Capítulo 39

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Capítulo 39

El coche de Lil entró en el terreno de los Stackhouse tras haber terminado la jornada de la tarde en el Merlotte.

No tenía ganas de salir del coche y entrar en el hogar, sabiendo que aquella noche Eric vendría a casa después del mensaje que Sookie había dejado en su móvil. La mujer se concentró para escuchar con su sentido mágico, descubriendo con alivio que sólo captaba la presencia de su prima en la casa.

Salió del coche con más ánimo, cerrando la puerta a la par que colgaba su pequeña mochila al hombro, pero de pronto la camarera sintió algo extraño en el ambiente y alzó la vista, mirando a su alrededor.

Apenas pudo reaccionar cuando se abalanzaron sobre ella, tirándola al suelo abruptamente. Al segundo sintió como unos colmillos se clavaban en su cuello, y encontró las emociones y pensamientos extasiados de Azahar mientras succionaba su sangre.

Lil iba a usar su magia para deshacerse de la morena, pero no le dio tiempo cuando alguien golpeó a la vampiresa y la derribó lejos.

Al incorporarse observó con sorpresa como Pam luchaba contra Azahara tras arrancar una rama de un árbol, tratando de apuñalar su corazón. Contemplando con pavor cómo la morena parecía ganar terreno contra la rubia, Lil se levantó velozmente para ayudarla con su magia.

Pam dirigió la vista a la bruja, sorprendida, pero no perdió tiempo ante ver a la vampiresa paralizada, y apuñaló su corazón sin remordimiento alguno, salpicándose levemente con la sangre de su adversaria.

-Gracias. ¿Qué haces aquí? -Susurró Lil, contemplando como Pam se apartaba con asco un trozo de carne de su hombro.

-Eric me mandó matar a esa zorra, obviamente no se me ha perdido nada en este boscucho. Él vendrá dentro de no mucho, así que supongo que le encantará darte su sangre y curarte eso, viendo lo que le gustas. ¿O prefieres tener sueños eróticos conmigo?

La rubia sonrió maliciosamente, y pasó a desaparecer con su velocidad, dejando sola a la camarera, aún procesando las palabras ácidas de Pam. Aún con la mano tapando su herida, se dirigió a la puerta, abriendo con desgana y un deje de enfado. No obstante, aquel sentimiento se esfumó por completo al cruzar el umbral del vestíbulo y contemplar en el salón a Sookie con su hermano.

¡¿Lil, qué ha pasado!? -Preguntó Will, levantándose de inmediato para acercarse a la camarera, quien no supo cómo reaccionar, estando aún en shock por todo el miedo que se acumuló en su mente a la vez. Sookie intervino al poder leer todo aquello en su cabeza.

-Lil, cielo ¿Qué ha pasado? Ven, siéntate.

-Te ha mordido un vampiro ¿cuándo? ¿Lo conocías?

La morena miró a su hermano mientras se sentaban en el sofá, contemplando en sus ojos el brillo de la ira. Sookie entró en la sala con paso veloz, trayendo una toalla pequeña que pasó a la joven para que apretara su herida.

-Ha sido una vampiresa que ha estado rondando un tiempo. Está muerta y yo estoy bien, ¿vale? -Lil posó sus ojos en la rubia un segundo, trasmitiéndole mentalmente los datos, mientras su hermano alzaba la voz al volver a intervenir.

-¡Una mierda, Lil! Hace mucho que no me cuentas qué pasa, y no soy idiota, ¿sabes?

-Will, creo que quizás sería mejor que nos relajáramos todos y fuéramos al hospital. Lil necesita calma...

La frase suave de Sookie se vio cortada por la propia Lil, que con un deje de enfado encaró a su hermano para hablar.

-Tienes una hija, joder, Will y yo muchos años para manejar mi vida. ¡No vas a meterte en líos! Ah y tampoco con quién tengo o no que acostarme ¿vale? Sé por qué estás aquí, sí. -Añadió ante el gesto de su hermano.

Contigo, sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora