Jodie se despertó y Wes no estaba a su lado. Su sonrisa menguó y se sentó, intentando escuchar si seguía en el departamento. En ese mismo momento, Salem entró en la habitación y saltó sobre el espacio vacío en su cama. La observó con sus pequeños ojos y dio un par de maullidos descontentos; parecía juzgarla por su decisión de seguir holgazaneando en lugar de darle de comer.
—¿Qué hiciste? —le preguntó Jodie con una mirada suspicaz—. Sé que no te agrada. Nadie te agrada.
Salem la ignoró y maulló con fuerza. Se quejó hasta que ella se levantó e ingresó en el baño. Entonces encontró la nota pegada al espejo:
Salí a trotar. Tomé prestadas tus llaves. Te compraré el desayuno.
Wes.
PD: no confío en Salem, así que espero que esta nota esté a salvo aquí.
PD2: te ves adorable mientras duermes.
Jodie sonrió y su desasosiego desapareció. Continuó su rutina de la mañana con normalidad y le dio de comer a Salem. Estaba limpiando y organizando la pequeña cocina cuando entró una llamada y fue directo al buzón de mensajes.
—¡Hola, Jodie! En unas semanas será el cumpleaños de la abuela Sylvaine y quería invitarte. Cumplirá ochenta años, así que haremos una celebración algo grande en casa de mis padres. También llamaré a tus hermanos para invitarlos. Esperamos que puedas asistir, todas estamos ansiosas de verte. ¡Nos vemos!
Jodie resopló. Amaba a su familia, a todos sus tíos, primos y sobrinos, y quería mucho a su tía abuela Syla, pero sabía diferenciar una trampa. Y su familia estaba utilizando aquella reunión familiar para atraparla y acribillarla con preguntas ahora que sabían de su relación con Wes. Además, cuestionarían las razones por las que Jodie aún no leía el libro familiar.
Como no había respondido ninguno de sus mensajes, ahora se habían ingeniado esto. Pero Jodie no iba a caer. Buscaría una forma de escabullirse, o correría el riesgo de ser interrogada peor que en una corte luego de una sesión de purificación para sanar su alma, como le había ocurrido a su prima Poppy.
Se estremeció y terminó de organizar la cocina. Después encendió la televisión y se sentó en el sillón a ver las noticias.
Veinte minutos más tarde, Wes la encontró con el ceño fruncido, los brazos cruzados y una expresión más que pensativa.
—¿Por qué la cara tan larga? —le preguntó—. ¿Salem robó mi nota otra vez?
Jodie reaccionó y lo miró, al mismo tiempo que él se acercaba y dejaba un beso en sus labios.
—Cosas de familia...
Wes dejó ir el tema y Jodie tomó las fundas de papel que él cargaba. Su mirada lo recorrió mientras lo seguía hasta la cocina: estaba vestido con un pantalón y un buzo deportivo muy simples, pero que se adherían a su cuerpo como una segunda piel; también tenía el cabello recogido en su moño clásico, aunque algunos mechones se pegaban a su rostro. Nunca había visto a alguien que se viera tan sexy después de ejercitarse.
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Este corazón mío [TERMINADA]
ChickLitJodie lleva sobre sus hombros el peso de una maldición de corazones rotos. ¿Qué sucederá cuando conozca a Wes, su alma gemela? ~⋆ ✦ ⋆~ Jodie Sinclair es una joven alegre y carismática, trabaja en una pequeña cafetería junto a la playa, tiene una fam...