Capítulo 30
Alcide y Lil salieron de la camioneta del hombre cuando estuvieron ante la casa Stackhouse, en silencio, como parte del viaje después de que la mujer le hubiera contado su encuentro con el hada, y hubieran intercambiado impresiones y cábalas sobre el mismo.
Caminaron hacia la puerta de entrada, y Alcide fue el que inició la conversación, observando que aquello había afectado a la mujer, asustándola aunque tratara de negarlo.
-¿Seguro qué estás bien?
-Sí, de verdad. No voy a negarte que me preocupa, pero nos protegeremos por si acaso ese tío sabe todo. Gracias, Alcide. –Añadió con una leve sonrisa, que él respondió de igual modo.
-Bien, pues me voy ya. Mantenedme informando, y yo haré lo mismo ante la mínima noticia. Tened mucho cuidado.
-Tú también. Te juegas mucho.
El licántropo asintió, asegurándole que así lo haría, para después terminar aquella incómoda situación de mantenerse las miradas, rompiendo la distancia que los separaba para besar a la mujer fugazmente en los labios, abandonando el lugar después sin decir nada. Lil sonrió tímidamente y se metió en la casa, olvidando por un instante sus miedos.
* * * *
El sonido de los nudillos contra la puerta de los Stackhouse hizo que Sookie se levantara del sofá sin decir nada a Lil, ya que ambas sabían quién había al otro lado.
La rubia dejó paso a Eric, respondiendo a su pregunta sobre si habían sabido algo de Alcide.
-No, no hay ninguna novedad. Ya te lo dije por teléfono. Nada ha cambiado. ¿Por qué estás aquí igualmente?
-Porque es evidente que todos vamos a estar muy jodidos. Necesitamos una estrategia, y para poder llegar a ella, información.
-¿Qué pasa? –Intervino Lil, apareciendo en el umbral del vestíbulo al ver que se habían quedado a pocos pasos de la puerta de entrada.
A ninguna le sorprendió que Eric fuera directamente al grano, fijando sus ojos fríos en ella, hablando con seriedad, casi con un deje de enfado. Lil pudo percibir aquel sentimiento en él, puesto que pensaba que podrían estar ocultándole información de la reunión de manada.
-Qué pasó exactamente con Earl, qué te dijo.
-Ya te lo he contado. Me dijo que sentía que era algo mágico, pero que no sabía el qué, y que podía ayudarme. También te dije que creo que sí sabía que era medio hada, aunque no pudiera oírlo pensar.
-Si todo eso fuera cierto, podría querer algo de ti, y de Sookie, pero de momento no conoce de su existencia. Debéis tener cuidado, porque podría venir a por vosotras por muchos motivos. Ahora debo irme; espero que no me ocultéis nada y me mantengáis al tanto.
-Lo haremos, Eric. Queremos lo mismo. Y tendremos cuidado. –Agregó Sookie, haciendo que Lil interviniera, cambiando de tema.
-¿Aún puedes sentirme?
-Levemente, pero sí. Si estás en peligro lo sobré.
La chica asintió mientras le devolvía la mirada, tras lo cual el vampiro salió de la casa, volviendo a dejarlas solas en la estancia. Las mujeres se dirigieron al salón y volvieron a ocupar sus sitios en el sofá. Lil fue la primera en romper el silencio.
-¿Cómo podemos enterarnos de algo? No sé cómo investigar sobre ese tío.
-Lo sé, yo estoy igual. Ojalá Nial estuviera aquí... ¿Madeleine no sabe nada que pudiéramos hacer?
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Contigo, sin ti
Fiksi PenggemarUna joven llega huyendo de su pasado hasta Bon Temps para empezar una nueva vida, pero pronto descubrirá al conocer a Sookie y su círculo más cercano, que aquel comienzo no será para nada como había esperado, encontrándose con peligrosas aventuras y...