Capítulo 2

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Lisa abrió sus ojos e inmediatamente intentó levantarse, pero algo la mantuvo inmovilizada con fuerza.

—¿Qué?... —Cruzó la mirada con unos ojos verdes que la observaban con intensidad.

—¡Por fin despertaste! —La elfa mostró una sonrisa orgullosa, que confundió aun más a Lisa.

—¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? —Las memorias de lo sucedido estaban difusas en su mente, lo único que recordó fue ver la cara de Alexander antes de desmayarse—¿Dónde está Alexander?

—¿Te refieres a Ądâssër? Me dijo que te dijera que no te preocuparas por él, ahora solo tienes que descansar.

"¿A qué Danghes se refiere con Ada... no sé qué...?"

" ¿Qué carajos está pasando?"

—No, primero quiero respuestas —dijo molesta.

La elfa de los ojos brillantes, soltó un suspiro—Bien, mi nombre es Välisilwėn, pero puedes llamarme Vali o Val. —Lisa estuvo tentada a decirle que ella no le pregunto eso, pero se controló y trato de mantener la calma, después de todo Vali era su única oportunidad de conseguir respuestas—Ądâssër, o como tu le dices Alex, te dejó aquí hace veinte días.

—¿Qué? —murmuró pensando en todo el tiempo que llevaba ahí.

—Al parecer tenías un veneno muy fuerte en tu sangre. —Continuó la elfa.— Pero ¡yo logré curarte! Al ver que la cura había funcionado, Alex la envió a la Academia. —Val sonrió con orgullo y la ayudó a levantarse. Lisa asintió un poco mareada, conforme las memorias de lo sucedido la atacaban.


"¡Jake es un traidor!"
Lisa estaba a punto de ir tras él, cuando parecía que todo se puso en cámara lenta, y pudo ver como uno de los 'nekroi' u hombres de negro lanzaba un dardo en dirección a Zoe.
Usando sus poderes de luz, activó la super velocidad y se puso adelante de ella, conforme sentía el dardo clavarse en su piel...

—¡Lisa!

—¿Ah? ¿Qué?—dijo volviendo a la realidad.

—Te estaba diciendo que deberías comunicarte con la Academia, pero que no puedes salir de aquí.

"Val tiene razón, debería hablar con Master Blake sobre Jake... pero eso no responde: ¿por qué Alex no está aquí?"

—¿A qué te refieres con que no puedo salir?

—Mira, los elfos odian a los humanos, porque sienten que les han robado el crédito de todo lo que han hecho. Además los elfos se sienten superiores a las otras razas. Por eso si sales: o te matan o te llevan con la reina para que ella lo haga.

—Es lindo vivir aquí —respondió Lisa sarcásticamente, conforme Välisilwėn le seguía explicando todo sobre "Ęffedëłł", la ciudad de los elfos. Al parecer esta ciudad estaba dividida en cuatro provincias, cada una simbolizando un elemento.
"Fêringhęłł" >fuego
"Gēnōvōnē" >tierra
"Rôyęlgârd" >magia~realeza
"Çorålsėīgh" >agua
La reina y sus hijos vivían en Rôyelgârd, pero algunos pocos afortunados que eran escogidos por la reina también podían vivir allí. Después si eras un elfo y decidías volverte un guerrero, podías unirte al clan del fuego o el del agua; por último los elfos como Vali, que preferían el arte de la curación, se quedaban en Gēnōvōnē.

Cuando terminó de hablar sobre la ciudad, siguió con normas básicas que se debían emplear y el lenguaje. Para el beneficio de Lisa, el idioma de los elfos era muy parecido al Akjishodra, por lo que no le costó mucho aprender lo básico...

Ya se hacía de noche, y Val se había ido a su cuarto, no sin antes encadenar a Lisa para que no escapara y que estuviera a salvo "supuestamente".
Ella aún no podía creer lo mucho que había llegado a conocer a Val en tan poco tiempo. Al parecer era una de las pocas elfas que no odiaban a los humanos y además era amiga de Alex.

"Todo esto me sigue pareciendo muy raro... ¿Por qué Alexander no ha venido a visitarme? ¿Qué es lo que está pasando? No me digan que Alex es un elf... ¡No, eso no es posible, piensa Lisa!"

Lisa forcejeó contra las cadenas. Tenía que comunicarse con la Academia e ir en busca de "cara de árbol".
Le estaba empezando a doler, pero no le importó, siguió luchando hasta que finalmente pudo liberarse. Luego discretamente salió de la casa de Vali, que al parecer estaba construida en un árbol al igual que el resto..

***

—¡Master Blake!—le dijo Lisa al lago, donde la cara del profesor y sus amigos se reflejaba.

—Señorita Silvers, me alegro que esté bien, infórmele al señor Griffin que la cura que envío funcionó y que se lo agradecemos. —Lisa asintió y sonrió al ver que Angela, Kate y Adam estaban bien, luego su mirada se desvió al traidor de ojos color sangre y estuvo tentada a decírselo a todos... pero Angela se veía tan feliz

"si voy a acusar a Jake, necesito pruebas"

Recordó a Zoe, y que ella la había salvado del dardo—¿Zoe se encuentra bien? —El maestro asintió conforme los ojos chocolatosos de la niña se empezaban a asomar por el reflejo. Lisa le dio una pequeña sonrisa y deseó estar en casa con todos ellos. —Buscaré a Alexander y le diré que nos devolvamos lo más pronto posible.

—Espera. —Lisa miró a Master Blake, quien tenía una expresión seria.—La guerra se acerca, Lisa. Pronto nos enfrentaremos a los ejércitos de Dauntan y no ganaremos a menos que tengamos a los elfos de nuestro lado. Quiero que te ganes el apoyo de la reina y su especie. —Eso era imposible, los elfos jamás los ayudarían, en especial porque los escamas eran mitad humanos, pero ella no estaba dispuesta a contradecir al profesor así que asintió y cortó la conexión.

Decidió ir en busca de sus dos espadas, las cuales había dejado probablemente en la casa de Val, cuando escuchó unos pasos. Rápidamente uso sus poderes de la luz y se volvió invisible, feliz de aún tener su collar siguió el sonido tratando de averiguar de quien provenía.

Caminando entre los árboles con una capucha sobre su cabeza.
¡Estaba Alexander!
O lo que parecía ser él.

Estaba muy oscuro para ver su rostro y la capucha no ayudaba nada, pero ella reconocería esa figura en cualquier lado.

Lisa se cubrió la boca con las manos, conforme un sinfín de sentimientos la invadían. Quería pegarle por haber sido tan imbécil por no visitarla, pero también quería abrazarlo de lo feliz que estaba de verlo. Estuvo a punto de deshacer el hechizo de invisibilidad, cuando vio que alguien se acercaba.

—¡Ądâssër! —Ella se giró con Alexander para ver al chico pelirrojo que se acercaba. Este se parecía mucho a Alex y de repente Lisa se dio cuenta de algo. ¡Ese era el chico de su pesadilla! ¡El pelirrojo al que Jake mataba! Estaba tan impactada que casi no llegó a escuchar lo que le decía a Alex.

—La chica que trajiste... Ha escapado.

El Secreto de los DragonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora