Capítulo 20

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Capítulo 20

Lil logró calmarse unos minutos después, pero ni ella ni Eric se separaron o suavizaron el abrazo que los unía, dejando que el silencio los envolviera.

El vampiro se sorprendió de aquella sensación de comodidad que sentía, así como de la necesidad de proteger a aquella mujer cuya mente gritaba que no se alejara. Aquello le hacía apretarla cuidadosamente contra su cuerpo, y acariciar su cabello con un cariño que hacía tiempo no demostraba, y había hecho pocas veces. No obstante, sabía que tenían que moverse de allí, así que deshizo el abrazo despacio, sólo lo suficiente para poder mirar a Lil a los ojos.

Pronto pudo vislumbrar la brecha de la frente de la chica, que sangraba con la suficiente abundancia como para darle importancia, al igual que las marcas de la mordedura en su fino cuello. Al haber apartado a aquel vampiro tan bruscamente había rasgado la piel de forma sucia, creando más inconvenientes que ventajas. Eric sintió de nuevo la ira crecer al recordar la escena al ver aquellas marcas y el miedo aún en los ojos de la chica, que seguía abrazándolo en silencio.

El vikingo llevó su mano diestra a la herida del cuello de Lil, rozando levemente la zona, para después hacer lo mismo en la herida de la ceja derecha, para acabar limpiando una nueva lágrima silenciosa de la mujer, quién lo miró a los ojos como queriendo decir algo, pero no lo hizo, y tampoco era necesario en realidad. Le estaba dando las gracias.

Eric desplegó sus colmillos y mordió su muñeca, ofreciéndosela a la chica después con un movimiento lento, pero ella negó con la cabeza, siendo capaz de articular palabra al fin.

-Estoy bien. Gracias.

-Estás sangrando, y te has golpeado la cabeza con fuerza. Bebe, Lil. Por favor.

Volviendo a abrirse la herida, el rubio acercó otra vez la muñeca, consiguiendo que al final la bruja bebiera sin mucho afán, aunque de una forma que le sorprendió, como mostrando cariño o respeto. Cuando acabó, Eric guardó sus colmillos y volvieron a encontrarse sus miradas.

-Tu coche está destrozado, así que te llevaré a casa. Ese vampiro se me ha escapado. Lo siento. Tiene una velocidad y fuerza sorprendente para lo joven que es.

-No importa, Eric. Me has salvado igualmente. Te estás tomando muy en serio nuestro pacto.

-Te lo dije, Lil. Soy un hombre de palabra. Voy a ayudarte cuando lo necesites. Ahora agárrate a mi cuello y nos iremos.

Lil asintió sin saber qué iba a pasar, pero en cuanto se abrazó al cuello del alto hombre, este la tomó en brazos y salió volando rápidamente, aterrizando poco después ante la casa Stackhouse.

-Joder, ha sido increíble. –Comentó la camarera cuando Eric la devolvió al suelo, sonriendo por primera vez.

Eric le devolvió el gesto con su característica sonrisa torcida, sintiendo como Sookie corría en el interior hasta la puerta, abriéndola unos instantes después.

-¡Lil, por fin! ¿Dónde está tú coche? ¿Qué pasa?

La morena la miró plantada en el umbral de la puerta, y un instante después no pudo sino correr hasta ella y abrazarla, sintiendo que de nuevo iba a volver a llorar. Había sido una noche muy intensa.

-Su ex vampiro la ha atacado en el bosque. La hizo salirse de la carretera y él la mordió. Sentí su miedo y fui a buscarla. Ahora que ha descubierto lo deliciosa que es su sangre, intuyo que va a molestar más de la cuenta. Debéis tener cuidado, las dos.

Sookie asintió tragando saliva mientras miraba a Eric por encima del hombro de su amiga, abrazándola aún con fuerza.

-Lo siento mucho, Lil. Tranquila, ¿vale? Pensaremos en algo.

Contigo, sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora