Wes
Aquella noche en la playa, Wes se sentía inquieto. La competencia del día siguiente pesaba en su mente, pero una inquietud más profunda lo impulsó a dar un paseo por la orilla del mar con su perro. Sentía un presentimiento sutil, la sensación de que algo importante estaba a punto de ocurrir. Había intentado ver a Jodie, la chica de la cafetería, pero al llegar encontró el local cerrado.
Mientras caminaba sin rumbo, Darth se soltó de su agarre y corrió hacia adelante. Wes lo siguió hasta encontrarlo al lado de una chica sentada sola en la arena. No era una chica cualquiera; era la joven de la cafetería.
«Todo estará bien», se dijo, tratando de calmarse. «Es solo una chica. Puedes hablarle».
¿Pero realmente podía?
Habían pasado meses desde que la encontró y aún no había logrado acercarse. Se sentía como un cobarde. Si había dejado pasar la oportunidad cada mañana durante tres meses, ¿qué haría diferente ahora?
Pero claro, Darth estaba con ella. No podía simplemente huir sin decir nada. No había vuelta atrás. Era ahora o nunca.
«Puedo hacerlo».
Vestido con ropa deportiva y una gorra, Wes se acercó a la joven, su corazón latiendo entre nerviosismo y anticipación. Ella también lo notó y pareció congelarse, mostrando perplejidad y... ¿miedo? ¿Acaso le tenía miedo? ¿O estaba nerviosa por su presencia?
En realidad, era una reacción natural. Él era un desconocido, y su perro estaba comiéndose el dulce frente a ella.
«¡Gran entrada, Darth!», pensó Wes, maldiciendo por lo bajo.
Era su momento de reaccionar, o ella pensaría que era un tonto o un imbécil. Wes no estaba seguro de cuál era peor.
—¡Quieto, Darth! —regañó Wes a su perro, sintiéndose avergonzado por el comportamiento de Darth pero agradecido por el giro que había tomado la situación, obligándolo a hablarle—. Lo siento mucho. Eso fue muy inapropiado. ¿Te ibas a comer ese dulce?
¿Por qué había dicho eso? Claro que se lo iba a comer. No había nadie más allí. Además, ¿quién compra un dulce para no comérselo? ¡Esto era un desastre!
—Pues... sí, iba a comérmelo, y... —Jodie desvió la mirada, y Wes se sintió intrigado por su timidez—. De hecho, era mi postre del día.
Por un segundo, Wes se distrajo con los matices de su voz, que era suave y dulce, igual que su sonrisa.
—¿En serio? —intentó Wes, tratando de sonar casual y relajado, aunque por dentro sentía una conexión intensa con ella—. ¡Maldición!, ¡eso me hace sentir aún peor! Permíteme pagarlo, por favor. Es lo mínimo que puedo hacer después de presenciar ese atroz acto de Darth Vader.
Ella rió, y eso alivió su tensión, haciéndole sentir menos nervioso. Aunque no menos estúpido, porque al parecer estaba a punto de pagarle. Algo que seguramente no debería haber sugerido.
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Este corazón mío [TERMINADA]
ChickLitJodie lleva sobre sus hombros el peso de una maldición de corazones rotos. ¿Qué sucederá cuando conozca a Wes, su alma gemela? ~⋆ ✦ ⋆~ Jodie Sinclair es una joven alegre y carismática, trabaja en una pequeña cafetería junto a la playa, tiene una fam...