonrió mientras le acariciaba el cabello con cierta nostalgia.

Al final, Alexander solo lo tenía a él y él solo tenía a Alexander.

— Alex muy pronto cumplirá veinticuatro años.

— ¿Sí? ¿Y qué quieres de regalo?

Él dejó la taza con las verduras a un lado para poder tomar las manos del menor y brindarles calor corporal, calor de hermanos.

— Que Dereck deje esa sonrisa rota y sonría de verdad.

El menor cree que él no se daba cuanta de lo roto y vacío que estaba por dentro, pero la verdad es que lo notó desde la primera vez que lo vio, en que vio ese brillo de nostalgia en sus ojos color miel.

Parecía fuerte, pero solo era un niño que nunca tuvo el amor verdadero de un papá o de una mamá, tampoco de un amigo, así que se entendía muy bien.

— En cuanto SooLiman tenga su merecido y nos vayamos de aquí, yo juro que voy a sonreír de verdad.

— ¿Lo prometes?

— Te lo juro.




















— Te lo juro

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— ¿JimSi-Ah me está haciendo ojitos?

JimSi soltó una risita, después sonrió con las mejillas rojas y calientes mientras hacía el típico coqueteo con las pestañas, eso era única y directamente para Lee, pues era su novio y se merecía todo el amor de mucho más del mundo.

— JungHyungie, yo tuve un sueño, ¿sabes?

— ¿Sí? Cuéntame, cuéntame. Quiero saber.

Lee asintió con una sonrisa, bastante curioso por el sueño que JimSi tuvo y feliz de saber que se lo contaría, pero el pequeño susodicho solo dejó los regordetes deditos sobre uno de sus muslos, luego empezó a pasarlos hacia arriba, hasta que quisieron llegar a un lugar en específico que él y su cordura no permitieron en lo absoluto.

Carraspeando posó su gran mano sobre la gordita de JimSi para poder alejarla, haciendo así que el dueño de tal manita soltara un quejido por no haberlo dejado.

— Ya sé a dónde quieres llegar, así que desde ya te digo que no tendremos eso por ahora — Notificó — Estás muy delicado y no pienso arriesgarme a que te agites de más.

— Pero...

— Soy el mayor, así que he dicho.

Para que la autoridad que no tenía se viera aunque sea un poquito creíble, se cruzó de brazos y dejó la mirada en el piso, incluso cuando sintió que un travieso JimSi se apegaba a él para meter la mano bajo su camisa y así tocar directamente los cuadros de su abdomen.

— Soy humano y tengo mis necesidades, Lee JungHyung, eso significa que verte es una tentación — Susurró el menor — Eres tan guapo, tan sexy y caliente. Tan precioso...

— JimSi-Ah, aléjate de tus hermanos, te están pagando sus... barbaridades — Asintió — Deja de pensar en eso y mejor siéntate para comer.

— Uh, es que te quiero comer a ti.

¿Cómo fue?

Luego de escuchar tal suciedad, sus ojos se abrieron de golpe y con las mejillas calientes de la vergüenza ajena, se descruzó de brazos para buscar cómo alejarse del menor, pero entonces terminó cayendo de la camilla y nada más.

— ¿Qué te pa-pasa? JimSi no es así.

— Ya, JungHyung, solo tuve un sueño y quería darte una descripción gráfica — JimSi rió — Algo así como que yo me arrodillaba frente a ti, metía a mi boca tu...

— ¡Park JimSi!

— Ay, lo siento. Es que tengo fiebre y creo que eso me está afectando.

Después de negar igual de avergonzado, se levantó del piso para acercarse al menor y tocarle la frente en busca de cerciorarse si tenía o no.

— Estás un poco irritado, voy a llamar a DaJatza.

Bastante preocupado por el estado de JimSi, se dio la vuelta para ir con DaJatza e informarle el asunto, mas al dar un paso, JimSi lo sujetó de la mano y al voltearlo, lo agarró de la camisa para ponerlo a su altura y así darle un fogoso beso.

—  Te amo, Lee... mucho, mucho.








🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora