"Cɑndle wɑx ɑnd Polɑroids on the hɑrdwood floor. You ɑnd me forevermore."
La rama del patinaje artístico nunca le había llamado la atención, no hasta que se dejó deleitar por los ligeros y livianos movimientos del castaño. Aquel chico dominaba la pi...
Swan, Goeun y yo terminamos de limpiar el desastre que hicieron las patinadoras tras pasar por las duchas. Habíamos acabado hechas un cuadro y por si era poco, habíamos tenido que aguantar la bochornosa escena que aquella patinadora había decidido hacer lanzándome la toalla que había usado para secar su sudor a la cara. Mi rostro se encendió de vergüenza e ira, nadie tenía por qué tratarme así. Por un momento mi pensamiento intrusivo ganó y estuve a punto de golpearla con la misma toalla doblada a la mitad para hacerla más consistente. Swan me agarró del brazo evitando que hiciera cualquier locura mientras que Goeun miraba expectante esperando el momento perfecto para lanzarse de igual manera contra aquellas maleducadas.
Todo esto ocurrió bajo la atenta mirada de SungHoon, quien había dejado de patinar solamente para ver qué pasaba. ¿Acaso le asustaba que su noviecita de plástico saliera herida? Me hervía la sangre ver que todos parecían atentos a la situación pero ninguno se dignó a mover ni un sólo dedo por las que estábamos manteniendo aquella leonera aceptable. ¿Era porque no éramos patinadoras? ¿Por ser de primer año? ¿Por ser las nuevas? Tiré la toalla al suelo y me dirigí rápidamente hacia mi mochila más que dispuesta a marcharme de allí. Swan venía detrás mía intentando convencerme de no hacerlo, mientras que Goeun parecía tener una feroz lucha de miradas con SungHoon, que parecía impasible.
—¿Te vas a ir? ¿De verdad? —¿Tú vas a aguantar esto, Swan? Apenas llevamos un día y- —¡Por eso! Quién sabe... Quizá poco a poco nos vamos dando un poco a conocer... A lo mejor es sólo para ver si de verdad estamos para aprender a patinar o sólo por... No sé. —¿Por SungHoon? No, gracias. Todo me ha quedado muy claro. —Sólo una oportunidad más, venga.
Rodé los ojos drásticamente y apreté mis puños con rabia. Sabía que no debía pagarla con ella pero en ese momento me encontraba encendida de frustración. La señalé con mi dedo indice a modo de reprimenda.
—A la próxima pienso darle una paliza, y si no me dejas, me iré.
Sabía que yo no sería capaz de darle una paliza a nadie, a quién quería engañar, Swan también lo sabía. No era un buen momento para hablar coherentemente, al menos no conmigo.
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SungHoon's POV:
Trataba de aparentar normalidad, no esperaba que de verdad fuera a encontrarme a esa chica en el club. No sabía si sentirme acosado, estaba acostumbrado a eso: Las chicas se obsesionan, entran al club y... Bueno, el resto es historia. Ese era el caso de Winter, la chica que patinaba conmigo. Por sorprendente que pareciera, ella entró a la misma vez que yo en el club sólo porque me vio en clase y no supo como acercarse. La constancia de aquel contacto forzado me incomodaba a niveles que tuve que tomar un tiempo del deporte sólo porque había perdido la motivación a patinar. Para cuando volví ella había aprendido por sí misma y ahora compartíamos pista.
Era una persona incansable y toda clase de superioridad que se le pudiera haber subido a la cabeza lo hizo. En la pista de patinaje apenas éramos únicamente 5 patinadores porque se dedicaba a sabotear toda clase de entrada nueva al club. Hasta cierto punto me beneficiaba, mantenía a raya a todas las que venían a ensuciar el nombre de este precioso deporte; pero por otra parte el pabellón se mantenía mayoritariamente vacío, costaba más trabajo sacar el club adelante y más de una vez estuvieron a punto de cerrarlo. Me había hecho a aquella situación tan monótona que me sorprendió gratamente el ver a tres aspirantes a patinadoras. Quizá no lo mostré, quizá parecí frío e indiferente pero algo me decía que el club podía resurgir si tenían perseverancia... Perseverancia, que palabra tan difícil de pronunciar con Winter.
Como de costumbre se montó un alboroto a manos de Winter. Ella no les daba solamente trabajos duros, sino que tenía la poca decencia de humillar a todos y cada uno de los chicos y chicas que pasaban por aquí. Escuchar un llanto al final del día mínimo una vez al mes no era algo nuevo para mí, sin embargo una respuesta violenta sí. Frené todos mis movimientos para fijarme en los temblorosos brazos de ______ llenos de ira. Estaba muy sorprendido, tenía el coraje suficiente para enfrentarse a alguien mayor que ella y lo habría hecho de no ser por otra de las chicas que la sostenía.
Sus movimientos eran vívidos, eran definidos y llenos de sentimiento, lo expresaban, expresaban lo que sentía. Me dejó completamente fascinado por su comuncación no verbal tan impecable. La miraba fijamente, analizaba sus movimientos, sus facciones, absolutamente todo de ella... Hasta que decidió marchar y entonces establecí contacto visual con su otra compañera de ojos saltones. Ambos nos mirábamos fijamente, sus ojos eran serios, estaban ardiendo de ira; mi mirada era calculadora e inexpresiva, lo suficiente para poder concentrarme en los movimientos de ______ sin parecer interesado. Aquello tenía buena pinta, ______ tenía potencial, sólo había que sacarlo a flote.
