El Secreto de los Dragones

Capítulo 48

Cuando Adam abrió los ojos, se encontró exactamente en el mismo lugar donde había perdido la conciencia. Extrañamente, esperaba despertarse en una prisión o en peores condiciones. Al observar a su alrededor, vio a Ángela sentada junto a la fogata, estaba vendando su frente mientras su mirada se mantenía fija en las llamas, parecía sumida en sus pensamientos. Gusingrim yacía en el suelo, pero al notar el movimiento de su estómago, Adam se tranquilizó al darse cuenta de que estaba respirando.

Parecía que Zatvoren no había planeado matarlos, sino simplemente desaparecer sin dejar rastro. La conversación que tuvieron antes de que escapara aún estaba presente en su mente. "Son tan patéticos que no pueden ni descifrar qué hay un traidor entre ustedes." Pero, ¿quién podría ser?

Adam reflexionó sobre sus compañeros. Jake siempre había sido un tanto extraño, pero tuvo una infancia difícil y había demostrado su lealtad en más de una ocasión, incluso salvándole la vida a Adam en situaciones peligrosas. Además, Ángela había compartido sus sospechas de que él intervino de alguna forma para salvarla durante su enfrentamiento con el dragón de las llamas.  Entonces, la duda recaía en Gusingrim. Si bien no llevaba mucho tiempo con ellos, no había garantía de su lealtad. Pronto lo conversaría con el resto. Por ahora, lo más importante era encontrar a Kate.

Antes de que pudiera acercarse a Ángela para discutir su búsqueda, su novia apareció frente a ellos con un destello que iluminó el campamento. Su rostro aún mostraba señales de dolor por las heridas que había sufrido. Adam se puso de pie de inmediato, sintiendo un alivio abrumador al verla sana y salva, a pesar de las heridas.

—Kate, ¿estás bien? —preguntó Adam, acercándose rápidamente a ella. —¿Qué sucedió? —Su corazón latía con fuerza, temiendo lo peor cuando Zatvoren desapareció en busca de ella.

Kate asintió débilmente, una sonrisa cansada cruzando sus labios. —Estoy bien, Adam. —Su voz sonaba débil pero tranquila. —Enfrenté a Malmur en un duelo muy difícil, creó que sobrestimé mis habilidades, aún no logro invocar bien el espíritu dragón y logró herirme en las piernas.

Adam la interrumpió, alzándola entre sus brazos y sentándola sobre un tronco. Luego inspeccionó detalladamente sus vendajes para usar su magia curativa.

—No te preocupes Adam. Logré huir y me encontré con Ben. Él hizo una mezcla especial para sanar las heridas, ya están casi como nuevas.—Adam frunció el ceño al escuchar el nombre de Ben.

—Te refieres a Zatvoren, no creo que esté de nuestro lado Kate.

—Me salvó Adam —sintió como lo fulminaba con la mirada. —Nos salvó a los dos. No es su culpa estar del lado de Malmur. —Kate prosiguió a relatar lo que había sucedido con Ben y su teoría sobre los brazaletes mágicos que mantenían a los seguidores de Malmur bajo su control.

A Adam no le agradaba cómo Kate defendía a Zatvoren ni el hecho de que hubieran pasado tanto tiempo a solas con él . Algo sobre él le daba mala espina. "Díganle que aún la recibiremos con los brazos abiertos de este lado de la batalla" ¿Y si todo ese tiempo solo estuvo manipulando a Kate con el objetivo de que se uniera a él?

—Kate, entiendo que te haya ayudado, pero no puedo confiar en él —dijo Adam con seriedad, manteniendo su mirada fija en la de Kate. —Zatvoren ha estado del lado de Malmur todo este tiempo, ¿cómo podemos estar seguros de que realmente quiere ayudarnos?

Kate suspiró, sintiendo la tensión entre ellos. Sabía que Adam estaba preocupado por ella, pero también entendía su desconfianza hacia Ben.

—Lo sé, Adam, pero tienes que creerme. Ben no es malo, solo está atrapado en una situación difícil. Además, si mi intuición es correcta, hay muchos más como él, atrapados por esos brazaletes. Si encontramos una manera de liberarlos, podríamos tener aliados en la lucha contra Malmur.