🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)

🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒔𝒊𝒙𝒕𝒚🛍

— ¡Ya me tiene cansado!

— ¡Tú ya me tienes cansado a mí!

YajaTzael se sirvió un poco más de café para disfrutar mejor del momento. Estaba sentado en el sillón del rincón, comiéndose unos panecillos de frutas, tomando de su delicioso café mientras era testigo de la discusión que JiMin tenía con YoonGi.

Qué divino todo.

— ¡¿Cómo es posible que coqueteen en sus narices y ni cuenta se da?!

— ¡No le presto atención a eso, ¿bien?!

— ¡Usted no le presta atención ni a esta relación!

— ¡¿Y por qué sigues conmigo, entonces?!

Uy.

Eso fue un golpe demasiado bajo, así que cuando miró que JiMin empezaba a lanzarle a YoonGi todo lo que tuviera a su alcance, tomó el tazón de palomitas que dejó en la mesa y negando empezó a comerlas, así podría disfrutar más de la película.

— ¡Dale con la silla! ¡¿Cómo carajos no?!

Riendo a más no poder, pues era muy divertido ver cómo YoonGi intentaba esquivar todo lo que se le era lanzado, tomó un poco de soda que también había dejado en la mesa.

— ¡Bien, si tan cansado lo tengo, váyase a la mierda con esa estúpida perra!

— ¡No me iré con ella, no tengo nada con ella! ¡Entiende, por una mierda!

— No. JiMin, date a respetar, no dejes que te sobaje de esa forma. Yo no te enseñé eso.

JiMin asintió a lo que dijo, así que gracias a eso agarró la lámpara de noche y sin lástima se la tiró a YoonGi, quien logró esquivarla muy a duras penas, pero eso no quedó hasta ahí, JiMin agarró las retrateras y se las dejó caer como gotas de lluvia.

— ¡¿Cómo puede preferir sus huesos en vez de mi kilo de carne?!

— Son cosas que indignan pero, mira, te hizo mala cara. ¡Golpéalo!

— ¡No le hice mala cara! ¡No te hice mala cara!

— ¡No le grites a mi papá!

— Sí. ¿No ves que estoy sensible? Me harás llorar.

Como si realmente lo sintiera, soltó un suspirito antes de atragantarse con las palomitas, masticarlas como con ganas de reír.

— ¿Sabe qué? ¡No quiero volver a verlo nunca más, señor Min! ¡Ya me tiene harto! — JiMin chilló — ¡Váyase! ¡Lárguese y no vuelva! ¡Váyase de esta casa!

— ¡Tú eres el que se debe de ir! ¡Esta es mi casa, no puedes correrme! — Aclaró YoonGi — ¡Por lo tanto, el que se tiene que ir eres tú, no yo!

— Chaparro, no te dejes. Demuéstrale que no necesitas nada de él.

— ¡Yo no necesito que nadie me corra, fíjese! ¡Para eso yo tengo muchas mansiones, más grandes y bonitas que esta! — Notificó — ¡Yo soy mucho para usted y usted muy poco para mí! ¡No está a mi altura!

— ¡Eso lo tengo más que claro! ¡No estoy a tu altura!

Cuando YoonGi empezó a reírse de él y de su estatura, él le lanzó la otra retratera que, por fin tuvo pulso y le cayó en el estómago, así que mientras éste cogió aire, él se fue a buscar sus maletas para meter su ropa.

— ¡Yo tengo mucho dinero, muchas mansiones! ¡Puedo hacer mi propia mansión si se me da la gana! — Refunfuñó — ¡Y me iré con el único hombre que siempre me ha bajado el cielo!