Capítulo 16

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Capítulo 16

Sookie sintió su móvil vibrar en el bolsillo de su short negro, y tras dejar la bandeja en la barra y ver que Sam no estaba cerca, sacó el móvil rápido para echar un vistazo a la pantalla, extrañándose y asustándose a la par cuando vio el nombre de Eric, pues aún era pronto para la hora de reunirse.

-¿Qué pasa, Eric? –Descolgó mientras corría hacia el baño.

-Lil está en peligro, estoy sintiendo su miedo; y al contrario de lo que me dijiste anoche, no está trabajando en el Merlotte. –Dijo con un tono que rozaba el enfado, aunque la camarera lo ignoró por el miedo que sintió.

-Oh, Dios. Está en Nueva Orleans, en la casa de su abuela, ¿qué... ¿Eric? ¡Eric!

Sookie salió del aseo espetando un improperio al descubrir que el vampiro la había colgado, llamando rápido al móvil de su amiga, pero nadie respondía al otro lado, con lo que optó por intentarlo con Eric, aún sabiendo que la ignoraría.

-¡Eh, Sookie! No puedes dejar tus mesas desatendidas, estamos a tope. Ya sabes lo que os tengo dicho sobre el teléfono. –Habló con mala gana el dueño del bar cuando vio a su empleada salir del pasillo.

-Sam, de veras que lo siento, pero es una emergencia real. Lil está en peligro y a más de 200 kilómetros de aquí, ¡joder!

El rubio se quedó callado y perplejo al ver como la chica guardaba el móvil y salía corriendo del establecimiento sin decir nada, visiblemente preocupada.

                                          *                          *                             *                               *

Eric aterrizó vertiginosamente delante de la casa donde sentía a Lil, observando la puerta de la entrada abierta y los cristales rotos, escuchando los gritos y sollozos de la mujer pidiéndole a alguien que parara, aunque él mismo sintió como aquella presencia se largaba veloz al haberlo sentido.

-¡Lil!, ¡Lil soy Eric, invítame a pasar! –Gritó para que ella pudiera oírle desde el segundo piso, escuchando la respuesta desesperada poco después.

-¡Eric, entra, por favor! ¡No dejes que entre! ¡ayúdame, por favor!

El vampiro subió veloz hasta plantarse en el dormitorio donde la chica estaba sentada en el suelo junto a la cama, rodeada de los cristales rotos de las ventanas del cuarto. Eric se agachó junto a ella rápidamente, y Lil comenzó a hablar veloz, sujetándolo de la chaqueta.

-¡Está fuera destrozando todo, no dejes que entre, por favor, no dejes que entre!

-Ya se ha ido, Lil. Estás a salvo, tranquilízate. –Habló el hombre mientras agarraba su cara para que lo mirara fijamente.

La chica asintió un instante después, pero pronto rompió a llorar y enterró la cara en el pecho del rubio, quien la abrazó con suavidad sin decir nada.

Poco después el teléfono del hombre comenzó a sonar, con lo que lo sacó con una mano de su chaqueta, y sin dejar de abrazar a la morena con su otro brazo, contestó.

-¡Eric! ¿Estás con Lil? ¿¡Qué pasa!?

-Está bien, estoy con ella. –Respondió a Sookie lacónicamente. –Ve con Jessica a la casa de la bruja y realizad el hechizo. Mañana saldremos a buscarlo y lo encerraremos hasta la luna llena.

-¿Y qué pasa con Lil? ¿Está bien? ¿Qué ha pasado, Eric?

-No estoy seguro, pero no está herida. La llevaré a casa. Haz lo que he dicho.

Contigo, sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora