13.

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Era la tercera cafetería en la que buscaba trabajo. Decían que a la tercera iba la vencida, así que probaría suerte una vez más. Entré en la cafetería observando todo con detenimiento y me acerqué hasta la barra, encontrándome con la grata sorpresa de que detrás se encontraba HeeSung lavando unos vasos. Le sonreí con alegría al encontrarlo allí y me senté en la barra frente a él. 

¡Hola, qué de tiempo!—Me saludó con entusiasmo.
No esperaba encontrarte aquí.—Admití sonriendo. 

HeeSung resumió la situación con un "hay que trabajar para tener algo en la vida" y yo simplemente le di la razón. Carraspeé dudando un poco antes de preguntarle por el jefe de la cafetería pero al fin y al cabo había ido a eso. Al preguntárselo, HeeSung volvió seguido de un hombre pelirrojo que tenía un muy serio rostro. Tragué con dificultad y me preparé para lo peor, sin embargo aquel hombre pareció sonreír alegremente al verme. Extendió su mano al otro lado  de la barra para saludarme y agradecerme el interés de trabajar como camarera. 

—Hola, soy Kang TaeHyun, el dueño de la cafetería. 

Cortesmente le respondí todas y cada una de las preguntas que me hacía y que le haría a cualquier chico de mi edad. No tenía experiencia alguna y eso restaba muchos puntos, sin embargo, el jefe Kang decidió darme el puesto de trabajo con una sonrisa tierna en el rostro mientras yo celebraba. ¿Por qué quería trabajar? Os preguntaréis. Bueno, unos patines no se compran solos y necesitaba el dinero para comprar unos que valieran la pena. 

Me habían dado fecha para empezar al día siguiente pero aún así me quedé para analizar el trabajo de HeeSung y copiarlo al día siguiente. Él me explicaba dulcemente los distintos tipos de café, batidos y tés que había en la carta y la forma de prepararlo. Fue una tarde entretenida cuanto menos y qué decir del día siguiente. La gente parecía entender que era nueva y la mayoría de veces Heesung se encargaba de los pedidos más grandes o más complejos de preparar, tenía un compañero de trabajo espectacular. 

Las semanas volaban entre el trabajo, las clases y el entrenamiento y sé de sobra que SungHoon también lo notaba, se le veía más apartado de mí. A veces cuando llegaba se ponía a patinar rápidamente por toda la pista y se me hacía imposible conversar con él. Cada vez que pasaba por mi lado parecía hacerlo con rapidez, se le veía ansioso. ¿Se habrá enfadado conmigo por esto? No estaba muy segura pero todo valía la pena por lo que venía: Mi primer sueldo. Al recibir la notificación de la primera nómina en mi banco comencé a dar saltos con HeeSung, que parecía contagiarse de mi alegría. Aquel día había comenzado de forma brillante. 

Entonces se escuchó la puerta abrirse y por las puertas asomó un rostro bastante familiar, tanto para mí como para HeeSung: JungWon había entrado a la cafetería con una gran sonrisa en su rostro, sus dos hoyuelos asomando y su mano moviéndose violentamente para saludarme. Se acercó rápidamente a la barra y se sentó justo frente a nosotros. El jefe Kang salió de la oficina y se acercó a JungWon, saludándolo con un beso en la cabeza.

¡Pensé que llegarías más tarde!
—Nos han dejado salir antes, papá. 

Mi boca se abrió en una enorme "O" mientras HeeSung parecía pestañear a cámara lenta para asumir lo que acababa de escuchar. JungWon se giró hacia mí y me señaló dando pequeños saltitos sobre su sitio. 

Papá ella es mi compañera de clase, _______.
—¡Ya decía yo que se me hacía familiar ese nombre! Por favor, ______, toma un descanso. Tomad un helado, invita la casa. 

Tae entonces entró detrás de la barra y me hizo salir de detrás de esta

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Tae entonces entró detrás de la barra y me hizo salir de detrás de esta. Tuve que elegir un sabor y tomar asiento junto a JungWon, ambos habíamos escogido fresa. JungWon hacía pequeños bailecitos con sus hombros en lo que comía, mientras yo observaba a HeeSung y le preguntaba si iba bien. Él siempre me respondía "he estado durante meses solo, sé apañármelas." Era cierto pero me sentía mal.

Bueno, ______... Entonces, ¿qué pasó con SungHoon al final?
—¡Oh!
—Tosí un par de veces, atragantándome con el helado.— Pues... —Noté los curiosos y brillantes ojos de HeeSung sobre mí.— Últimamente está... Más lejano de nuevo. Creo que es por el trabajo, quiero decir, ahora siempre tengo que irme antes o llego tarde... Entiendo que pueda estar perdiendo el interés en ser mi amigo.
—Ya, amigo...
—Habló HeeSung entre dientes.

JungWon rio cómplice con HeeSung y mordió la cuchara con la que comía helado. Yo los miré con el ceño fruncido sin entender qué querían decirme. Aparté mi helado y me crucé de brazos sobre la mesa a punto de exigir una explicación, pero JungWon se me adelantó. 

 —Cuentan por ahí que SungHoon está cambiando. Dicen que ahora se ha vuelto más abierto a la hora de acercarse a los demás... Y que en la taquilla tiene un peluche de pingüino...
—¿Insinuas que es culpa mía ese cambio y que ese pingüino es mío?
—Te lo confirmo.
—Asintió JungWon completamente seguro de lo que decía y HeeSung se unió en un silencioso gesto de cabeza. 

Me llevé las manos a la cabeza y comencé a rascarla con gran confusión. ¿Cómo iba a ser eso verdad si apenas nos había dado tiempo a profundizar la amistad de forma apropiada? ¿Acaso era una persona que se hacía ilusiones tan rápido? De cualquier forma, tenía un remolino de emociones en mi interior que me hizo mordisquear el interior de mi mejilla. 

New Year's Day. -Park SungHoon y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora