🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒆𝒆𝒏🛍

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JiMin miró disimuladamente a YoonGi, quien le devolvió la misma mirada tras caer en la cuenta de que algo andaba mal.

Cuando Zael entró para llevarles la cena, pudieron notar que éste se encontraba demasiado pálido, demasiado nervioso y muy inquieto, dándole así la duda de que algo pasaba.

— Zael-Hyung, ¿estás bien?

Zael, sin darles una sola mirada, asintió mientras dejaba la bandeja sobre la cómoda.

— ¿Necesitan algo más?

— ¿Dónde está mi papá? — Curoseó JiMin — Se me hace raro que no ha venido a verme desde la mañana.

Maldición.

Zael no pudo ocultar cuando su cuerpo se estremeció tras recordar que YajaTzael seguía desaparecido y de que JimDae aún no llamaba para dar alguna clase de información que pudiera calmar sus nervios.

— Tuvo una diligencia que hacer — Murmuró — Me dijo que te cuidara mientras él no estaba.

YoonGi, quien era el que más lo conocía, clavó los ojos en él hasta notar que estaba mintiendo y que estaba más que ansioso.

— ¿Dónde está YajaTzael?

— Ya les dije, salió...

— Estoy hablando en serio, Zael — Espetó — ¿Dónde está YajaTzael?

De verdad que Zael intentó disimular, pero mandó todo al carajo cuando el llanto de preocupación pudo más que él.

— Ya-YajaTzael desapareció — Susurró — No sabemos en dónde está.

YoonGi volteó a ver rápidamente a JiMin, quien gruñendo se levantó de la cama.

— JiMin, espera...

— ¡Ese hijo de puta le tendió una trampa!

Importándole una mierda las heridas de bala, JiMin buscó sus armas en los cajones de la cómoda justo después de que se quitó la bolsa.

— ¡Te vas a lastimar! ¡JiMin, ven aquí!

— ¡JiMin, no hagas una locura!

Ni mierda.

Salió de la habitación y corrió en busca de las escaleras mientras Zael iba detrás de él para impedir que se fuera, ya que las heridas aún estaban frescas y cualquier movimiento en falso podía lastimarlo.

— ¡¿Cómo estás tan seguro de que JiMmy lo tiene?!

— ¡Ese imbécil no es JiMmy!

Dejando a Zael más que confuso, bajó las escaleras mientras cargaba sus armas y luego acomodaba las dagas en sus ligues junto con las navajas.

— ¡Espera! ¡JiMin, ¿a dónde irás a buscarlo?!

— ¡Al mismo infierno de ser posible!

Cuando llegó a la sala y vio un juego de llaves sobre la mesa, no dudó en tomarla porque sabía que más de alguna debía ser de un auto o camioneta.

— ¡Pero te vas a lastimar, hombre!

— ¡Tú solo cuida del Señor Min!

— ¡Maldición, JiMin!

No haría caso, tampoco era consciente de lo que estaba haciendo, pero su papá podía estar en las garras de JimSi y él no se iba a quedar de brazos cruzados, esperando a que ese imbécil le hiciera algo.

No sabía en dónde podría estar, pero si era necesario buscarlo por todo Seúl, lo haría.

— Ese hijo de puta.

🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐾𝑖𝑡𝑡𝑦 𝑖𝑠 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 •*¨*•.¸¸ 🛍 (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora