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Una vez que los patinadores habían entrado en la pista a patinar, Swan, Goeun y yo terminábamos de dar un último repaso al suelo para que no quedara pegajoso. Goeun se apoyó sobre el palo de su fregona, mirándome fijamente mientras limpiaba con una sonrisa socarrona. Swan estaba sentada abrazando sus piernas para no interferir con sus pies en mi trabajo. 

Entonces... ¿Estás segura de que no sientes nada? Viste lo que acaba de pasar...—Preguntó Goeun.
Goeun lo he dicho mil veces, sólo tengo curiosidad...
—La curiosidad mató al gato.
—Comentó Swan de la nada con una tierna sonrisa. 

Aquel comentario tan fuera de lugar hizo que Goeun y yo nos miráramos y rompieramos en carcajadas, dejándola completamente confusa. Goeun revolvió el pelo de Swan con duzura mientras yo escurría por última vez la fregona, dando por terminada aquella intensa sesión de limpieza. Esa paz que sentía iba a durar verdaderamente poco y lo supe en cuanto la chica se acercó hasta nosotras caminando torpemente con sus patines. Más le valía tener precaución o se daría de bruces contra el suelo, aquello me atemorizaba, tenía cero dudas de que no tardaría nada en culparme por el incidente. Frenó justo delante nuestra, cruzando sus brazos con el ceño fruncido en busca de una explicación. Sin embargo, las tres la mirábamos sin entender.

—¿Creéis que habéis venido para estar aquí de parloteo? ¿No tenéis acaso nada más que hacer?

Se escuchó el hielo siendo rasgado firmemente y mis ojos se encontraron rápidamente con los de SungHoon, el causante de ese sonido al frenar sus movimientos. La chica esperaba una respuesta, por lo que había un frío silencio en el gimnasio que se interrumpió cuando vio que SungHoon y yo nos mirábamos. Sus puños se apretaban con fuerza y no dudó ni dos segundos en apartarse de nosotras. Pensábamos que nos la habíamos quitado de encima y aparté mi mirada de SungHoon para dedicarle a Goeun y Swan una pequeña sonrisa victoriosa, pero había cantado victoria demasiado rápido. 

Aquella chica se había acercado a la manguera de donde sacábamos el agua para limpiar y no dudó en dirigirla hacia nosotras con el grifo abierto de par en par. Goeun gritó con fuerza por la mala impresión que le dio el agua fría chocando con su cuerpo, Swan en cambio quedó en shock al sentir como toda su ropa se mojaba en cuestión de segundos y yo por supuesto sentí una ardiente ira. Ella sonreía victoriosa al escuchar las risas de sus amigas de fondo.

Ya que vosotras no limpiáis la mierda, la tendré que limpiar yo.— Apuntó hacia mí únicamente, empapando aún más si se podía mi ropa. 

No iba a quedarme de brazos cruzados y aproveché el agua que caía sobre mí para echar mi pelo hacia atrás; Estaba intentando con todas mis fuerzas no darle un puñetazo y dejarla hecha un cuadro de Pollock. Me acerqué lentamente, con precaución para no caerme frente a ella y darle un motivo más para reír y cerré el grifo de la manguera. Mi mirada se dirigió a SungHoon nuevamente, y a pesar de que miraba la situación, no se dignaba a hacer nada. Yo tenía claro lo que iba a hacer, y sacándole ambos dedos del medio a la chica, me di la vuelta y tomé una de las botellas de bebida isotónicas que aún tenía algo de bebida dentro, tirándosela a la cara.  Me dirigí a la salida, gritando desde lo más profundo de mis pulmones un "dimito" que resonó en todo el pabellón. Swan y Goeun esta vez no me pararon, sabían que yo les había advertido de lo que pasaría si volvía a hacer algo de este estilo, y siendo honesta, me había comportado incluso bien. Mi paso era firme y decidido a pesar de que las zapatillas rechinaban de forma graciosa contra el suelo. No pretendía volver nunca más. 

Mis pasos no eran lo único que se escuchaba en aquel pabellón, unos pasos apresurados parecidos a unos tacones venían detrás de mí. No quería girarme, no si iba a ser esa niñata. Abrí la puerta y salí sin mirar ni un segundo atrás... Debí haberlo hecho: SungHoon había intentado retenerme. Había salido de la pista descuidadamente aún con los patines en sus pies sólo para pararme, y cuando estaba a punto de tomar mi brazo, la puerta se cerró en sus propias narices. 

SungHoon's POV: Me quedé con la miel en los labios en cuanto la puerta se cerró frente a mis ojos, viendo como toda esperanza de trabajar sus habilidades y traer sangre nueva al club se esfumaba

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SungHoon's POV: 

Me quedé con la miel en los labios en cuanto la puerta se cerró frente a mis ojos, viendo como toda esperanza de trabajar sus habilidades y traer sangre nueva al club se esfumaba. Me giré hacia aquellas chicas, las que se juntaban con ella, y únicamente se dignaron a bajar sus cabezas y a dirigirse al baño para secarse. 

Winter se acercó a mí tratando de hacer un berrinche para que tomara represalias contra _____, pero a decir verdad, ese líquido azul que chorreaba a gotas de su rostro lo tenía más que merecido después de todo. Mantuve una distancia coherente entre Winter y yo, mientras la miraba impasible. De nuevo aquella presión se instauraba en mi pecho, mi respiración comenzaba a acelerarse y mis manos temblaban levemente. Cualquiera pensaría que eran síntomas de un ataque de ira, debía sentirme enfadado como mínimo por todo lo que acababa de pasar, pero no era así. Winter me causaba ansiedad, una ansiedad que acabaría por hacerme tomar otro tiempo el patinaje artístico, eso si no cerraban antes el club por su pueril obstinación con que todas las chicas entraban  al club sólo por mí. 

Hoonie, ¿no vas a hacer nada?

No le di respuesta alguna. Únicamente me dirigí a uno de los bancos que se localizaba frente a la pista para quitarme los patines, guardarlos y salir de allí lo más rápido posible. Iba a tener que pasar de nuevo por la farmacia antes de volver a casa. 

"No te conviertas en una extraña, por favor."

New Year's Day. -Park SungHoon y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora