"Cɑndle wɑx ɑnd Polɑroids on the hɑrdwood floor. You ɑnd me forevermore."
La rama del patinaje artístico nunca le había llamado la atención, no hasta que se dejó deleitar por los ligeros y livianos movimientos del castaño. Aquel chico dominaba la pi...
No confiaba para nada en la calma que el rostro de Winter mantenía, algo me decía que no iba a abrirme los brazos en cuanto me viera y ciertamente anudaba mi estómago. Decidí no darle lugar a soltara ni una sola palabra más y me dirigí a la habitación de Hoon, llamando a la puerta antes de entrar recibiendo un "pase". Al abrir la puerta y entrar le miré por unos segundos, encontrándome con que ni un ápice de ilusión se escondía en sus ojos.
—Hasta que te dignas a aparecer. —SungHoon, yo... —Silencio.
Aquello me hizo quedarme estática en el lugar en el que estaba, mirando hacia el suelo avergonzada, ¿para eso quería que viniera? SungHoon llamó mi atención chasqueando la lengua y señaló con su cabeza los patines que estaban al final de la habitación.
—¿No te suenan? —Son tus patines. —Asentí de forma inocente. —Deja de jugar conmigo, ¿por qué la chuchilla no está alineada con la muela? —¡No lo sé, SungHoon! ¿Crees que he podido hacerlo yo? ¿De verdad? —Sólo estoy descartando personas. —¡Ni siquiera pude pasar la noche contigo y me culpas! ¡He tenido que dormir con tu amigo porque dio la casualidad de que estaba aquí para verte! Casi duermo en el vestíbulo y aún así... ¿Encima crees que yo he podido? —Te alteras demasiado y eso sólo lo hace más sospechoso...
Con toda la frustración del mundo le di una patada a aquellos patines antes de abrir la puerta dispuesta a irme. Tenía un pie fuera de la habitación cuando una pregunta me frenó en seco.
—¿Por qué no viniste antes...?
Me giré lentamente para verle. Estaba muy molesta, demasiado, pero aquella pregunta me había hecho débil de un segundo a otro. Cerré nuevamente la puerta y me acerqué a él a paso lento, pudiendo darme cuenta de que sus ojos se ponían más y más brillantes a medida que me acercaba.
—Winter me dijo que no viniera... — ¿Y por que mierd- —Era un asunto de familia al fin y al cabo.
SungHoon tiró de mí con su brazo bueno y me abrazó con fuerza, dejando repetidos y suaves besos en mi cabeza. Él sabía que todo lo que había estado pasando esos días había sido muy injusto para mí. Entendía mi molestia, pero jamás entendería que le hubiera hecho caso a Winter.
—Ni se te ocurra volver a hacerle caso a esa niña... —Tu mad- —Esta vez me interrumpió él a mí. —No eres parte de mi familia aún, pero te quiero conmigo siempre...
Aquellas palabras encogieron mi corazón y entonces fui yo quien lo abrazó con más fuerza, sacando un par de quejidos que me hicieron separarme rápidamente. Él estalló entre risas y yo quise golpearlo por el susto que me había metido.
—Eres un idiota Park.
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Las risas al parecer habían resonado por el pasillo y alertaron a Winter y a su madre, que acudieron rápidamente a la habitación. Entraron sin dar advertencia alguna, simplemente irrumpieron, encontrándonos a SungHoon y a mí notablemente pegados, qué decir, yo sostenía su rostro entre mis manos mientras acariciaba por encima del apósito que le habían puesto sobre la herida y Hoon tenía su mano útil sobre una de las mías. Estábamos a centímetros de unir nuestras frentes, cosa que no hicimos por querer vernos directamente a los ojos y por supuesto una estúpida sonrisa adornaba nuestros labios sin poder evitarlo.
La forma en la que entraron en la habitación nos hizo separarnos el uno del otro rápidamente. La madre de Hoon se acercó hasta nosotros, poniéndose en medio para evitar que pudiéramos volver a tener esa cercanía.
—SungHoon esto es inaceptable. Deja de jugar con el corazón de la pobre Winter y abre los ojos. ¡Esa rata te ha saboteado la competición! ¡Ni siquiera hubiera venido por sí misma si no la llamabas! —No, mamá. Ya está bien, deja de hacer esto. Jamás le di esperanza alguna a Winter, siempre fuiste tú.
Di un par de pasos atrás algo incómoda por la situación y sin querer pisé algo detrás de mí. Ese algo rodeó mi cintura con su brazo y susurró algo en mi oído, algo que no pasó desapercibido para Winter, que no tardó en acusarme delante de SungHoon.
—¡Mira! ¡Ellos dos están aliados! Ambos han querido arruinar todo esto, Hoon. No dejes que arruine lo nuestro.
SungHoon dirigió su mirada hacia nosotros y Sunoo le sonrió de oreja a oreja ondeando su mano de lado a lado mientras yo rodaba los ojos harta del infantil comportamiento de Winter.
—______ acaba de empezar con el patinaje. Aún si ella quisiera haberme sorprendido con unos patines nuevos sería incapaz de saber si tenían la cuchilla sin alinear. Por mucho que me hayan descalificado, por mucho que me haya roto un brazo, a pesar de todo... Jamás podría culparla ni enfadarme con ella porque nada de lo que haga será con maldad.
El rostro de Winter ardía rojo de ira al ver los ojos de amor con los que me miraba SungHoon y apretó sus puños sin saber cómo más responder. La madre de SungHoon intervino rápdiamente defendiendo a la chica.
—Ni siquiera sabes que estás diciendo, SungHoon. Sabes de sobra que Winter no te haría daño, y que la ilusión de mi vida es que ganes todos los concursos que puedas ganar... La única que pudo haber hecho es... —La misma que echaste ayer de la habitación y que por ende estaba muy lejos de los patines de SungHoon.
Sunoo dio un paso adelante uniéndose a su amigo en contra de Winter. Sunoo sabía que los problemas de familia entre familia se quedan pero... Quería molestar a Winter. Tenía esa necesidad de hacerla rabiar por entrometida. A diferencia de Sunoo y de mí, ella parecía no tener claro su lugar y discutía con madre e hijo como si fuera una más.
—Si lo que quieres es coger a quien me ha saboteado el concurso, bien, empecemos una investigación oficial. Llamemos a la Policía y denunciemos esto.
Entonces Winter palideció rápidamente y se acercó a los pies de la cama de SungHoon. Esto no pasó desapercibido entre Sunoo y yo, que nos miramos el uno al otro de forma cómplice.
—No, Hoonnie... No creo que haga falta llegar a esos extremos, ¿no? —Os veo empeñadas en culpar a _____, bien. Pues encontremos entonces al culpable de esto. Si es ______ me alejaré de ella, si no lo es, le debéis una disculpa muy gorda.
Mi mente estaba en calma ya que yo no había hecho nada malo, sin embargo las piernas de Winter habían perdido fuerza y se encontraban temblorosas. Le había salido el tiro por la culata y a mí no podía saberme más a gloria.