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El suelo estaba lleno de pequeñas fibras de microplástico de miles de colores platinados como una galaxia compuesta de estrellas. Acompañando a estas estrellas se encontraban otros cientos de vasos esparcidos por el suelo, ya fueran vacíos o llenos de bebida. Sus dueños seguramente fueran aquellos que estaban tirados decadentemente en el sofá. Bufaba cada vez que tomaba algo más que lanzar a la bolsa de basura y estaba tan concentrada en aquella labor que sin darme cuenta me choqué contra alguien, para ser específicos... Me choqué contra su culo. Mi rostro enrojeció notablemente y me dejé caer hacia atrás, sentándome en el suelo, para pedirle disculpas. 

El chico me miró riendo divertido, mostrando sus sorprendentemente afilados colmillos y elegante porte. Sus hombros eran amplios pero su cintura se hacía pequeña en comparación al resto de su cuerpo. Me tendió la mano amablemente y me ayudó a levantarme, al parecer no era la única cuerda en aquel antro de alcohólicos. Las fiestas de primer año siempre tenían esa fama, era su momento de lucirse antes de entrar en un lugar tan formal como lo era una universidad.

Vaya, ha sido una forma bastante divertida de romper el hielo. Soy SungHoon, un placer. —Aprovechó el agarre de nuestras manos para sacudir ambas en un saludo.
_______, un placer, SungHoon. —Devolví el saludo amablemente. 

Tras eso ninguno sabía qué hacer realmente por lo que él se agachó a mi altura y comenzó a recoger el desastre junto a mí. Aquello me pareció un gesto humilde y tierno que no pudo borrar una pequeña sonrisa que se esbozaba en mis comisuras. Esta vez fue él quien rompió el hielo.

¿Eres de primer año?
—Así es, ¿eres mayor?
—Sólo por un curso, estoy aquí para acompañar a mi amigo Sunoo. Soporta poco el alcohol y no podía dejarlo solo en un lugar tan peligroso como una sala llena de alumnos de primero... 

Fingió tener temblores de pavor y aquella acción me hizo reír, asintiendo para darle así la completa razón. Giré mi cabeza hacia ese tal Sunoo y reconocí que era uno de los que estaba tirado en el sofá. Ladeé mi cabeza tratando de imaginar cuántas copas llevaría en su pequeño cuerpo y entonces SungHoon, como si me hubiera leído la mente, contestó.

—Sólo lleva una copa y media y ha caído rendido. 

Solté otra carcajada al escuchar aquello y comencé a sacudir mis manos molesta por toda la suciedad que se quedaba pegada con tanta facilidad. 

Hay purpurina en todo el suelo después de la fiesta...
—También hay cera de velas por el suelo...
—Estiró su mano hasta una foto en el suelo.— Y polaroids. 

Ambos reímos y tratamos de buscarle una forma a la abstracta forma lumínica que aparecía en la foto, seguramente un intento fallido de capturar la efimeridad del momento. 

Mientras colaborábamos  en la cocina limpiando los platos y vasos que había por allí, ambos manteníamos una animada conversación

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Mientras colaborábamos  en la cocina limpiando los platos y vasos que había por allí, ambos manteníamos una animada conversación. A decir verdad, era una persona agradable, como esos extrovertidos que adoptan introvertidos, sin embargo algo me decía que no era así. 

Oye, _____, ¿irás al salón del estudiante?
—¿Qué es eso? Es la primera vez que lo escucho.
—Es una feria por así decirlo... En la que se promocionan carreras universitarias, clubes, actividades extraescolares y cosas de ese estilo.

Abrí mi boca sorprendida ante aquel descubrimiento, sintiéndome más interesada que nunca. 

¿Tú estarás? ¿Promocionas algún club?
—Si vas lo verás. 

Asintió un par de veces dejandome con la intriga. Le salpiqué agua de mala gana y rodé los ojos, dejando escapar una pequeña risa mientras sacudía mi cabeza de lado a lado negando. Unos pasos nos alertaron a ambos que alguien había entrado en la cocina. Al girarnos, el chico levantó las manos en señal de rendición a pesar de no haber dicho ni una palabra. SungHoon chasqueó la lengua. 

Oh, vamos Jake, eres demasiado grandecito para emborracharte como los de primero. 
—No, no, querido Hoon, no te equivoques. Voy fresco como una lechuga... Sólo he tomado siete.
—Y menos mal que han sido "sólo".
—SungHoon suspiró secando sus manos.— Bien, es hora de que vayamos a casa.

El tal Jake se giró sobre sus talones y volvió al salón donde se encontraba la muchedumbre adormecida. SungHoon se acercó hasta mí, y colocando una mano sobre mi hombro, dio una pequeña palmada.

Buena suerte, ______. Espero que nos volvamos a ver pronto.
—Igualmente, SungHoon. Prometo que iré a buscarte en esa feria... ¡No creas que podrás ocultarte por mucho tiempo!

Ambos reímos juntos una última vez antes de que la cocina se quedara en silencio, siendo llenada únicamente por el murmullo de las conversaciones ajenas. 

"Hemos estado recogiendo botellas casi el primer día de mi año nuevo "

New Year's Day. -Park SungHoon y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora