10.

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No me hizo falta determinación a la hota de entregar la nota en el gimnasio. Cuando llegué estaban Swan y Goeun, quienes se quedaron petrificadas al verme aparecer. ¿No se suponía que había dimitido? ¿Qué hacía allí? Seguramente esos fueran sus pensamientos. 

¡_____! ¿Al final te quedas? Menos mal, no sabía qué ibamos a hacer si Winter se nos acercaba.
—¡Pues dar la cara Swan!
—Respondió Goeun acercándose a mí.— ¿Vas a quedarte por lo que te dijimos ayer? ¿Porque SungHoon iba detrás?
—Al contrario.
—Mostré un sobre con las palabras "carta de renuncia" en él.

Swan y Goeun parecieron decepcionarse un poco al ver que la ideología seguía siendo la misma. Toda decepción se esfumó de un momento a otro cuando por la puerta entraron Winter y SungHoon. Ella iba hablando alegremente, gesticulaba con sus manos de forma exagerada y subía su tono para que SungHoon la escuchara. El rostro de SungHoon lo decía todo, a él no le interesaba lo más mínimo pero no había forma de escapar de aquello, al fin y al cabo era su novia, tratarla de esa forma no sería la más justificada. Sus facciones cambiaron completamente cuando me vio y sus ojos se abrieron como platos. Winter pareció buscar de dónde venía el estupor de SungHoon hasta que hizo contacto visual conmigo, aquello pareció provocarle una carcajada. 

—¿Vienes a por más? Pensaba que lo de ayer había sido suficiente pero veo que eres incansable.

No tuve reacción alguna, no quería darle el gusto de hacerme enfadar nuevamente ni de verme corriendo lejos de aquel lugar. Le entregué el papel directamente a SungHoon, el cual lo tomó con cierta perplejidad. Estaba por empezar a leer cuando la palabra dimisión cruzó sus ojos y alzó su mirada para verme a mí. Yo asentí como respuesta a pesar de no haber pregunta, sólo había reafirmado que me iría. Ondeé la mano frente a él a modo de despedida, sin embargo sus dedos fueron clavados en mi brazo de forma sorpresiva. 

—No te vayas, por favor. 

Pestañeé un par de veces sin poder creerlo y busqué a Swan y a Goeun con la mirada, ninguna de las tres estábamos entendiendo nada en ese momento. Solté un pequeño quejido al sentir como sus dedos rodeaban con más fuerza mi brazo y la mano de SungHoon comenzó a temblar al sentir que me hacía daño: me estaba hiriendo pero no me quería dejar marchar. 

¡Venga ya SungHoon! ¡Suéltala! Está diciendo que se va. No es la primera vez que entra gente como ella, gente que sólo viene por ti y no tienen la paciencia ni la pasión necesarias para el patinaje...

Aquellos comentarios parecían enfadar a SungHoon cada vez más y más. Juraría que mi brazo tenía la forma de sus uñas en mi piel pero él no paraba. Sus comentarios fueron la gota que colmó el vaso de Hoon, el cual tiró de mí hacia fuera del gimnasio con toda la rapidez que le permitía el estar tirando de alguien más. Todos los quedamos en un confuso silencio y yo a lo único que pude atinar fue a seguirle hasta donde quisiera llevarme. 

Su mano no me soltaba a pesar de saber que estaba siguiéndole, no confiaba en mí, creía que en cuanto pudiera, escaparía

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Su mano no me soltaba a pesar de saber que estaba siguiéndole, no confiaba en mí, creía que en cuanto pudiera, escaparía. Volví a soltar alguno que otro quejido hasta que su agarre se aflojó y pude sentir como sus uñas salían de mi piel. Estaba a punto de reclamarle, de gritarle que estaba loco y que me había hecho mierda el brazo, pero le vi completamente indefenso: Sus ojos estaban brillantes y su pecho subía y bajaba con rapidez. Me alarmé ante este comportarmiento y me solté lentamente de su agarre para coger su mochila y soltarla justo entre nosotros para no dejarla expuesta. Entonces llevé mi mano hacia su pecho e hice una leve presión en este, mirándole fijamente de la misma forma que él lo hacía conmigo. 

—Respira conmigo, SungHoon... Inspira... mantén... espira. 

Nuestras respiraciones se fueron alineando poco a poco. ¿Estaba teniendo un ataque de ansiedad sólo porque me iba? Aquello era algo que no me cuadraba y sabía que debía tener trasfondo pero no quería ser yo quien hurgara en su llaga. SungHoon pareció reaccionar coherentemente a sus movimientos y llevó sus manos a sus ojos para frotarlos y quitar los restos de lágrimas que había en estos. 

—Vamos a sentarnos, ven.—Propuse antes de que pudiera encontrarse peor.

Volví a tomar su saco y a dirigirlo con una mano en su espalda hacia el banco más cercano que encontrara. Le hice tomar asiento a él primero y luego me senté junto a él, demostrándole que no me iría si lo que necesitaba era a una persona junto a él. 

¿Quieres hablar? ¿Necesitas algo?
—Es Winter.
—Comenzó a hablar.—Está saboteando el club que tanto amo con su obsesión insana.
—¿Cuál obsesión?
—Yo. 

Abrí mi boca en una pequeña "o". Era su novia, ¿qué esperaba? ¿A cuál nivel de obsesión llegaba aquella chica para incomodar a su propia pareja?

Llegó el año pasado al club, apenas unos meses después de que lo abriera. Había tanta gente apuntándose porque me conocían de otros festivales y competiciones... Lo juro _____, hubiera amado tanto enseñarles, compartir la misma pasión, participar en campeonatos juntos... Pero todo se fue a la mierda cuando llegó Winter... —Hizo una pausa jugando con sus manos de forma ansiosa.— Ella no es más que otra de las chicas que venía a acosarme con cámaras y rogando por mi número de teléfono... Esto que os ha hecho estos últimos días no son ni la mitad de cosas que les hizo a los demás... El club estaba a rebosar y ahora sólo quedamos cinco: ella, sus amigas y yo. 

Quedé perpleja por toda la información con la que estaba logrando unir lazos. Desde un principio no entendía por qué había tan poca gente a sabiendas de que SungHoon formaba parte del club. Por fin podía entender su cambio de actitud, su rostro severo y afilado en los entrenamientos y la dulce sonrisa que se escapaba de sus labios en los campeonatos. Dejé caer mi mano sobre las suyas para llamar su atención y una vez que su mirada recayó en mí, le dediqué una sincera sonrisa. 

 —Volvamos a patinar como te gusta hacerlo, SungHoon. 

New Year's Day. -Park SungHoon y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora