Capítulo 19

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Capítulo 19

Sookie y Lil habían terminado su turno en el Merlotte, con lo cual fueron a recoger sus bolsos del despacho de Sam, encontrándose en el lugar.

-¿Entonces todo va bien? Apenas hemos podido hablar después de lo de anoche.

La morena se colgó el bolso negro y miró a la rubia a los ojos.

-Sí, me desperté y Madeleine me contó lo que te he dicho. Después de un rato me fui. No pasó nada más. –Mintió la joven con una leve sonrisa, bloqueando con todas sus fuerzas sus pensamientos. No quería hablar de nada relacionado con Eric. -¿Tú estás bien, verdad? Ya te lo he dicho, pero de verdad siento lo que hice, irme sin avisarte, pero me entró el pánico después de toda la charla y lo que pasó.

-Tranquila, Lil. Todo está bien, no pasa nada. Ahora ve a ver a Madeleine y empápate de todo lo que te diga. Ojalá ella entienda algo en esas cartas. Y por favor, si pasa algo no dudes en llamarme aunque sea ya tarde, ¿vale?

Lil abrazó fugazmente a la rubia con una tierna sonrisa por su preocupación, para después asentir y decirle que no se preocupara, saliendo del despacho directa a su furgoneta mientras tomaba aire para prepararse.

                                        *                            *                          *                               *

El vehículo de la camarera se detuvo casi una hora después delante de la casa de Madeleine, justo cuando el sol casi se había ocultado. Se sentía bastante nerviosa, pero aplacó el miedo y salió del coche cogiendo el bolso con firmeza.

-Hola, cielo. Pasa. –Saludó la rubia cuando abrió al puerta, adentrándola suavemente con su mano. –Siéntate en el sofá, por favor. ¿Has estado bien desde anoche? ¿Has sentido debilidad?

-No, estoy bien 100 por 100. Gracias, por todo, Madeleine.

-De nada, lo hago con gusto –agregó la mujer tomando asiento a su lado, sonriéndola-. ¿Quieres que empecemos viendo esas cartas?

-Sí, claro. Aquí están.

Lil sacó de su bolso un sobre donde las había metido, sacando las 4 cartas con cuidado, pasándoselas después. Mientras Madeleine las miraba por primera vez, Lil intervino un instante.

-Las cartas las escribió mi abuelo paterno, Kvothe, a mi abuela Denna, la bruja. Él habla como si se hubiera ido muy lejos por algo que era urgente de resolver, pero que sepamos, mi abuelo nunca fue a ninguna guerra, o nunca tuvo que ausentarse tantos meses como dice en las cartas. Él murió cuando yo tenía 10 años, y le encantaba contar historias y batallitas, pero nunca dijo nada.

La bruja asintió mientras leía aquellos legajos, observando que Lil se acercaba para volver a releerlas al mismo tiempo, esperando a que ella hablara o viera algo.

-Joder, Lil. Creo que sé de qué hablan tus abuelos. –Susurró la mujer mientras leía la última carta, haciendo que la morena se revolviera inquieta ante aquella revelación.

-¿En serio? Dímelo, por favor.

-No estoy 100 por 100 segura, pero hay un nombre aquí que conozco. Es famoso para las brujas. Earl. Earl era un príncipe hada, y fue encerrado por un poderosísimo aquelarre de brujas después de la guerra que hubo entre hadas y vampiros, hace como 50 años. Por lo que dice tu abuelo, Earl se escapó de su prisión y fue a buscarlo.

-Joder, si mi abuelo fue a buscarlo y sabía de todo ese rollo, quizás tenía relación con las hadas. –Susurró Lil mientras seguía mirando la carta.

-O quizás era un hada, incluso, cielo. Sookie puede ayudarte con esto, quizás sus parientes hadas tengan respuestas. Está claro que deben hablar de esa guerra, y creo que tu abuela pertenecía a ese aquelarre que te he mencionado. A las brujas de Trasmoz, que se remontan a un linaje muy antiguo del norte de la península Ibérica, y acabaron emigrando a América para salvarse de la persecución al ser descubiertas.

Contigo, sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora