Este corazón mío [TERMINADA]

Capítulo 12

Noah condujo a casa de Ada. En la radio sonaba una canción pop y su amigo le subió el volumen, cantando y bailando, indiferente al silencio y la tensión entre ella y Wes. Jodie estaba sentada en el asiento del copiloto, intentando no comerse las uñas del nerviosismo que le causaba la mirada de Wes, que seguía sus movimientos. Él no dijo nada, pero cuando le dio un breve vistazo a Jodie a través del retrovisor, sus ojos le provocaron un estremecimiento.

Estaba agradecida cuando llegaron al vecindario de Ada, el cual solo estaba a un par de calles debajo del departamento de Jodie. Se preguntó qué sucedería si salía corriendo a casa y no volvía a salir jamás; Salem quizás estaría feliz de verla todo el tiempo, y cuando se hubiera acabado la comida para ella, tal vez le compartiría sus croquetas. Ella agitó la cabeza y supo que estaba siendo ridícula. Salem jamás le compartiría su comida, ni aunque Jodie estuviera en sus momentos finales de vida.

Bajó y llamó a la puerta. Ada les abrió y sonrió al verla, pero su expresión se paralizó al distinguir a Wes.

—Ada, él es Benjamin —los presentó Jodie—. Wes, ella es Ada York.

Ada reaccionó y le ofreció una sonrisa.

—Es un gusto. Puedes llamarme Ada. Casi es como si te conociera desde hace mucho tiempo; te serví café muchos días.

—Gracias por eso —respondió él, devolviéndole una sonrisa perfecta.

—Adelante, pasen —apremió Ada—. Gracias por venir. Jimmy y los chicos ya están aquí.

Wes y Noah se adelantaron y Jodie percibió que había un sinnúmero de preguntas en el rostro de su amiga, pero negó con la cabeza y, en cambio, le entregó el pastel. Luego siguió a Wes y continuó con las presentaciones.

—Jimmy, chicos, él es Benjamin...

—Wesley —terminó Jimmy anonadado. Se levantó de su asiento y apretó la mano de Wes. Jodie se percató de que parecía emocionado—. He visto tus carreras y creo que eres un buen piloto como tu tío. ¡Él era una leyenda! Mi padre y yo nos sentábamos a ver sus carreras. Es un placer conocerte.

—El gusto es mío.

El resto del equipo parecía igual de entusiasmado por hablar con Wes, así que Noah se quedó con él y continuó las presentaciones mientras Ada secuestraba a Jodie y la llevaba a la cocina.

—Hola, Jodie —saludó Mark, el esposo de Ada. Le agradaba a Jodie porque era la persona más gentil, divertida, y menos aguda que se pudiera conocer. Además, amaba la música y el baile.

—Hola, Mark. ¿Todo bien? —musitó Jodie, sonriendo—. ¿Y Gema?

—Pasará la noche con mi madre —respondió Ada, sosteniendo sus hombros y obligándola a sentarse—. ¡Ahora dime cómo es que Benjamin Wesley está en mi sala!

—¿Benjamin Wesley? ¿El piloto de F1? —preguntó Mark, estupefacto.

Ada puso los ojos en blanco, molesta por no poder seguir con el interrogatorio.