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SungHoon's POV: 

Llevaba entre mis manos el peluche que me había regalado al terminar el entrenamiento. Podía simplemente haberlo guardado en la mochila y sacarlo cuando llegara a casa pero me sentía demasiado enternecido como para ocultarlo. Saqué mi teléfono al escuchar un par de notificaciones que provenían de las redes sociales: todos querían saber el origen del peluche, más específicamente, todas. Ignoré todas y cada una de las notificaciones hasta que en mi pantalla saltó el horrendo rostro de Jake por la foto de contacto que le tenía establecida. Reí un par de segundos antes de cogerlo, aceptando la llamada. 

¡Hola, Hoon! ¿Qué pasa tío?
—Hola, Jake. ¿Qué te trae por aquí?
—Es que el otro día me acordé de ti. ¿Recuerdas a la chica esa de la fiesta? Con la que estuviste limpiando.
—Comenzó a titubear de forma extraña.
Sí, ______. ¿Qué pasa con ella?
—Quiero contarte algo, no sé si verías lo mismo que yo pero... Creo que es importante que lo sepas para frenar esto. 

Algo se encogió en mi interior.  No sabía exactamente qué podía pasar con ella pero algo me dijo que no era buena señal. No quería dudar de ella, sin embargo habían pasado tantas chicas por mi vida pretendiendo ser mis amigas que ya no me sorprendería. Tragué con dificultad "por favor, no te conviertas en una extraña, ______". Me apresuré a casa de Jake, necesitaba que me contara qué es lo que estaba pasando. Llamé un total de seis veces de forma impaciente, encontrándome con un Jake completamente desaliñado.

—¿En qué momento has llegado tan rápido? Ni siquiera estaba vestido, Hoon. 

 Tomé asiento en el sillón, jugando con las pequeñas alas de aquel regordete peluche que tenía entre mis manos. ¿Cómo podía preguntar por ______ sin parecer tan interesado? Jake pareció leer mi mente a pesar de mi inexpresivo rostro y dejó escapar una risita mientras negaba con la cabeza. Se sentó a mi lado y miró el peluche con curiosidad. 

—¿Te lo ha dado ella?

Yo asentí ciertamente ¿tímido? Había recibido miles de peluches, sin embargo este tenía un significado distinto. Jake le dio un pequeño golpe en la cabeza a mi peluche y yo me lo llevé al pecho para protegerlo. Mi amigo australiano simplemente se sentó en el borde del sofá, entrelazando sus manos.

—¿Qué pasó el otro día en el entrenamiento, SungHoon?

Traté de hacer memoria, más bien tenía que preguntarme qué día no había pasado algo. Al ver que no lograba encontrar la respuesta a esa pregunta, la reformuló, o más bien, me ofreció más contexto. 

—Estaba jugando al baloncesto cuando la vi. SungHoon, te juro por dios que tenía los labios morados y temblaba como un perrito pequeño. 

Abrí mi boca estrepitosamente, juré que ese día se había ido a casa despues de "renunciar". Pestañeé un par de veces incrédulo y un remordimiento empezó a arremolinarse en mi pecho. Debí haber hecho algo a tiempo. 

Winter la mojó, ¿verdad?—Volví a asentir, clavando mi mirada en el peluche.— SungHoon, tienes que parar ya a esa chica. ¿Hasta cuándo pretendes aguantar? 

Me mantuve aún en silencio, reflexionando. Era cierto, tenía razón, ¿hasta cuándo iba a tener que aguantar los abusos de Winter hacia cualquier miembro del club que se interesara por el patinaje? Dejé escapar un pesado suspiro y escuché un sospechoso carraspeo de Jake. 

—Bueno, he de confesar también que tiene unas manos muy bonitas, Hoon. Son muy suaves, ¿sabes si tiene novio?

Mi mirada pasó del peluche a mi amigo con una rapidez deslumbrante. Jake había tocado a más de 30 mujeres a lo largo de su vida con esas sucias manos, las mismas con las que había tocado las de ______. Le di un golpe en el hombro y fruncí mi ceño, podía meterse con cualquier otra pero no con ella. Jake empezó a reír y levantó una ceja con curiosidad. 

¿Acaso te gusta, Park SungHoon?
—No.
—Negué rápidamente.— Pero no vas a jugar con ella, Jake. Búscate a otra.
—Vamos, Hoon. No voy a jugar con ella, ¿crees que le guste el baloncesto?
—Jake, te he dicho que no.
—Me levanté de mi sitio molesto. — No te acerques a la chica a por la que voy. 

Jake abrió la boca con una gran sorpresa en su rostro. Habíamos sido amigos durante años y jamás me había escuchado decir unas palabras similares en todo lo que llevábamos. Jamás me había enamorado, y no lo estaba de hecho, pero quise decirlo, quise marcar límites alrededor de ______. Sin decir nada más, salí de la casa sintiendo como mis orejas ardían por dentro pero estaban congeladas por fuera. Era una sensación extraña e incómoda, pero más lo era la que estaba instaurada en mi pecho.  No sabía qué acababa de decir pero me sentía completamente satisfecho. 

De camino a casa dando un lento paseo, empecé a reflexionar conmigo mismo. A decir verdad, desde que la vi en aquella fiesta sentí cierto interés, era la única persona cuerda que quedaba en pie. No sería la persona más expresiva a la hora de mostrarlo pero sentí cierta ilusión al verla allí cuando llegué al club aquel día. Desconfiaba, como de cualquiera que entra nuevo por aquella puerta, sin embargo, mi corazón latía con la misma rapidez que lo hacía cuando veía a Winter. Quizá no era interés, sino ansiedad... No. Cuando veía a ______ sentía cosquillas en el cuerpo, no malestar. Me senté en un banco vacío, aprovechando ese momento tan tranquilo y me atrevía  teclear en el navegador: "¿Por qué mi corazón late rápido y siento cosquillas?"  Las respuesta alimentaron ciertamente mi hipocondria hasta que divisé algo que tenía todo el sentido: "pastillas para la ansiedad", las pastillas me estaban causando eso. Tomé la caja de pastillas de mi mochila y la miré detenidamente. Parece que tendré que despedirme de ellas. 

Al dia siguiente iba completamente concienciado de poner a prueba aquella teoría

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Al dia siguiente iba completamente concienciado de poner a prueba aquella teoría. Llevaba 24 horas sin tomar ninguna pastilla para la ansiedad y ciertamente eso me provocaba cierta incomodidad. Si sufría de ella nuevamente, no tendría nada a lo que acudir. Tomé una profunda bocanada de aire y comencé a calentar mis miembros antes de entrar en pista. 

Fue entonces cuando ella entró por la enorme puerta del pabellón. Apreté con fuerza mis ojos antes de girarme a  mirarla para hacerme creer a mí mismo que mi corazón no latería con fuerza, sin embargo, no fue así. En el momento en el que ______ me sonrió a modo de saludo mi corazón comenzó a latir rápidamente. Pestañeé con una enorme confusión en mi cabeza y me alejé de la valla, dando vueltas al azar simplemente para no darle el gusto a nadie de verme así de pensativo. 

Quizá es que sólo llevo un día sin tomarlas, sí. Será eso, pronto dejarán de tener efecto en mí.


New Year's Day. -Park SungHoon y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora