Jodie llevaba tres días repasando en su cabeza todo lo que había sucedido con Wes, intentando descifrar qué era lo que había hecho mal, pero ella no podía pensar en nada. Había sido él quien apareció en la cafetería y estuvo dispuesto a acompañarla a la cena de Ada. Había sido él quien se ofreció a llevarla a casa y durmió con ella. Había sido él quien la siguió hasta el baño y terminó de desbaratar el control y la compostura que le quedaban. Y él había sido quien se marchó sin avisar mientras ella dormía.
Se sentía exhausta.
Esa danza entre ella y Wes, entre sus sentimientos y las palabras no dichas, se estaba volviendo insoportable.
Esa mañana, cuando llegó a la cafetería, se puso el uniforme y se sentó en la banca del vestuario. En su celular, la única llamada perdida era de su madre, con un mensaje preguntándole si ese fin de semana volvería a Cornualles. Jodie le respondió que sí; no se atrevía a llamarla. Luego buscó el número de Wes y marcó varias veces; no recibió respuesta.
—¿Sigue sin responder?
Jodie se sorprendió y sus ojos se encontraron con los de Ada. Le había revelado todo el asunto con Wes, así que su amiga estaba al tanto de la situación. Jodie negó con la cabeza.
—Quizás tuvo que resolver algo urgente y no tuvo tiempo de decírtelo —dijo Ada—. O a lo mejor no quería que te preocuparas, Di-di.
Jodie se encogió de hombros. No era la primera vez que Ada mencionaba eso, ni la primera vez que Jodie intentaba convencerse con las mismas razones mediocres.
Ada debió haber notado todas las expresiones en el rostro de Jodie, por eso cambió el tema.
—¿Vas a ir esta noche? —preguntó Ada y Jodie la miró, confundida—. ¡Ay, no! ¡No me digas que lo olvidaste!
Jodie pestañeó. Seguía sin entender.
—Noah. Comida americana. El club. Cumpleaños adelantado... —resumió Ada.
Jodie maldijo entre dientes y se cubrió el rostro, sintiéndose la peor amiga. No es que se hubiera olvidado del cumpleaños de Noah, jamás se atrevería, pero había olvidado que su amigo tenía una exposición el fin de semana en Londres y, como su celebración de cumpleaños se cruzaba, les había pedido que adelantaran el festejo.
—¡Tienes razón, lo olvidé! —murmuró mortificada—. ¡Wes acaba de volver y ya soy un desastre de nuevo!
Ada sonrió y se inclinó a su lado.
—No lo eres. Eres una buena chica. Y, además, aquí estoy yo para no dejarte caer.
Jodie le devolvió la sonrisa.
—Así que hoy, al salir de aquí, irás a tu casa, te pondrás un lindo vestido e iremos a comer deliciosa comida americana antes de adueñarnos de la pista de baile —declaró Ada—. Ya verás que, luego de bailar, te sentirás mejor.
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Este corazón mío [TERMINADA]
Romanzi rosa / ChickLitJodie lleva sobre sus hombros el peso de una maldición de corazones rotos. ¿Qué sucederá cuando conozca a Wes, su alma gemela? ~⋆ ✦ ⋆~ Jodie Sinclair es una joven alegre y carismática, trabaja en una pequeña cafetería junto a la playa, tiene una fam...