Entré a la U.A. porque tuve el impulso de demostrarle a Katsuki Bakugo mi valía, pero lo que no sabía es que iba a enfrentarme a cosas que dan bastante miedo, como los villanos y al romance adolescente, no seré una heroína a menos que deje atrás mis...
Me levanto con pereza porque siempre vaga nunca productiva. Voy al baño, me miro en el espejo. Si voy a ser una heroína debería cambiarme el pelo para no parecer tan infantil...
Busco un tinte de pelo y veo un color pelirrojo. Dios odio mi vida, me he metido yo sola en este jardín y ahora tengo que salir... aunque bueno fingir que voy a participar y después retirarme estaría bien, ¿no?
Definitivamente soy una fracasada, voy a morir la primera... No, positividad, mente positiva y todo saldrá genial, o eso espero.
Me visto con un top blanco, y pongo por encima una chaqueta rosa, pantalones grises y unos zapatos rosados.
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Salgo de casa con tranquilidad, bueno no, voy nerviosa, ni siquiera quería esto, pero bueno, siempre positiva nunca negativa o algo así.
-Hola, Shorty.- habla una voz arrogante y enfurecida.
-Tu... no creía que te vería aquí.- miro a Bakugo.
-¿Te has cambiado el pelo? si creías que no te iba reconocer lo llevas claro.- sonríe de mala gana.
-¿Vas a seguir burlándote de mis pintas o vas a cerrar ese agujero al que llamas boca?- me cruzo de brazos.
-Tienes agallas, pero no vas a durar.- me fulmina con su intensa mirada.
Tiene razón, soy solo una inútil que está aquí por impulsividad, a quién intento engañar este no es mi sitio, en cambio es perfecto para Bakugo... O Deku.
-Buena suerte, Shorty.- sonríe y se va.
¡Lo mato! Es que lo voy a asesinar... veo que Deku está bastante nervioso, tanto que está a punto de caer y una chica de pelo castaño claro corto le ayuda a mantenerse en pie... parece que su don es la gravedad.
-Bien, Martina, tía, es tu día, vas a ser una heroína... por motivos convencionales...- hablo conmigo misma.
Entro dentro de la academia U.A. la verdad es bastante enorme y una iluminación increíble. Martina, céntrate, no estás aquí de visita.
-Vaya, Shorty, veo que tienes agallas de seguir continuando, te aplastare.- me amenaza Bakugo.
-Me alegro de que me veas ser aplastada, pero no por ti, querido.- me burlo un poco.
-Ya lo veremos.- me mira por encima del hombro.
¿Es que nunca se cansa de creerse superior? voy a bajarle los humos, puede que me arrepienta después pero...
-No vas a ver nada, porque pienso demostrarte que puedo con todo lo que vaya a pasar aquí, voy a convertirme en heroína y tú no vas a impedirlo.- hablo con orgullo aunque por dentro este temblando de miedo.
Bakugo gruñe y se va enfadado. Parece que he ganado este asalto, bueno, creo haber ganado, seguramente esté preparándose para lanzarme una explosión y me dejará más tonta de lo que soy.
