Perth el nuevo guardaespaldas de chimón, el príncipe. Perth es un misterio andante, una posible arma, un guerrero con hambre, un alma libre, nada se le compara, nadie es capaz de controlarlo, nadie es capaz de someterlo, eventualmente se liberará, e...
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Rescate.
—estas seguro que es por acá, Perth.
—no, no lo estoy pero tampoco es como si pudiéramos detenernos a preguntar.
—pero…
—espera siento algo.
—a que te refieres.
—por aquí.
Perth empezó a caminar por los pasillos en los que antes estaban perdidos.
De repente Perth sintió algo, de su gabardina saco uno de sus cuchillos y dio un Giro, atacando y dando un corte al cuello de un soldado que intento atacarlo por la espalda, el soldado calló al piso sosteniendo su cuello intentando que la sangre no saliera.
Perth siguió caminando como si nada, no le gusta hacerle daño a las otras personas.
—no crees que fue muy exagerada tu reacción con el guardia—dijo ohm caminando junto a Perth.
—si nosotros no atacamos ellos nos matarán, no hay de otra.
Al cabo de unos minutos Perth se detuvo en frente de una puerta.
—aquí está.
La puerta se abrió, un científico quería salir, pero en cuanto vio a Perth se asustó e intento cerrar la puerta de nuevo, pero fue muy tarde Perth le dio una patada suave, más como un empujón, para que no cerrará la puerta.
Perth entró y siguió asta los otros científicos, ohm se encargó de dos guardias que estaban en la sala, bastante fácil para el pero intento no dejarles daños graves.
Perth por su parte si golpeó con fuerza a uno de los científicos e ingreso en el área de contención donde tenían a chimón, estaba consciente, pero dañado, tenía marcas de aguja en sus brazos, únicamente tenía puesto un pantalón blanco, tenía los ojos rojos, llorosos, lo ayudo a parar y ambos salieron del área de contención, ohm los esperaba y recibió a chimón.
—listo nos vamos.—dijo ohm empezando a salir.
—espera, o no, si quieren adelantensen y nos vemos abajo tengo algunas cosas que hacer.—dijo Perth acercándose a chimón y cubriéndolo con su gabardina del frío.
