Capítulo 5
-¿Qué tal tu primera mañana junto a mí? –Preguntó con un susurro Eric, abrazando a la chica por detrás, acercándose a su oído.
-Larga. -Masculló dándose la vuelta con impaciencia, poniendo distancia entre ambos. -No se te ocurra estar a menos de 10 centímetros de mí.
-¿Estás escuchando lo que pienso?
-Pongo mi vida en bloquear tus pensamientos calenturientos, Eric.
En aquel momento el móvil de la joven sonó. Esta, instintivamente se acercó a cogerlo de la mesilla del lado de Eric, pasando por encima de él. El vampiro rápidamente se incorporó posicionándose sobre ella, arrebatándole el móvil cuando descolgó, respondiendo.
-Creía que te había quedado claro lo de las llamas. –Dijo sin ningún ápice de humor, aún sobre la mujer.
-Es mi hermano, tengo que hablar con él. –Respondió con ansiedad, mirando fijamente al vampiro, sintiendo su corazón palpitar con fuerza debido al miedo.
Eric cogió su teléfono de la mesilla, aún encima de la joven, para después mirarla fijamente y comenzar a hablar con seriedad.
-Llama desde mi móvil y dile que no te llame más hasta que tú lo hagas, y no le cuentes dónde estás, ni lo que ocurre. ¿Entendido?
-Quítate de encima. –Fue lo único que respondió, manteniéndole la mirada fría y enojada hasta que el vampiro obedeció, retirándose en un movimiento ágil hacia un lado.
Lil salió de la cama con toda la rapidez que le fue posible, tratando de ir hacia el baño para hablar a solas cuando Eric se interpuso entre ella y la puerta.
-Voy a escucharte igual.
La morena lo miró durante unos instantes y marcó el número de su hermano alejándose del rubio, quien la contemplaba andar de aquí para allá en la estancia con detalle, haciendo sentir a la chica incómoda, sobre todo por su vestimenta.
-Will, soy yo, no tengo mucho tiempo. Todo va bien, estoy en Bon Temps ahora, pero no me llames al móvil, ¿vale? Deja que sea yo quien te llame. ¿Cómo estás, todo bien por Miami?
-Sí Lil, estaré aquí aún unos meses pero... ¿Qué cojones pasa? ¿Por qué no puedo llamarte y me cuelgas? ¿Tienes problemas? no tendrá que ver con vampiros, ¿no?
-No puedo contarte ahora, Will, pero tranquilo...
-¡Joder, Lil! Te conozco y ese silencio de 2 segundos me confirma que sí estás en un lío, y de putos vampiros.
-En serio, no puedo hablar. Confía en mí –Cortó tajante la mujer sintiendo un enorme pesar en su alma al tener en vilo a su único hermano. –Tengo que colgar, Will. –Dijo mientras Eric le hacia señales para que cortase la llamada, apoyado en la pared. –Te quiero Will, perdóname.
Lil colgó rápidamente, avanzando rauda hacia Eric para darle el móvil, y después meterse en el baño conteniendo el llanto.
Tras suspirar profundamente mirándose en el espejo y lavarse la cara, volvió al exterior recompuesta.
-¿Estás bien? –Preguntó el vampiro con su típica indiferencia, mirando a la chica a los ojos
-Claro. ¿Cuándo vamos a salir de este puto cuarto? Hemos venido a trabajar, ¿no?
-Vístete, la reunión comenzará dentro de una hora. No podrás entrar, pero quizás puedas escucharles mentalmente.
-Probaré, intentaré curiosear de todas formas para ver si descubro algo.
-Ten cuidado, si te pones en peligro no podré rescatarte estando dentro.
-Lo sé, tendré cuidado. Voy a vestirme. –Murmuró abriendo el armario mientras Eric comenzaba igualmente, a cambiarse de ropa.
* * * *
Tras un rato, la pareja salió del cuarto dirigiéndose a una de las plantas del edificio donde ambos se separaron sin decirse nada. Eric entró en una gran estancia junto con otros vampiros mientras Lil observaba la escena con disimulo.
La mujer se sentó en un sofá cercano a la enorme puerta de la sala, y se concentró en escuchar lo que sucedía en el interior de la cabeza de los presentes.
Eric observaba con tranquilidad el ritual de gracias a Lilith mientras el resto de los vampiros presentes, sentados alrededor de la grana mesa cuadrada, se excitaban al contemplar la sangre de su diosa metida en un pequeño frasco de cristal que agarraba Bill.
-Lilith se me ha aparecido. Ordena que demos paso al gran despertar de nuestro mundo. –Habló fascinado contemplando a los demás, mientras el vikingo abría más los ojos, inmensamente sorprendido ante tal revelación y lo mal que se encontraba su amigo; no se sorprendió al hallarlo allí.
-A mí también se me ha aparecido, es el momento de someter a la raza humana. Pronto nos revelará quién será su líder. –Habló Salomé con algo de recelo mirando de soslayo al vampiro castaño, para después volver a tomar la palabra. –Todo está casi preparado, mañana volaremos las fabricas de True blood en todo el mundo.
Lil se levantó del sofá con tranquilidad, cansada de no escuchar nada interesante, así que ignorando a uno de los guardias vampiros que la miraba constantemente, se dirigió al ascensor. Una vez cerradas las puertas, marcó uno de los botones al azar, dispuesta a conocer mejor aquel lugar y a sus visitantes.
Llego a un estrecho y largo pasillo iluminado por fluorescentes blancos que tenía una puerta grande y metaliza al final cerrada. Antes de llegar al final, comenzó a escuchar los pensamientos de dos vampiros.
Claro que conoces a Eric, no puedes engañarme aunque mientas tan bien. Lo que tú no sabes aún es que está aquí, seguro que es otro desertor traidor de mierda. Pronto lo sabremos.
La mujer de pronto salió de su máxima concentración al escuchar unos fuertes pasos avanzar hacia su posición. Pronto corrió hacia la puerta metálica dando gracias porque aquella no estuviera bloqueada con sistema de seguridad, y entró haciendo el mínimo ruido posible, escondiéndose tras cruzar una puerta detrás de unas grandes cajas viejas y estropeadas.
Mierda... –Murmuró la chica dolorida cuando al correr detrás de los objetos se raspó el hombro con las astillas, haciéndose unos pequeños arañazos.
De pronto notó como aquel vampiro se detuvo pensando en aquel olor a sangre que provenía de su brazo. La chica se lo limpió rápidamente, chapándose los dedos levemente sangrantes mientras notaba su corazón acelerarse por el miedo, escuchando como el ser comenzaba a avanzar siguiendo el rastro, lleno de frenesí.
-¡Dinn! ¿Vas a traerme la puta plata o qué? -Gritó una voz lejana, haciendo que los pasos del vampiro pararan en seco y se alejara del lugar mascullando un mierda.
Lil suspiró aliviada levantándose para dirigirse hacia la salida con sumo cuidado, avanzando rápidamente por el pasillo hasta llegar al ascensor de nuevo y volver al cuarto de Eric; Había tenido suficiente por aquella noche.
Al llegar a la planta de las habitaciones, la mujer anduvo rápida hacia la del rubio cuando un vampiro apareció ante ella de la nada a escasos metros de la puerta del cuarto.
-Hueles de miedo, preciosa. ¿Te gustaría pasar un buen rato? –Dijo desplegando sus colmillos, pero antes de que la chica pudiera decir nada, la puerta se abrió apareciendo Eric con cara de pocos amigos.
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Contigo, sin ti
FanfictionUna joven llega huyendo de su pasado hasta Bon Temps para empezar una nueva vida, pero pronto descubrirá al conocer a Sookie y su círculo más cercano, que aquel comienzo no será para nada como había esperado, encontrándose con peligrosas aventuras y...