Perth el nuevo guardaespaldas de chimón, el príncipe. Perth es un misterio andante, una posible arma, un guerrero con hambre, un alma libre, nada se le compara, nadie es capaz de controlarlo, nadie es capaz de someterlo, eventualmente se liberará, e...
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—vamos, chimón—dijo Perth intentando llevar a chimón a su departamento, sin éxito.
Chimón estaba recostado sobre la cama de aquel chico que se había ido corriendo en cuanto pudo, pero chimón no se quería ir.
Finalmente Perth perdió la paciencia y alzó a chimón, este protesto pero Perth igualmente se lo llevó, entro al departamento y tiró a chimón sobre la cama, después fue y cerró la puerta, luego volvió y se sentó en la cama, el echo de pasar tanto tiempo con Nanon le trajo recuerdos del pasado, tenía un sabor agrio en la boca y no le gustaba, saco su cuchillo y lo dejo sobre la mesa, después se quitó su sudadera, y la botó al piso, después se detuvo de repente, al escuchar como chimón lloraba.
—chimon, que te pasa, estás bien.—dijo Perth preocupado, ya que el aroma de chimon había empezado a cambiar, expresando nada más que melancolía y tristeza, este no era un celo normal.
—perth, t, t, tu me, me amas —pregunto chimón tartamudeando y sollozando.
Perth no supo que responder. De repente escucho como chimón se revolcaba en la cama mientras soltaba fuertes sollozos y gemidos de dolor, Perth no sabía que decir, no sabía que hacer , cerró los ojos y pensó, asta que finalmente llegó a una conclusión, se vería obligado a decir la verdad.
—si chimón, yo, yo te amó—dijo perth estando extremadamente nervioso, Sentía que se arrepentiría y lo lamentaría.
—¡MIENTES!—dijo chimón en un arrebato.
La afirmación de chimón fue como enterrar una daga en el corazón descubierto de Perth.
—si no me creerás por qué preguntas.
—solo me cuidas por qué mi papá te paga.
—chimon lo que dices no tiene sentido.—dijo Perth intentando abrazar a chimón para consolarlo y calmarlo pero fue rechazado de un empujón que lo voto al piso.
—si en verdad me amarás, no te hubieras ido con ese chico.
—quien… ah, chimón estás celoso.
—solo, sólo sal de aquí.
A pesar de la corta edad de Perth con veinticuatro años, Perth a vivido, visto y experimentado multitud de escenarios y situaciones, ha aprendido que en ocasiones no hay otra opción más que utilizar la fuerza, con esto en mente se levantó, tomos las muñecas de chimón y se posiciono sobre el apoyándose en sus manos que aún sostenían las muñecas de chimón, este intento liberarse inútilmente.
Ambos se miraron a los ojos, de repente Perth sintió una fuerte melancolía y tristeza, chimón inconscientemente estaba utilizando su habilidad especial para que Perth sintiera lo mismo que el, tristeza y dolor.
