🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒚 𝒇𝒊𝒗𝒆🛍

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Park YajaTzael podía ser el humano más despreciable posible, aquel que hablaba y la cagaba cuando se dejaba llevar por el enojo, el mismo ser sádico que lastimaba a todo mundo que se le enfrentara, pero incluso Lucifer tiene debilidades y la de él eran cuatro, los mismos que tenían su corazón dividido en esas cuatro partes.

Sí.

¿Era muy pronto para decir que, incluso si JimSi hizo muchas cosas malas, él ya le había tomado cariño con tan solo unas cuantas horas hablando?

Ahora se daba cuenta de que JimSi solo había sido un niño roto y lastimado por su propio padre, humillado por los demás y despreciado por todos, esa fue la razón por la que decidió hacerse pasar por alguien fuerte, alguien a quien no le afectaba lo que los demás dijeran, alguien que podía tener un carácter de acero.

Park JiMmy.

JimSi se hizo pasar por él porque de esa forma podría ocultar sus emociones heridas, no se vería débil, ni frágil ante los demás. Sería respetado, no habrían humillaciones, ni desprecio si era JiMmy, pero todo le costó tan caro, tanto que por eso no se preguntaba qué habría hecho mal como para que le tocara vivir con un corazón artificial.

Aunque sí se preguntaba qué habrá hecho en su vida pasada como para que en esa sufriera desde que nació.

Tal parece que la vida lo despreciaba tanto que en vez de matarlo, lo dejaba vivo para sufrir más.

— Las manos de YajaTzael son muy grandes, cubren las de JimSi por completo.

YajaTzael miró con una sonrisa cómo JimSi tomaba su gran mano para medirla con la suya pequeña, dejando ver la gran y notable diferencia de tamaños.

— Una bofetada con esta mano y te reinicia el Window — Aseguró — ¿Quieres probar?

— ¡No!

JimSi se carcajeó y así se cubrió las mejillas para que él no le diera una prueba de la fuerza que su mano tenía.

— Las manos de JimSi también pueden ser pesadas.

— A ver.

Ni bien pasó dos segundos y el menor le dejó caer toda la manita en la mejilla para que, efectivamente, comprobara que sí picaba como la de JiMin.

— Creo que... Creo que ya es momento de irme — Murmuró — Pero no te preocupes, vendré mañana y de igual forma podemos hablar por celular.

— ¿YajaTzael promete que visitará a JimSi?

— Siempre y cuando JimSi prometa que no va a llorar.

Eso era un poco difícil, pero aún así JimSi asintió con euforia mientras él se ponía de pie.

— JimSi espera que YajaTzael tenga buenas noches.

— YajaTzael espera que JimSi tenga buenas noches.

Sin importar absolutamente nada, se acercó al menor y dejó un beso en su frente como despedida, provocando que las mejillas del tierno susodicho se pusieran tan calientes.

— Recuerda que...

— JimSi merece un corazón de oro, no un corazón de piedra.

— Exacto.

Cuando se dirigió a la puerta y la abrió, volteó a ver a JimSi para dedicarle una última sonrisa.

— Adiós, JimSi.

Tras la última despedida, salió de la habitación justo cuando un pálido Lee entró con aparente ansiedad, ya que había pasado horas separado y sin poder cuidar de JimSi solo porque lo habían sacado para que hablaran.

🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora